Las personas perdidas sí caminan
en círculos, comprueban científicos alemanes
El
trabajo, dirigido por Jan Souman y Marc Ernst, analizó las trayectorias
trazadas por personas que caminaron durante horas en el desierto del Sahara
(Túnez) y en el bosque Bienwald (Alemania).
Así
es como los científicos del Instituto de Cibernéticas Biológicas Max Planck en Tübingen
(Alemania) aportaron la primera prueba empírica y publicaron su hallazgo en la
revista 'Current Biology'.
Los
resultados mostraron que los participantes lograron mantener rutas en línea
recta cuando el sol o la luna eran visibles, pero cuando eso no ocurría
comenzaban a andar en círculos sin notarlo.
Según
Souman, una explicación ofrecida en el pasado para
justificar esto era que la mayoría de la gente tenía una pierna más larga que
la otra o más fuerte, lo que produciría una desviación sistemática en una
dirección.
Tras
vendar los ojos a los participantes la mayoría caminó en círculos, a veces muy
pequeños (de un diámetro menor de 20 metros); unas veces iban a la derecha y
otras a la izquierda, lo que que demuestra que el
fenómeno no está relacionado con ninguna diferencia de longitud entre las
piernas de un individuo.
"Pequeños
errores aleatorios en varias señales sensoriales que aportan información sobre
la dirección en la que se camina, haciendo que una persona perciba la sensación
de estar caminando en linea recta, distancian al
sujeto de la verdadera dirección recta", apuntó el grupo en la publicación