Por amenazas de las Farc, médicos de El Tarra (Norte de Santander) abandonaron centro médico 

Los médicos de Tarra se vieron obligados a abandonar el municipio después de acciones violentas comentidas por las Farc


Las acciones violentas e indiscriminadas del grupo guerrillero fueron las causas para que el personal médico del pueblo renunciara, dejando a casi 8.000 mil personas sin un centro de salud.


Aunque las intimidaciones se venían dando días atrás en el pueblo, la gota que rebosó la copa ocurrió en la madrugada del lunes, horas antes de que hombres armados, al parecer del frente 33 de las Farc, asesinaron en el área urbana al campesino Jesús Durán e hirieron en el abdomen a su compañero Adolfo Pérez, quien fue testigo presencial de la acción criminal.

Pero cuando llevaban a Pérez remitido a Tibú, la ambulancia fue detenida en el camino y el herido rematado con arma blanca, en presencia de una médica y una enfermera jefe, quienes lo acompañaban para atenderlo durante el trayecto.

Uno de los médicos, la bacterióloga y dos auxiliares de enfermería fueron los últimos en salir. Lo hicieron ayer a las 4 de la mañana, luego de hablar la noche anterior con el Personero, a quien le dijeron que renunciaban porque temían por sus vidas.

Después de tomar esa decisión, la cabecera municipal de El Tarra se quedó sin el personal médico para atender el centro de Salud, que ayer no abrió sus puertas a la comunidad en esa zona de El Catatumbo, donde un día antes ya habían 'desertado' dos médicos y dos enfermeras jefe, y el sábado se les había anticipado el único odontólogo que hacía su rural.

Yesid Rojas, secretario de Gobierno de El Tarra, explicó que al personal médico lo retuvieron por cerca de seis horas y apenas logró regresar con el cadáver pasadas las 5 a.m.

"Todas las renuncias fueron, al parecer, a raíz de este hecho. Aunque estamos tratando de hablar con los médicos para saber si hubo otras amenazas, porque si fue así nunca las pusieron en conocimiento", aclaró.

Nelly Patricia Santafé, directora del Instituto Departamental de Salud, dijo que a pesar de que en El Tarra la situación de atención en salud es caótica, se están apoyando en la ONG Médicos sin Fronteras, que desde ayer atiende en su sede con dos médicos y una psicóloga, insuficientes para las casi 8.000 personas que tiene cobertura el Centro de Salud de El Tarra.

"Me voy a reunir con algunos de los médicos que se desplazaron a Tibú y con el gerente de la ESE Norte en ese municipio con el fin de saber lo que solicitan para que retornen. En este caso, lo más importante es brindarles seguridad con la colaboración del Ejército y la Policía, para que los médicos vuelvan a trabajar", anticipó Santafé.

El coronel Richard Alexander Portilla, comandante de la Policía de Norte de Santander, recordó que la institución siempre les ha garantizado la seguridad a los pobladores de ese municipio y en esta ocasión no será la excepción con el personal médico, a fin de permitirles su retorno.

Mientras eso ocurra, a los habitantes de El Tarra les quedará prohibido enfermarse, pues el reducido personal médico de la ONG internacional solo atiende casos de emergencia, no hay ambulancias disponibles y son escasos los medicamentos que tiene a su disposición