Prudencia piden expertos frente a caso de bebé curada de VIH

Ante el entusiasmo suscitado por este caso, infectólogos recomiendan precaución.

No es claro todavía si el tratamiento que permitió la cura de una bebé que nació con el virus del sida, podría tener el mismo efecto en otros niños que vienen al mundo portando el VIH. Y aun así científicos de todo el planeta se referían este lunes a las grandes posibilidades que ofrecería esta terapia en materia de prevención de la enfermedad en infantes.

La niña nació en julio del 2010 en Mississippi (Estados Unidos) con el VIH transmitido por su mamá seropositiva, que no había sido tratada; menos de treinta horas después, y hasta que cumplió 18 meses de edad, recibió terapia antirretroviral para mantener controlado al VIH. Hoy, tras un año de no consumir estas medicinas, la pequeña no presenta rastros de la infección.

Virólogos de la Universidad de Johns Hopkins, que dieron a conocer el avance, afirmaron que se trata del primer infante que logra una cura funcional, es decir, un evento inusual en el que la persona logra la remisión del virus sin necesidad de tratamientos complejos.

Según especialistas, el caso podría cambiar la práctica médica actual, que se concentra en tratar a la madre durante el embarazo para evitar que el bebé nazca infectado.

Al respecto, José Roberto Támara, infectólogo a cargo del programa de sida del Hospital San Ignacio, de Bogotá, es enfático en afirmar que si bien no se conoce en detalle lo ocurrido con la bebé, "hay que tener en cuenta que se trata apenas de un solo caso, que aún no se puede generalizar. Es necesario investigar más".

Carlos Álvarez, jefe de la Unidad de Infectología del mismo centro, recuerda que "una mujer portadora de VIH tiene 30 por ciento de posibilidades de transmitírselo al bebé que espera, a través de la placenta, durante el parto o al amamantarlo".

Hoy se sabe que si se inicia un tratamiento antirretroviral agresivo en la gestante, teniendo los máximos cuidados durante el parto y evitando amamantarlo, el riesgo se reduce al 1 por ciento.

El infectólogo pediatra Juan Carlos López García asegura que la evidencia muestra que los casos que caben en este mínimo porcentaje, difícilmente son curables, de modo que deben seguir los tratamientos recomendados para personas infectadas con el VIH.

Álvarez insiste en que debe evitarse a toda costa enviar el mensaje equivocado de que es posible curar a niños que nacen con sida, a partir de la experiencia de un solo caso, y en lugar de eso descuidar lo que hasta ahora ha demostrado ser efectivo.

"Las mamás -señala Álvarez- suelen negarse a tomar fármacos antirretrovirales, porque piensan que le hacen daño al bebé; no es fácil convencer a muchas que de este modo se puede prevenir la transmisión. Un mensaje mal entendido puede hacer que muchas desistan".

Aunque los especialistas ven con buenos ojos el hallazgo, coinciden en la necesidad de revisar el caso con cuidado, pues pudo tratarse de un virus débil, que logró ser contrarrestado por el sistema inmunológico de la niña.

Recomiendan, finalmente, que mientras las investigaciones avanzan, la mejor forma de prevenir que niños nazcan con sida es que toda embarazada, sin excepción, se haga la prueba de VIH.

Con información de Reuters
REDACCIÓN SALUD