‘La Universidad Nacional Tiene Que Ser Un Campo Abierto A La Sociedad’

Moisés Wasserman, reelegido la semana pasada como rector de la Universidad Nacional, habló con EL TIEMPO sobre sus planes para el nuevo trienio. Su mayor interés, que es incluso el lema de su gestión, es la apertura de la universidad a la sociedad. “Es absolutamente indispensable”, dice.

¿Cuáles son las estrategias para lograr una correcta relación con la sociedad? La universidad tiene que ser un campo abierto. En los últimos dos años las puertas de la entrada de la calle 26 tuvieron que ser reconstruidas muchas veces. Ahora no están y eso tiene implícito un mensaje de apertura a la sociedad. Que el público venga, participe y se entere de lo que estamos haciendo y que, a su vez, nosotros nos enteremos de lo que está pasando afuera.

¿Qué otros objetivos tiene para los próximos tres años? Afianzar una educación de calidad, desarrollar el sistema de investigación científica y producción artística de la universidad, fortalecer la gestión y la administración y organizar un modelo que les dé mayor autonomía a las sedes regionales.

¿Qué hace falta para consolidar la calidad educativa de la universidad? El secreto de una buena universidad es tener buenos profesores y buenos estudiantes. Eso lo tenemos, y con eso ya hemos hecho más de la mitad del camino.

Nos acercamos al 30 por ciento de profesores con nivel de doctorado, cuando la media nacional está entre el 8 y el 10 por ciento, y tenemos cerca del 87 por ciento en nivel de especializaciones y maestrías. Además, de los 2.800 profesores de planta, más de 1.800 están vinculados a grupos de investigación reconocidos en Colciencias. Eso garantiza que generan conocimiento y que no se dedican a la repetición. En cuanto a los estudiantes, el examen de admisión permite clasificar a los estudiantes y, por capacidad, solo recibimos entre el 8 y el 10 por ciento de los aspirantes.

Los estudiantes se han manifestado en contra de la reforma académica que entró a funcionar este semestre. ¿Por qué ha generado tanta inconformidad? Los cambios generan choques. Alguna vez se dijo que la reforma disminuía el tiempo de duración de las carreras, pero eso no va a pasar, incluso, hay unas que aumentaron su tiempo. Los peros a la reforma vienen sobre todo de los estudiantes malos que lograban permanecer en la universidad por periodos supremamente largos, quitándoles el cupo a aquellos que quieren ingresar a la universidad.

Pero los estudiantes se sienten desorientados con esta reforma...

Lo que busca este cambio es lograr una educación menos basada en la instrucción, la repetición y la información, y más en la autonomía y la independencia de la persona que se está formando, más centrada en el estudiante que en el profesor. Es un paso de los programas rígidos, concebidos de forma lineal, a unos programas flexibles que el propio estudiante conforma según sus gustos y necesidades. Y es ahí donde vienen las confusiones. Antes tenían todo claro porque había una sola opción, pero ahora que se les abrieron las posibilidades, por supuesto pueden sentirse desconcertados. Pero, entonces, parte de su formación va a ser aprender a escoger razonablemente las opciones.

¿Cómo consolidar un verdadero sistema de investigación? Hablar de un sistema sin recursos es hablar paja. En los últimos años hemos tomado decisiones políticas que nos han permitido destinar buena parte de nuestro presupuesto de inversión en investigación, aunque eso nos ha costado lágrimas porque también hacen falta aulas, bibliotecas, computadores, equipos. El año pasado ejecutamos 77 mil millones de pesos en investigación y eso ya es una fuerza sustancial.

¿Y qué se está haciendo para mejorar la infraestructura? Estoy convencido de que al estudiante hay que darle sitios dignos para estudiar, y en ese sentido están orientadas nuestras acciones para mejorar.

Hemos renovado los auditorios y en dos meses estará lista la remodelación de la Biblioteca Central. Pero tenemos un retraso tremendo en infraestructura y unos costos que se salen de nuestro presupuesto.

¿Y por qué repetir rectoría? Con el equipo de dirección hicimos un balance de lo que habíamos logrado en el período anterior y consideramos que la gestión debía ser consolidada y continuada en tiempo suficiente para comprobar su bondad. En el período pasado logramos poner a marchar de nuevo la reforma académica y convenir con las facultades los programas. Ahora tenemos tres años mas para evaluar esos cambios.

''Nos acercamos al 30 por ciento de profesores con nivel de doctorado, cuando la media nacional está entre el 8 y el 10 por ciento”.

''Lo que busca este cambio es lograr una educación menos basada en la instrucción, la repetición y la información, y más en la autonomía y la independencia”.

Moisés Wasserman, rector de la Universidad Nacional