La paciente es una ama de casa de 35 años y madre de
cuatro hijos, quien sufrió la amputación de su brazo izquierdo en un accidente
de tránsito que se registró el pasado lunes en el municipio de Bugalagrande
Un complicado
procedimiento quirúrgico, que se prolongó por espacio de ocho horas, se llevó a
cabo en la Clínica Maríangel de Tuluá.
La paciente es una ama de casa de 35 años y madre de
cuatro hijos, quien sufrió la amputación de su brazo izquierdo en un accidente de tránsitoque se registró el pasado lunes en el municipio de Bugalagrande en donde un niño de dos años perdió la vida y
seis personas más resultaron gravemente heridas.
Dora Alicia Montoya Valencia,
quien esa tarde se transportaba en una buseta de servicio público hasta Tuluá a hacer unos trámites, permanece en la Unidad de
Cuidados Intensivos, UCI, de ese centro asistencial, después de la compleja
cirugía que le devolvió la esperanza de seguir viviendo.
Y es que el “mago” que hizo
posible que esta mujer no perdiera su brazo definitivamente es el médico
cirujano plástico reconstructivo, Francisco Javier Villegas Alzate, quien posee
una amplia experiencia en este tipo de procedimientos.
Con el apoyo de un
ortopedista, un anestesiólogo y varios asistentes, el doctor Villegas,
utilizando un microscopio, empezó a unir una a una las arterias, las venas, los
tendones y los huesos, para que Dora Alicia no quede lisiada de por vida.
“Para poder hacer las maniobras básicas de
reanimación y de mantenimiento de la vida, ya que es una herida sumamente
grave, fue fundamental el extraordinario trabajo que le prestaron en primeros
auxilios, en el sitio del accidente, los paramédicos ya que se actuó de manera
rápida y efectiva", destacó
el médico Villegas Alzate.
Asimismo, el doctor Villegas,
quien ha realizado más de 30 reimplantes de manera exitosa en sus 21 años de
residir en Tuluá, dijo que sólo hay que esperar la
evolución de la paciente, pues está convencido que ella “va a salir adelante”.
Gracias a la técnica de
microcirugía que utilizó el doctor Francisco Villegas, cualquier parte del
cuerpo que haya sido amputada puede ser reimplantada, pero siempre y cuando
existan las condiciones ideales de tiempo, disponibilidad y si el paciente se
encuentra en buenas condiciones para soportar el procedimiento.
“Gracias a Dios, un ángel se puso en nuestro camino y
ese ángel es el doctor Villegas que va a salvar a mi esposa”, manifestó Héctor González, compañero de Dora Alicia
Montoya.