Parkinson podría empezar con
trastornos del sueño, cinco años antes de los síntomas motores
Muchos
de los afectados tienen sueños intranquilos. Hacen movimientos violentos de
brazos o piernas (dan patadas o puños), y emiten gritos e insultos.
Un
estudio reveló que estos desórdenes aparecerían primero que los temblores
generalizados, la rigidez y la lentitud de movimientos.
Estos
síntomas podrían indicar que la enfermedad está ya en un estadio avanzado:
"El mal parecería comenzar bastante antes con trastornos no motores
-afirma Federico Micheli, jefe del Programa de
Parkinson del Hospital de Clínicas de Buenos Aires, Argentina. Ocho o diez años
antes de ese momento, se presentan problemas del olfato y constipación, por
Ejemplo"
Estas
alteraciones, descriptas en la bibliografía médica y conocidas como trastorno
de conducta del sueño REM, por su sigla en inglés que corresponde a rapid eye movement
o 'movimiento ocular rápido' (el signo que caracteriza a cuatro o cinco etapas
de gran actividad neuronal que se registran a lo largo de la noche), se
caracterizan por sueños desagradables, generalmente de peleas con otras
personas o con animales, y durante los cuales los pacientes realizan
movimientos violentos de brazos o piernas (como patadas o puñetazos),
gritos e insultos, según explica Micheli.
"Pareciera
que están 'actuando' su sueño y pueden llegar a golpear o lesionar a la persona
que duerme con ellos; pueden pegar patadas o puñetazos y emitir vocalizaciones,
dar gritos e insultos, caerse de la cama o chocar contra muebles", agrega
el especialista.
Para
corrobar la existencia del problema en nuestro medio
y verificar su magnitud, los especialistas del Hospital de Clínicas evaluaron a
50 personas (27 hombres y 23 mujeres) de 64 años, en promedio, y en los que la
enfermedad llevaba algo más de seis años de evolución.
De
ellos, el 44 por ciento presentó manifestaciones de este problema, con una
frecuencia muy variable que podía ir desde una vez por día o hasta dos o tres
por año. En el 27 por ciento de los casos, el problema había aparecido cinco
años antes que los síntomas motores.
"Este
tipo de trastornos del sueño no sólo se presenta en el Parkinson -aclara Micheli-, sino en las atrofias multisistémicas.
La localización de lesiones en el tronco del encéfalo sería anterior a las de
la sustancia nigra del cerebro, características
del Parkinson. También sabemos que hay personas que tienen este problema
y no van a evolucionar hacia la enfermedad."
Según
explica Oscar Gershanik, director científico del
Instituto de Neurociencias de la Fundación Favaloro,
aunque entre los síntomas que preceden al Parkinson están la pérdida selectiva
o total del olfato, la constipación y los trastornos del sueño, uno solo
de ellos no es concluyente. La presencia de varios, sin embargo, es altamente
sugestiva.
"Hay
estudios muy serios de pacientes a los que en un laboratorio los sometieron a
pruebas olfatorias, y que además padecían trastornos del sueño, a los que
cuando se les hicieron estudios de imágenes ya presentaban alteraciones
compatibles con un diagnóstico de Parkinson", afirma.
Las
personas que padecen estos cuadros no descansan bien durante la noche y pueden
estar excesivamente cansados durante el día. Además, dado que de por sí tienen
dificultades motrices, lo que los predispone a caídas y otras lesiones, este
problema extra puede aumentar el riesgo de lesiones físicas.
Ante
estos síntomas, ¿corresponde iniciar el tratamiento?
"Es
una discusión vigente en este momento -dice Gershanik-.
Si bien no hay evidencias inequívocas, hoy se tiende a que cuanto más temprano
se inicie el tratamiento, mejor.
La
teoría del doctor Stuart Shapira,
de Londres, es que si uno inicia el tratamiento precoz, compensa la pérdida de
neuronas. Según esta hipótesis compensatoria, cualquier tratamiento que
compense el déficit actuaría beneficiosamente. Lo que ocurre es que uno
tiene que sopesar los pros y los contras".
Y
enseguida agrega: "Intimamente, creo que si yo
notase que tengo pérdida del olfato y evidencia de disfunción dopaminérgica (de las neuronas que producen el
neurotransmisor dopamina), empezaría a tratarme".
Aunque
estos trastornos del sueño son característicos del Parkinson, Micheli asegura que los pacientes muchas veces los pasan
por alto. "Vienen tan dirigidos a decirnos que tienen temblor, que se
olvidan de las otras cosas", afirma.
El
mal de Parkinson fue descripto en 1817 por el médico
británico James Parkinson. Es una enfermedad neurodegenerativa
que padecen alrededor del 1% de los mayores de 65 años y el 2% de los mayores
de 75, aunque hay formas juveniles. Afecta las neuronas de un área
llamada sustancia nigra, que controla los movimientos
musculares.
GDA
Nora Bär
LA NACION (ARGENTINA)