Es
fundamental que el padre tenga contacto con el bebé desde el momento del
nacimiento
El hecho de que el padre corte el cordón umbilical, vista
al bebé y lo ponga piel a piel en sus primeras horas de vida augura un estrecho
lazo afectivo.
Es importante que el padre establezca una relación sana
con su hijo desde el mismo momento del nacimiento. Además del contacto, la voz
y el latido cardíaco del padre le brindan seguridad al bebé.
El hombre debe estar preparado para ver por las
necesidades físicas y emocionales de su pequeño; por eso, debe involucrarse en
el cuidado de su hijo y aprender a responder a cada situación. A continuación,
una breve guía de lo que puede y debe hacer:
Consejos
prácticos
•Verifique que el pañal esté seco. Cada vez que tenga deposición, cámbielo.
•Bañe al bebé con agua tibia.
•El bebé, en promedio, se alimenta cada dos a tres horas. Es ideal que la mamá
deje leche materna refrigerada en su ausencia y que esta se caliente al baño de
María, sin calor directo.
•La deposición es normal cada vez que come y puede hacer del cuerpo hasta ocho
veces al día.
•Después de alimentarlo, sáquele los gases.
•Si el pequeño llora, dobla y estira las piernas, frote un poco de aceite de
manzanilla sobre su abdomen y dele un masaje en el
sentido de las manecillas del reloj.
•A veces, cantarle o ponerle música suave es de gran utilidad; también,
acariciarle el entrecejo y la cabeza. Lo más importante es que el papá no se
angustie, pues le transmite esto al bebé y va a llorar más.
•Evite darle medicamentos, jugos o agua.
Rol
clave
Es necesario que el hombre asuma roles dentro de la familia. Esto va desde
sentir las alegrías y molestias del embarazo de su pareja, hasta participar en
el baño, alimentación y vestido del bebé, así como en las labores del hogar y
de la crianza.
Si el padre masajea a su bebé, le da calor, le canta, lo mece, le juega, lo
baña y le expresa dulces palabras, el pequeño aprende que el placer sensorial
no va ligado únicamente a la leche materna, afirma la sicóloga María C.
Sánchez. Así, su hijo descubre que la figura masculina también transmite amor y
sensibilidad.
Por
Melissa Serrato Ramírez
Redactora
ABC del bebé