Cero niños quemados por pólvora, meta de la Alcaldía de Bogotá para este año

Foto: Archivo / EL TIEMPO

En la temporada de fin de año 2007, los niños fueron las principales víctimas por el uso de pólvora. La mayoría son de estratos 2.

Con sanciones más altas, operativos en vías y transporte público y una campaña publicitaria esperan cumplirla.

Desde que se prohibió la pólvora en el Distrito, hace 15 años, el empleo de artefactos pirotécnicos (como luces de bengala, mechas, volcanes, pitos, voladores, totes, truenos y esponjillas), el registro de quemados descendió notoriamente (84 por ciento), pasó de 140 lesionados en 1993 a 22 en diciembre del año pasado.

La campaña publicitaria 'La pólvora no es para los chinos, ni para los grandes', lanzada ayer por las secretarías de Salud y de Gobierno y la Policía Metropolitana busca llamar la atención de los adultos sobre el alto riesgo que tiene el empleo de estos artefactos en los niños.

Además, las autoridades tienen una 'artillería' jurídica, sancionatoria y operativa para evitar que se venda y se utilice pólvora en la ciudad. Serán multados con 1'384.500 pesos no solo los padres de familia que compren pólvora y/o permitan que sus hijos las usen y resulten quemados, sino también los acudientes o particulares que violen la prohibición y contribuyan a esas tragedias.

Estos padres y acudientes infractores también se exponen a terminar judicializados, a ser amonestados y a que, de acuerdo con el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), pierdan la patria potestad de los menores.

El secretario de Salud, Héctor Zambrano, advirtió que se aplicará el Código Penal en todo su rigor contra aquellos papás o acudientes que, infringiendo las normas, tengan hijos quemados y luego no los lleven a un hospital para que los atiendan.

El reconocido penalista Jaime Bernal Cuéllar explicó que, cuando un padre desampara a sus hijos, al no llevarlos a que les atiendan las heridas "ese papá, por el parentesco, por su posición de garante, tiene que responder por lesiones dolosas intencionales".
Si es un particular, se sanciona por omisión de socorro.

Bernal agregó que "si no se atiende a un menor quemado y se le infecta la herida, los responsables pueden tener penas de prisión de entre 16 y 36 meses. Si hay una pérdida anatómica, esas penas se elevan de 96 a 180 meses", dijo.

Requisas en buses y autos

El comandante de la Policía Metropolitana de Bogotá, general Rodolfo Palomino, informó que se intensificarán los operativos contra la fabricación y comercialización de la pólvora, principalmente en Ciudad Bolívar, Bosa, Kennedy y Rafael Uribe.

"En esta última localidad, descubrimos que se intentaba la venta de pólvora a domicilio", dijo Palomino.

Además, habrá requisas en los buses, en el transporte de encomiendas, y en los puntos de salida o entrada a Bogotá, "para evitar que la pólvora sea movilizada clandestinamente por esos medios", manifestó Palomino.

Los más afectados

En la temporada de 2007 y 2008, los niños fueron las principales víctimas (72,7 por ciento) por el uso de la pólvora, según informe de la Secretaría Distrital de Salud.

La mayoría de los quemados son de estratos 2 (66 por ciento) y, en menor proporción, del estrato 1 (22 por ciento), del estrato 3 (9 por ciento) y del estrato 4 (3 por ciento).

El mayor número de heridos por artefactos pirotécnicos residen en Bosa (18,8 por ciento), San Cristóbal (15,6 por ciento), Usme (12,5 por ciento), Kennedy (12,5 por ciento), Suba (12,5 por ciento) y Ciudad Bolívar (9,4 por ciento).

La pólvora que más usan o con la que más se queman los niños son las mechas, volcanes, pitos, luces de bengala y totes.

Soacha le dice adiós al uso de la pólvora

Aunque más del 40 por ciento de las familias de Soacha viven de la producción de juegos pirotécnicos, el alcalde José Ernesto Martínez tomó una decisión radical para favorecer a los niños.

El mandatario prohibió la venta y la manipulación de la pólvora desde el de de diciembre hasta el 15 de enero de 2009. La sanción para los infractores será de 384.583 pesos.

En las festividades del año pasado, la pólvora dejó a cinco niños quemados en ese municipio. EL TIEMPO entrevistó al alcalde municipal.

¿Por qué tomó la determinación de prohibir la pólvora en el municipio?

Por el deber que tenemos los gobernantes de proteger los derechos fundamentales de los niños y por la necesidad de crear una cultura de respeto frente a la integridad física y la salud de los menores.

Soacha tiene una industria polvorera fuerte. ¿Cómo ese gremió tomó esta decisión?

Es como todas las demás actividades que les hacen daño a las personas. A los polvoreros hay que enrutarlos hacia otro tipo de labores alternativas para que tomen conciencia de lo que están haciendo y que se dediquen definitivamente a otros oficios a otras artes. Debe prevalecer el bien general del particular.

¿Hasta cuando irá la prohibición?

La medida regirá hasta el 15 de enero de 2009 y los ciudadanos que la incumplan serán sancionados con una multa de 25 salarios mínimos diarios vigentes. El recaudo lo utilizaremos para atender a los damnificados que dejó el invierno en nuestro municipio.

¿Cómo han recibido la medida los padres de familia?

Con mucho beneplácito. Ellos saben del riesgo de la venta y uso de la pólvora. Es un tema que intranquiliza mucho a los padres de familia. Están muy agradecidos con la restricción.