Meditar para sanar
Diciembre 08 de 2008
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Por Redacción de El País
y Agencia EFE
Científicos ingleses aseguran que la meditación es la mejor medicina para
tratar la depresión. Se abre el debate.
Los 340 millones
de personas que, según la Organización Mundial de la Salud, sufren de depresión
parece que ya pueden tratar su enfermedad sin necesidad de un tarro de
pastillas en la mesa de noche.
Científicos
ingleses apuntan a que la meditación resultaría más efectiva para enfrentarla.
Un estudio de la Universidad de Exeter, del Reino Unido, encontró que la
meditación haría frente a esa depresión que por años ha sido tratada con
drogas. Y con ayuda de técnicas budistas creó la 'Terapia cognitiva de la plena
consciencia' (Mbct, sus siglas en inglés).
Para
Willem Kuyken, miembro del Centro de Trastornos de la Conducta del alma máter y
el profesor que dirigió la investigación, el asunto es sencillo: los pacientes
deben centrarse en el presente, en vez de obsesionarse con el pasado y el
futuro. Eso les brinda calma.
Dos
grupos de londinenses sirvieron de ‘ratones’ de laboratorio para el revelador
experimento. Al primero se le trató con medicamentos y al otro con meditación
durante ocho semanas. El resultado: el 60% de quienes fueron tratados con
antidepresivos decayeron. Con meditación, el 47%.
Kuyken
señaló que los antidepresivos “funcionan mientras se toman y son eficaces para
reducir los síntomas”, pero añadió que “cuando se dejan de tomar se es muy
vulnerable a una recaída”.
¿Tratamiento
definitivo?
En
Cali la noticia fue recibida con voces a favor y en contra por parte de los
expertos. El psicólogo y psicoanalista Lucio David González dice que la
meditación serviría sólo si trata de depresiones leves como las asociadas al
duelo. “Si hablamos de las severas, es una enfermedad que tiene una raíz
biólogica; la persona está totalmente derrotada y abatida, sin deseos de hacer
nada. Y meditar requiere de interés, que es lo que precisamente le falta al
paciente deprimido”, explica.
Según
González, aventurarse en el tema es aún prematuro y falta investigar exactamente
para qué tipo de casos serviría la Mbct.
Sin
embargo, el estudio cuenta con el testimonio de Di Cowan –profesor de 53 años–
que tomó antidepresivos durante 15 años antes de llegar a la meditación. Hoy la
practica 4 ó 5 días a la semana. “Gracias a ella me he levantado frente a cosas
que antes me habrían derribado, me ayudó a pensar cómo superarlas”, indicó.
Sin
menos prevenciones se muestra también Marcelo Bulk, director internacional de
la fundación Brahma Kumaris, para quien la meditación “puede curar enfermedades
como el cáncer”. Pero advierte que “el objetivo no es suplantar la medicina,
sino que este campo sea un apoyo para sobrellevar las enfermedades y verlas
como algo positivo”, señala.
En
ese mismo sentido se pronuncia Érika Mariot, experta en inteligencia emocional
y programación neurolingüística. “Con la meditación se puede centrar la mente
en el presente, dejando de lado el pasado, lo que no se puede cambiar, y el
futuro, que no se puede controlar. Crea una forma de vivir en armonía con el
ser, lo que evita caer en las depresiones”, concluye.
El
arte de meditar: Abrirse a sí mismo
“A
través de la meditación la persona se conecta con algo y esta conexión le
genera cierto placer, una nueva energía”. Así lo cree Marcelo Bulk, director
internacional de Brahma Kumaris.
"Lo
que le brinda a la persona es la posibilidad de concentrarse con su ser
espiritual y esto le permite obtener poderes de la energía para superar
obstáculos y dificultades”, dice.
Bulk
ofrece varias recomendaciones. Primero, tomar un curso inicial de meditación y
elegir la técnica que más se acomode al gusto de cada persona. De esta manera
sentirá realmente los beneficios.
Luego
de conocer la meditación, hay que establecer una rutina y practicarla en la
casa y el trabajo, por lo menos durante dos minutos.
Al
momento de meditar hay que llenarse de pensamientos positivos y de calma. Así,
la persona tendrá un día exitoso y lleno de actitudes positivas.
Paso
a paso
· Escoja una
posición del cuerpo favorable y que no tenga que cambiar constantemente.
Siéntese y cruce un poco las piernas.
· Mantenga la
espalda erguida; no tensione los hombros ni el cuello.
· Repose las manos
sobre las piernas, puede poner una sobre la otra, cogerse o simplemente
mantenerlas relajadas.
· Elija un cuarto
oscuro para meditar. La luz no permite la concentración.
· Todo esto produce
relajación, liberación y silencio.
· Después de la
primera etapa de meditación, cuente ciclos de diez y repítalos de nuevo.
· Inhale y exhale
suave. La boca debe permanecer cerrada y la lengua pegada
al
paladar.
· Mantenga siempre
los ojos cerrados.
· Vacíe su mente.
Trate de no pensar.
· Al sentirse poco tensionado o relajado
totalmente, entenderá el significado real de la meditación y el cambio total
que ésta generará en su vida.