La venta en Colombia de 15 medicamentos contra el VIH-Sida está concentrada
en seis laboratorios; de estos, uno solo (Janssen-Cilag) comercializa seis
productos con el nombre comercial Prezista.
Después de más de dos años de vigencia de la nueva política de precios de
medicamentos, la Comisión del sector acaba de definir, por primera vez, 22
clasificaciones terapéuticas relevantes para el tratamiento del VIH-Sida al
tiempo que mandó al régimen de libertad regulada las 15 medicinas que se venden
en el país en condiciones monopólicas.
Aunque el efecto práctico e inmediato de esta medida sobre los valores de
los medicamentos está por verse, una fuente del Ministerio de Comercio, del que
depende la Comisión Nacional de Precios de Medicamentos (Cnpm), dijo que con
ella se está enviando una señal muy clara a los comercializadores para que no
abusen de su posición monopólica.
Un mercado muy concentrado significa que hay pocos fabricantes o
comercializadores de un producto, o que pocas empresas dominan el mercado, y
que por ausencia de competencia los consumidores no se benefician de precios
bajos.
“Estaremos muy pendientes del comportamiento de los precios de esos
medicamentos, a los que les haremos un seguimiento muy detallado; al primer
asomo de abuso, el Gobierno puede fijarles precios máximos”, advirtió la
fuente, que pidió mantener su nombre en reserva.
Costo del tratamiento En 24 años, de 1983 al 2007, 57.500 personas fueron
diagnosticadas con VIH y Sida; de ellas, 24.000 fallecieron; el tratamiento
cubre a 72 por ciento, pero se estima que existen 171.500 casos de infectados o
con la enfermedad desarrollada.
Según un grupo de ONG, el costo de solo Kaletra para el Estado colombiano es
de alrededor de 1.683 dólares paciente/año; en las instituciones privadas puede
ascender a 4.449 dólares paciente/año.
Desde el 2006, en Colombia las medicinas gozan de libertad de precios, pero
por razones de salud pública, de posición dominante o de falta de competencia
algunas pueden ser clasificadas en el régimen de libertad regulada, lo que
significa que sus valores no pueden superar los llamados precios de referencia
internacionales.
Sin embargo, esos precios de referencia, recogidos en nueve países
latinoamericanos, incluido Colombia, todavía no han sido calculados por la Cnpm
-aunque han pasado más de dos años de la nueva política de precios de
medicamentos la metodología para establecerlos está aún en proceso de
afinamiento, lo que le ha valido al organismo fuertes críticas de agremiaciones
médicas- por lo que el aumento está limitado al comportamiento del Índice de
Precios al Productor (IPP) reportado por el Dane.
Salud pública Los 15 productos clasificados en libertad regulada son
producidos e importados por multinacionales farmacéuticas, “las cuales quedaron
preavisadas”, según expresó la fuente oficial, quien agregó que “por asuntos de
salud pública tenemos un interés muy especial en ellos. El hecho de estar
protegidos con una patente no significa que (los laboratorios) puedan ponerles
el precio que quieran”.
Entre los medicamentos clasificados como terapéuticamente relevantes y en
libertad regulada se encuentra Kaletra, producido por Laboratorios Abbott, para
el que un grupo de ONG le pidió al Gobierno otorgar una licencia obligatoria
con el fin de permitir la competencia de productos genéricos con precios mucho
más bajos.
(Una licencia obligatoria la concede la Superitendencia de Industria y
Comercio y significa que empresas u organizaciones diferentes al titular de la
patente son autorizadas para comercializar el medicamento).
Cuatro meses después de esa petición, el Ministerio de Comercio decretó en
noviembre que a su colega de la Protección Social le corresponde declarar o no
de interés público el Kaletra, cuyo nombre genérico es lopinavir-ritonavir,
pronunciamiento que demorará varios meses. Sin embargo, como dijo la fuente,
dicho medicamento fue clasificado en libertad regulada “por asuntos de salud
pública”.
Para el presidente de Asinfar (gremio de los laboratorios nacionales),
Alberto Bravo, la medida de la Cnpm es apenas un paso inicial para ejercer una
debida vigilancia a los productos monopólicos. “Faltan más decisiones”, dijo el
dirigente.
Este diario intentó conocer la opinión de la Comisión lo mismo que del
Ministerio de la Protección Social, que también hace parte del organismo, pero
no fue posible.
6 de los 15 medicamentos para el tratamiento del VIH-Sida son
comercializados por un solo laboratorio, lo que refleja la gran concentración
de este mercado.
9 es el número de países donde se tomarán los tres precios más bajos de un
producto y cuyo promedio será el tope máximo para su precio en Colombia