En Colombia, la mayoría de bebés nace en los meses finales del año, con una
tendencia creciente a partir de agosto. Anualmente nacen vivos, en promedio, 720.832
bebés y se estima, según cifras del Dane, que por cada 100 niñas nacen 105
niños. Sin embargo, estos últimos fallecen más en el primer año de vida: por
cada 100 niñas fallecen 130 niños, aproximadamente.
Cerca de 8.000 recién nacidos mueren cada año. “Una buena parte por causas
prevenibles y por un manejo inadecuado”, afirma Hernando Villamizar, presidente
actual de la Sociedad Colombiana de Pediatría.
Los recién nacidos –dice– fallecen principalmente por bajo peso y prematurez
(en gran medida por pobreza y mal cuidado prenatal), asfixia al nacer,
infecciones secundarias adquiridas en la unidad de cuidado neonatal y
malformaciones congénitas.
“Un poco más de la mitad de los infantes que mueren antes del primer año son
recién nacidos y la mayoría lo hace en la primera semana de vida”, indica
Villamizar. Según el Dane, para el 2006 se reportaron 6.753 fallecimientos de
bebés entre el nacimiento y los 28 días de vida.
Atención de la gestante “Con respecto a la mortalidad fetal o neonatal, se
estima que un alto porcentaje está definido por el estado de salud de la madre,
por la organización de los servicios de salud e, igualmente, por las
condiciones del feto”, dice el Ministerio de la Protección Social.
Aunque el control prenatal en el país ha aumentado, este no siempre es bien
hecho. De acuerdo con el doctor Villamizar, la detección oportuna de problemas
es limitada. En ocasiones, dice, ni siquiera se encuentra una buena información
e historia clínica en el momento del parto que ofrezca datos sobre la atención
prenatal de la madre.
Según el Ministerio, según información de los registros de natalidad para el
año 2006, el 4,4 por ciento de los nacimientos atendidos no tenía antecedente
de asistencia a controles prenatales.
Adicionalmente, aunque las normas existentes sobre la atención del embarazo
y el parto son buenas y suficientes, las fallas en la calidad de la atención se
encuentran en la competencia de los profesionales que están atendiendo los
partos y la provisión de equipos e insumos necesarios, sostiene Mary Luz Mejía,
asesora en salud sexual y reproductiva del fondo de Población de las Naciones
Unidas. “El sistema de salud puso exclusivamente en manos del médico la
atención de la gestación y el parto… La norma debería corresponder con la
excelencia de la formación del médico general, que no sucede en ciertos casos”,
afirma esta experta.
Otro elemento relacionado con el problema de calidad es el acceso a los
servicios. Aunque las EPS e IPS tienen la obligación de informar a los usuarios
sus derechos y la forma de acceder a ellos, esto no se cumple y muchas
gestantes no los conocen, dice Mejía.
Según el Ministerio de Protección, la calidad del parto en el país es buena
“dado que más del 90 por ciento de estos es atendido en una institución de
salud. Sin embargo, se debe reconocer que existen regiones en donde esa cifra
es inferior al promedio nacional, específicamente zonas con difícil acceso
geográfico, económico y cultural...”, concluye esta entidad.
- TRABAS EN LA ATENCIÓN MATERNA Estas son algunas de ellas: - Largas
distancias entre el lugar de residencia y el sitio donde se ofrecen los
servicios, afirma Sandra P. Rodríguez, coordinadora de la red social
maternoinfantil de la Secretaría Distrital de Salud.
- Carencia de insumos básicos en instituciones de baja complejidad, dice el
Minprotección.
- Fallas en cobertura de exámenes de laboratorio, acceso a ecografías y
consultas de alto riesgo.
- No hay reconocimiento oportuno de las complicaciones obstétricas en las
instituciones de baja complejidad, así como gestantes que desconocen signos de
alarma.
- Barreras de atención por mecanismos de contratación permitidos por el
sistema.
- MUERTE MATERNA En el país fallecen cada año cerca de 600 mujeres por
complicaciones del embarazo o el parto. La mayoría muere entre la última fase
del trabajo de parto y el nacimiento del bebé.
Las principales causas: enfermedad hipertensiva, hemorragias, infecciones de
diferente índole, parto obstruido, y aborto, principalmente