Esto ocurriría en el momento en que la OMS subiera el nivel de alerta de Fase 5 a 6. Así lo acordaron la directora de la OMS, Margaret Chan, y representantes de 30 farmacéuticas.
Chan ha mantenido la alerta en 5, pese a la creciente presión recibida tras registrarse 1.000 nuevos casos de la enfermedad en el planeta (la mayoría en México y Estados Unidos), en solo 24 horas. De acuerdo con datos oficiales, ya hay 9.830 confirmados de AH1N1 en 40 países, incluidos 79 muertos.
Las especulaciones en torno a la producción del biológico surgieron desde el momento mismo en que se declaró la epidemia de nueva influenza en México, a fines de abril pasado.
Centros de investigación y laboratorios de todo el mundo emprendieron una carrera por ser los primeros en identificar, decodificar e inactivar el virus para elaborar la vacuna (un proceso que no dista mucho del que se lleva a cabo cada año para crear la vacuna contra la influenza estacional).
Varios laboratorios tienen el virus listo para producirla; de hecho, científicos surcoreanos aseguran haber avanzado hacia la fase de vacuna.
La discusión se centra ahora en si se produce o no y bajo qué condiciones se haría. Novartis, gigante farmacéutico suizo, aseguró tras la reunión con la OMS, que solo espera la orden para lanzar la producción de vacunas.
"Recibimos el virus y nuestros investigadores están modificándolo para empezar a producir una vacuna", precisó un portavoz del laboratorio, añadiendo que se necesitarán entre tres y cuatro semanas para empezar la producción efectiva.
Una de las cuestiones clave de la reunión fue el costo de la vacuna y la disponibilidad en los países pobres. Suresh Jadhav, portavoz de la Red de Productores de Vacunas de los Países en Desarrollo, aseguró al respecto que "nos hemos comprometido a entregar a las agencias de la ONU, al mínimo costo posible, un 10 por ciento de toda nuestra producción de vacunas contra la nueva gripa, si fuera necesario producirla".
Una fuente cercana a Ban Ki-moon, secretario general de la ONU, aseguró que "todavía no hemos decidido si es necesario fabricarla o no. (...) Es importante no tomar una decisión precipitada, porque existe un costo muy alto: el de dejar de producir la vacuna contra la influenza estacional".
Cómo se hace una vacuna
El primer paso es hacer crecer el virus de la influenza a gran escala en un medio óptimo (huevos embrionados desinfectados en este caso).
Este se inocula en ellos y se sellan; al cabo de 72 horas se extrae el que sería el líquido amniótico del huevo y se esteriliza, esto garantiza que al final del proceso no queden virus vivos. El producto resultante se prueba y se empaca.
Al entrar en el cuerpo los virus inactivos generan una respuesta inmunológica, que deja una memoria para cuando el virus verdadero ataque.
Enfermedades crónicas exigen más atención
Mientras los ministros de salud del mundo debaten sobre una posible pandemia de gripa A, que ha causado hasta la fecha 79 muertos, destacadas organizaciones de salud reclamaron en la Asamblea Mundial de la Salud que se atienda a la epidemia de enfermedades no transmisibles, que causa 35 millones de muertes cada año.
La Federación Internacional de Diabetes, la Unión Internacional Contra el Cáncer y la Federación Mundial del Corazón pidieron a la comunidad internacional "un aumento sustancial de la financiación y una mayor disponibilidad de los principales medicamentos" para tratar estas afecciones.
"Las enfermedades cardiovasculares, la diabetes, el cáncer y las enfermedades respiratorias crónicas causan más del 60 por ciento de todas las muertes que se producen en el mundo", explicaron en un comunicado conjunto.
GINEBRA (AFP Y EFE)