Ocho de cada diez personas presentan la afección en algún momento de su
vida. Aunque siempre es bueno ir al médico, no está de más saber que la mayoría
de esos dolores se llaman cefaleas tensionales.
Estas tienen causas
que pueden prevenirse. Así que ponga la cabeza en su sitio y lea lo que sigue.
Aprenda. Cuando se dice que hay cefalea tensional
no se refiere a la tensión arterial sino a la tensión de los músculos,
principalmente de la cabeza y del cuello. Esos duelen terriblemente.
Piense. La mayoría de las personas cree que los músculos son un soporte y
que no hay que cuidarlos, y aunque ellos son muy nobles, cuando se afectan
protestan. En el caso de los músculos del cuello lo hacen manifestándose con
dolor que, en ocasiones, va desde la parte de atrás, sube y puede llegar hasta
la frente.
Muévase. La principal forma de evitar que estos músculos hagan espasmos es
moviendo el cuello, así que todos los días, al levantarse, extienda la cabeza
como mirando al cielo, cuente hasta diez y luego bájela
hasta que la quijada toque el pecho.
Cuente hasta diez, luego trate de llevar su oreja hasta el hombro, cuente
hasta diez y regrese hacia el otro hombro. Repita estos ejercicios diez veces.
Rote la cabeza, como tratando de mirarse la espalda, otras diez veces.
Baje de peso. Mantenerse en el peso ideal hace que los
músculos se mantengan sanos y no protesten.
Ejercicio. Si bien arriba les decía que se movieran, lo ideal es hacer
ejercicio todos los días, en condiciones aeróbicas, mínimo 40 minutos,
procurando que las articulaciones se muevan. Así que camine, nade, baile, monte
en bicicleta. Eso le servirá. Su cuerpo producirá endorfinas,
que son unas sustancias que, además de hacerlo sentir bien, le disminuirán el
dolor.
Posturas. Revise el tamaño de la almohada y la forma como
se sienta para trabajar y como adapta el cuerpo para hacer actividades. Si hay
dolor en la espalda, en los hombros o en cualquier parte del cuerpo puede pasarle
también en el cuello. Total, los músculos son todos de la misma familia y están
conectados.
Calor. Si el dolor se presenta a menudo pruebe a ponerse una toalla
humedecida con agua caliente, mientras hace los ejercicios del punto dos. Si es
la primera vez que el dolor se presenta, cambie el calor por un poco de hielo.
No se automedique. Aunque el dolor de cabeza es muy común,
la solución no está en las farmacias. Si pasan más de dos días y el dolor continúa,
es urgente que vaya al médico. No vale la pena arriesgarse.
Relájese. Recuerde que estar tranquilo y darles la justa dimensión a los
problemas es un buen aliado para enfrentar estos dolores. Así que fresco.
Por último. Si el dolor se acompaña de otros síntomas como malestar en los
ojos u otros problemas visuales, náuseas, vómito, mareo, sensación de
borrachera y dificultad para ver la luz, no espere. Consulte.
Permítame insistir: la mejor forma de enfrentar estos dolores no es
tomándose la primera pastilla que encuentre en un cajón.
CARLOS F. FERNÁNDEZ
ASESOR MÉDICO de EL TIEMPO