Fundador de Apple, Steve Jobs, lucha contra forma infrecuente del cáncer de páncreas

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Foto: AP / Archivo EL TIEMPO

En octubre, durante una presentación, Jobs dijo: "Los informes sobre mi muerte son una gran exageración". Ahora la duda ha vuelto.

Lo más probable es que la pérdida de peso de Jobs, que tanto llama la atención, esté relacionada con el estado de su páncreas.

"Gente: tengo algunas novedades de orden personal que necesito compartir y quiero que las sepan directamente de mí. En una exitosa operación, este fin de semana me extirparon un tumor canceroso del páncreas".

Con estas palabras, Jobs les comunicó a sus socios y colaboradores el primero de agosto del 2004 que estaba enfermo.

El propio Jobs, entonces de 49 años, esperaba recuperarse totalmente al terminar el mes y retomar las riendas de la compañía: "Estoy seguro de que voy a llamar a algunos de ustedes muy seguido durante agosto y espero verlos a todos en septiembre", dijo en su carta, después de explicar que había sido tratado de un rarísimo tumor neuroendocrino producido en las células del islote del páncreas, que representa cerca del 1 por ciento de los tipos de cáncer y que, según Jobs, era curable si se diagnosticaba y extirpaba a tiempo. "Como en mi caso -dijo- y no voy a necesitar ningún tratamiento de quimio o radioterapia".

Desde entonces, sus salud ha sido objeto de permanente curiosidad, sobre todo después de sus últimas apariciones en público, en las que se le ha visto muy delgado, tanto que la semana pasada anunció que se iba a tomar un tiempo hasta junio, mientras trataba un "desequilibrio hormonal" que, según él, estaba causándole "problemas nutricionales".

¿Qué le pasa?

Esta glándula, situada detrás del estómago, cumple dos funciones importantes: la endocrina, en los llamados islotes, y la exocrina, en el resto de la glándula.

Los islotes producen hormonas como la insulina, que baja el azúcar de la sangre; el glucagón, que la sube, y la gastrina, que aumenta los niveles de ácido en el estómago. El resto del páncreas genera enzimas como la tripsina, la amilasa y la lipasa, que el sistema digestivo usa para descomponer alimentos.

El cáncer que mencionó Jobs en su carta ocurrió, al parecer, en los islotes. Se trata de un tumor raro, de hecho solo el 5 por ciento de todos los cánceres que afectan esta glándula ocurren en esta área.

Su nombre depende de las células que afecta. Por ejemplo, si ataca a las productoras de insulina se llama insulinoma y si las afectadas son las que producen la gastrina, gastrinoma.

Aunque no es claro qué tipo exactamente afectó a Jobs, se sabe que fue manejado con cirugía, el tratamiento más común en estos casos. Aquí, además del tumor, se eliminan otras partes del páncreas y, en ocasiones, el estómago (o parte de él) por la existencia de úlceras y ganglios cercanos. Según Jobs, no fue sometido a quimio u hormonoterapia complementarias.

Sin embargo, hoy, casi cinco años después y sin datos concretos, su estado podría entenderse a partir de varias hipótesis.

La más sencilla es que, como le retiraron parte del páncreas, no lograría producir todas las enzimas y hormonas que el cuerpo necesita, lo que justificaría el "desequilibrio hormonal" y los "problemas nutricionales" que lo tendrán alejado de su trabajo.

Como sea, el anuncio provocó un bajón en el valor de las acciones de esta empresa cuya suerte parece estar ligada a la de Jobs, pese a que a comienzos de octubre del 2008 fue enfático en decir: "Los informes sobre mi muerte son una gran exageración".

Si esta última hipótesis es cierta, sería necesario hacer ajustes médicos que incluyan el suministro de lo que le hace falta a través de medicamentos.

Otra teoría es que el tumor reapareció, algo mucho más grave. En este caso, el tratamiento dependería de si resurgió por dentro o por fuera del páncreas (metástasis); lo que implicaría cirugías más amplias y una ineludible quimioterapia.

Algunas personas creen que Jobs fue sometido a una operación los primeros días de este año, lo que reforzaría este planteamiento. Su pronóstico, sea cual sea la situación (y dado el tiempo de evolución desde que se diagnosticó la enfermedad por primera vez), es sombrío. De haberse curado entonces, hoy no padecería estos efectos.

Otros famosos afectados

Este mal, catalogado como la cuarta causa más común por cáncer en el mundo, cobró la vida, en junio del 2006, de la cantante española Rocío Jurado, y la del tenor italiano Luciano Pavarotti en septiembre del 2007. Otra figura afectada por esta enfermedad es el actor Patrick Swayze, de 55 años, protagonista de películas taquilleras como 'Dirty Dancing' (1987) y 'Ghost' (1990), quien fue diagnosticado a mediados del año pasado.

El más común

La mayoría de los casos de cáncer de páncreas (entre los más agresivos del tracto digestivo) se originan en las células glandulares. Son los llamados adenocarcinomas, que constituyen cerca del 95 por ciento de los tumores de esta glándula. Cerca de 230.000 nuevos casos de esta enfermedad ocurren cada año en el planeta, con un número equivalente de fallecimientos.

Los síntomas más frecuentes son el color amarillo de la piel, la pérdida de peso, el dolor abdominal proyectado a la espalda y un deterioro progresivo del estado físico.

Su diagnóstico se hace a través del examen clínico, complementado con ecografías, resonancias abdominales o biopsias.

El tratamiento tiene como base la cirugía, durante la cual se extirpa parte de la glándula junto con la vía biliar, el duodeno y, en ocasiones, parte del estómago.

En Colombia, donde por lo general su diagnóstico es tardío, alrededor de 1.100 personas pierden la vida cada año por esta causa.

En general la supervivencia de los pacientes no supera el 20 a 25 por ciento pasados cinco años del diagnóstico. En los últimos años, la quimio y la radioterapia, antes y después de la cirugía, han mejorado un poco su evolución.

CARLOS F. FERNÁNDEZ
SONIA PERILLA S.
REDACCIÓN SALUD