La felicidad que tenía Carmen de convertirse en madre por tercera vez y
brindarles a sus demás hijos una hermanita se esfumó en pleno parto. Pasó de la
impaciente espera prenatal a una angustiosa situación de riesgo para su vida.
Una hemorragia al momento del parto, el 7 de enero, complicó el
procedimiento quirúrgico al cual era sometida Carmen, de 27 años. La ausencia
de dolores de parto, pese a los nueve meses de gestación, determinó una
cirugía.
La niña nació sin vida y sólo pasadas algunas horas la madre despertó. La
noticia de la muerte de la bebé empeoró su estado de
salud, con una grave pérdida de sangre.
Ahora requiere transfusiones y sólo su familia hace fila en el Banco de
Sangre para salvarle la vida. Ella sigue en cuidados intensivos.
No es la única paciente en el Hospital San Jorge de Pereira que requiere
transfusiones permanentes. Otros catorce esperan la solidaridad de los
donantes, pues el Banco de Sangre está sin reservas.
La situación preocupa a médicos y directivas del único hospital público de
tercer nivel en Risaralda y que atiende casos críticos. La directora del único
Banco de Sangre en el departamento, Yolanda Celis, calificó la situación como
‘alarmante’.
Normalmente existe un promedio mensual de mil donantes que cubren la demanda
en hospitales y clínicas del área metropolitana (Pereira, Dosquebradas y La
Virginia). En las dos primeras semanas de este año sólo han llegado 156.
A la falta de donantes se sumó la agitada temporada de fin de año, en la que
aumenta el número de emergencias.
Al iniciar diciembre, el banco contaba con 571 bolsas de los diferentes
grupos sanguíneos, (O+, O-, A+, A-, AB+, AB-, B+, B-) pero el alto número de
personas heridas en accidentes automovilísticos y en riñas disminuyó las
reservas y ahora las neveras están completamente vacías; tanto, que a
principios de este año sólo había ocho litros.
Las universidades, colegios y empresas son los que más voluntarios aportan
en campañas y jornadas que se llevan a cabo constantemente.
Pero cada fin de año el panorama cambia. El número de donantes es casi nulo
y los pocos que se acercan lo hacen para ayudar a algún conocido.
Wílber Cadavid, médico de Urgencias del Hospital San Jorge, explicó que hay
que eliminar los mitos que se tejen en cuanto a la donación.
Para Cadavid el problema es consecuencia de creencias sobre supuestos
efectos secundarios, que no son verdad, como subir de peso o contagiarse de
alguna enfermedad.
Eso, sin nombrar el temor que, por lo general, tiene la gente al ‘pinchazo’,
sin pensar que una vida puede depender de ese dolor que, por un segundo,
produce la aguja.
*Reportería: Carlos Andrés Arboleda.
Antonio Colombo.
VALLE, CALDAS Y QUINDÍO DAN LA MANO.
El Banco de Sangre de Risaralda es el único centro de reserva del
departamento y atiende las necesidades de los hospitales y clínicas de Pereira
y de los municipios aledaños. Cuando el número de donantes es tan bajo, como
ahora, el componente sanguíneo se trae de otros departamentos limítrofes como
Valle, Caldas y Quindío, en calidad de préstamo y posteriormente se repone. A
falta del sangre se adelantan campañas en diferentes
sitios de la ciudad.
Es importante, para quienes quieran hacer donaciones, tener en cuenta
algunos aspectos importantes: ser mayor de 18 años, menor de 65, no estar
enfermo ni drogado, no estar trasnochado, ni haber consumido bebidas
alcohólicas ni antibióticos