Aunque la pandemia es inminente, eso no implica que el virus se vuelva más letal que antes: OMS

Así lo explicó a EL TIEMPO el vocero para Latinoamérica de la organización, Daniel Epstein. La idea al subir de 4 a 5 la alerta mundial, es que los países activen planes contra la epidemia.

"Este virus es de un tipo nuevo, muy imprevisible", subrayó la directora de la OMS, Margaret Chan.

Se habla de pandemia cuando una enfermedad se extiende a través de varios países y continentes, traspasa las fronteras, supera el número de casos esperados y persiste en el tiempo.

"Si sabemos lo que pasó, sabremos si esto es grave o no, y hasta ahora, no sabemos. Y no sabremos cuánto tiempo nos va a tomar averiguarlo", dijo Daniel Epstein.

El martes, fuentes de la OMS aseguraron que en caso de que la epidemia se convirtiera en pandemia, esta sería "leve", pero recomendaron mantener la vigilancia. Inclusive, las autoridades mexicanas redujeron el número de muertos confirmados por la enfemerdad de 20 a 7, y constataron un descenso de los contagios en el país.

El hecho de que la gripa porcina se convierta en pandemia no significa necesariamente que el número de muertos se vaya a disparar.

Los expertos estudian las razones por las cuales los contagiados en Nueva York, por ejemplo, donde hay 51 casos confirmados, no han sufrido mayores trastornos y su gravedad no ha sido más que la de una gripa común y se han curado en un par de días.

Dos focos autónomos

El organismo recomendó los antivirales Tamiflú (del suizo Roche) y Relenza (del británico GlaxoSmithKline). La OMS dijo disponer de unos 3,5 millones de dosis de Tamiflú. El laboratorio Roche estimó recientemente que 220 millones de píldoras estaban disponibles en el mundo.

La decisión de subir el nivel de alerta ha sido motivada por la existencia de focos autónomos de la enfermedad en países distintos.

La OMS llevaba dos días esperando la confirmación de que los casos registrados en E.U. constituían un foco autónomo al de México, donde la enfermedad despierta sospechas de haber matado a por lo menos 159 personas.

En E.U., el virus A/H1N1 ha afectado a 91 personas y matado a una, un bebé mexicano de 22 meses (ver nota alterna). Por otra parte, en España se descubrió un caso de una persona que no pasó por México.

También hay casos confirmados en Israel y Nueva Zelanda, lo que significa que la gripa ya está en cuatro continentes: América, Europa, Asia y Oceanía.

Es claro que la gran preocupación tiene que ver con el impacto que puede causar el virus en los países en desarrollo, por lo que el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, llamó a la solidaridad, no solo de los países desarrollados, sino de los laboratorios.

Los pasos de la OMS para activar los planes de emergencia

Según la guía que la OMS ha distribuido entre sus estados miembros, el aumento de alerta de 4 a 5 implica que debe pasarse de la fase de preparación a la de las acciones tanto para aquellos países que ya tengan casos confirmados de enfermos, como aquellos que aún no los hayan contabilizado.

A nivel de Estado, una de las principales acciones es decidir si es necesario declarar una emergencia nacional y en qué nivel.
Una vez puesto en marcha el comité de emergencia de cada país, lo principal es tener bien abastecida la red de distribución de medicamentos o tratamientos disponibles.

Ello implica tener a punto la vacuna -de existir- y aplicar una vasta campaña de vacunación; contar con suficientes antivirales; y espacio disponible en los hospitales.

Asimismo, los países deben evaluar de forma completa si necesitan ayuda externa, y solicitarla si fuera necesario, en aras no solo de ayudar a la propia población, sino de evitar que la pandemia se extienda a los países vecinos.

A nivel de laboratorio, también es importante que se compruebe si ha habido cambios genéticos en los virus en base de las muestras de los pacientes infectados. E, incluso, la guía de la OMS recuerda que el país debería contar con capacidad suficiente para enterrar a los muertos.

De cara a la ciudadanía, el país debería lograr que se minimicen los niveles de interacción fuera del hogar, y sobre todo, conseguir que en caso de signos de gripe, la persona se aísle lo más rápido posible.

Para lograrlo, la guía sugiere que las clases deberían suspenderse y los horarios de trabajo deberían ajustarse o modificarse.

Asimismo, podría impulsarse la cancelación o reducción extraordinaria de la frecuencia y número de transportes públicos disponibles.

Los países que aún no estén afectados por la pandemia necesitan igualmente activar un comité de crisis que esté preparado para distribuir las vacunas y aplicar las medidas necesarias para contenerla.

La agencia recomienda que la comunicación de los gobernantes con la población sea lo más clara, efectiva y actualizada posible.
La agencia de la ONU reconoce la libertad de cada país para tomar las decisiones que considere oportunas.

Pero específicamente no recomienda el cierre de las fronteras para las personas y mercancías; las desinfecciones generalizadas; el uso de máscaras para las personas que estén sanas; y la restricción de viajes en el interior del país a no ser que la zona de infección esté muy delimitada.

Por su parte, la OMS debería impulsar la asistencia para aquellos países severamente afectados y para los países pobres que no puedan hacer frente a la pandemia.

Asimismo, la agencia debería coordinar las acciones de las distintas instituciones internacionales y controlar la expansión de la enfermedad y los posibles cambios que se generen en el virus.
Además, si se encontrara una vacuna, la OMS debería promover su producción y, sobre todo, masivas campañas de vacunación.

Las fases de alerta del organismo son:

Fase 1: en este nivel, no se ha registrado ninguna transmisión al hombre de un virus de origen animal.
Fase 2: se han observado algunas transmisiones al hombre del virus que circula entre los animales, domésticos y salvajes, pero sin consecuencias.
Fase 3: se acciona el nivel 3 cuando el virus es activo en focos muy limitados pero no se transmite todavía de forma masiva entre seres humanos. En esta etapa, los expertos consideran que la pandemia es "potencial".
Fase 4: este nivel indica un "incremento significativo" del riesgo pandémico, justificada por la transmisión comprobada de hombre a hombre de un virus capaz de provocar una epidemia en el seno de una comunidad. Los países afectados deben informar lo más rápidamente posible a la OMS. No obstante, ese nivel no implica que la pandemia sea inevitable.
Fase 5: la activación de este nivel se produce cuando la enfermedad ha desarrollado focos autónomos en más de dos países de una misma región. Indica "una señal fuerte de la inminencia de una pandemia" y de que queda muy poco tiempo para prepararse a enfrentarla.
- Fase 6: la última fase se activa cuando la pandemia es declarada oficialmente. Según los criterios fijados por la OMS, es necesario que dos regiones distintas del mundo sean afectadas por el virus con focos autónomos.

El proceso para pasar de un nivel a otro está en manos del "Comité de Urgencia del Reglamento Sanitario Internacional", una instancia integrada por expertos internacionales convocados por la OMS.

Las seis fases, establecidas en 2005 tras la gripa aviaria y actualizadas en 2009, están ordenadas siguiendo criterios claros que implican un aumento de la movilización de los países frente al riesgo pandémico.