En los niños, los moretones que aparecen en zonas protegidas, como las
orejas, o en la cara interna de los muslos podrían ser una seña de maltrato
físico.
En un editorial en la última edición de la revista Piel, especialistas
sostienen que distinguir la causa de esta clase de lesiones, por su apariencia,
es un reto para los dermatólogos. “Sin embargo, para muchos de ellos el
maltrato físico apenas aparece en el listado de diagnósticos diferenciales,
pese a que los signos cutáneos son la manifestación más común y reconocible”.
En un artículo publicado por El Mundo, de España, Ramón Grimalt,
profesor de dermatología de la Universidad de Barcelona y uno de los autores
del informe, asegura que una clave para identificar los hematomas causados por
maltrato es su localización.
“Los maltratadores no pegan en las zonas más
huesudas, donde se puede hacer daño, sino en las más blandas y protegidas, como
las nalgas, la espalda, el tronco, los brazos, los genitales, la cara interna
de los muslos, las orejas, las mejillas y el cuello”, dice.
Los dermatólogos también deben fijarse en la evolución normal del hematoma,
el aspecto, la coloración, la profundidad y las características propias de la
piel de cada niño.
En cuanto al aspecto, las formas pueden indicar el objeto causante: una
cuerda, un cinturón, un cordón, un alambre... Así, “si al niño lo abofetearon
con fuerza, es posible encontrar en las mejillas líneas verticales en tono
púrpura, que son reflejo de los espacios interdigitales”, añade.
Otros signos de maltrato Además de los moretones, las mordeduras, las
quemaduras, la alopecia (pérdida de pelo) traumática, las dermatitis graves, la
xerosis (sequedad de mucosas corporales), la higiene
pobre y las pediculosis (piojos), se cuentan entre los signos comunes de
maltrato o abandono.
Mordedura: se diferencian de las producidas por otro niño por la distancia
entre los caninos. Si es mayor de tres centímetros, probablemente fue hecha por
un adulto.
Quemaduras: son comunes las lesiones con cigarrillo o agua caliente del
grifo, que se presentan en un 6 a 20 por ciento de los maltratos físicos.
Los menores de 3 años son los más afectados. Éstas quemaduras de tercer
grado, de 7 a 10 milímetros de diámetro y de lenta curación, suelen presentarse
en la cara, en las palmas, en las plantas de los pies y en los genitales”.
Pérdida de pelo: la alopecia también puede ser resultado de maltrato físico.
La traumática suele acompañarse de hemorragias y dolor y las zonas
alopécicas muestran unos bordes muy irregulares.
Lo que dicen: una historia poco creíble o versiones contradictorias también
son signos para prestar atención.
Existe otro indicador: el tiempo que transcurre entre la aparición de la
lesión y la visita al médico. “Un papá que quema a su hijo no acude de
inmediato a urgencias”, puntualiza el dermatólogo.
Archivo EL TIEMPO.
822.
homicidos se presentaron
contra menores en el país en el 2008. También, 13.523 casos de maltrato y
17.401 de lesiones.