A partir de octubre los mangos, las manzanas y los bananos entrarán a
competir con las papitas fritas, los maicitos procesados y los jugos en caja.
Las instituciones educativas públicas y privadas estarán obligadas a darles un
lugar privilegiado en los estantes.
Así lo establece el proyecto de Acuerdo Tiendas Escolares Saludables, que
hace trámite en el Concejo de Cali y busca que una vez inicie el nuevo
calendario escolar los estudiantes de 336 escuelas y colegios públicos y 935
privados tengan una alimentación balanceada, luego de que estudios de la
Secretaría de Salud de Cali prendiera las alarmas ante el incremento de
problemas de sobrepeso en los menores.
Según esa dependencia, aunque los porcentajes de desnutrición en los niños y
adolescentes han disminuido, se presenta un aumento en el exceso del peso.
Una razón, según el Acuerdo, es que a la hora del descanso y del almuerzo
los estudiantes consumen los alimentos disponibles en las tiendas y
restaurantes escolares donde generalmente encuentran comidas de paquete,
gaseosas, frituras y dulces.
Estos alimentos que contienen grasas saturadas, ácidos grasos trans, sal, azúcar, y preservativos, por lo cual son
considerados alimentos con alta densidad calórico y
bajo valor nutricional, desplazan, debido a la baja oferta, a alimentos
saludables como frutas, verduras frescas, cereales integrales, semillas,
nueces, agua natural, quesos y yogures.
Aracely González, coordinadora de Salud Alimentaria de la Secretaría de Salud, asegura que la tarea
no es fácil. “Cambiar costumbres es duro, por fortuna tenemos a los docentes
como aliados y hemos venido capacitando a las personas encargadas de los
restaurantes en las institucio-nes
educativas para fortalecer la cultura de la alimentación sana en escuelas y
colegios”, dice.
El día de la fruta, mensajes que estimulan la ingesta de comida sana,
tiendas pintadas con colores llamativos, trabajo con las empresas
multinacionales y hasta paquetes de frutas o alimentos sanos con precios que
oscilan entre los 100 y 200 pesos, son algunas de las propuestas que empiezan a
plantearse en busca de una adecuada alimentación.
“La población llega cada vez más joven a la Universidad y lo hacen con
sobrepeso, además de tener una poca actividad física que acaba de aumentar los
problemas de salud. Lo que buscamos es evitar que esta tendencia siga en
aumento y esta norma que sale desde la misma administra-ción
municipal es una herramienta fundamental para empezar a cambiar esa realidad”,
explica González.
Hasta manual de nutrición El secretario de educación, Mario Hernán Colorado,
dice que en el caso de las instituciones públicas los rectores tienen la instrucción
de fijar en las cláusulas de los contratos con los casinos o tiendas escolares
el cumplimiento de la norma, pues no acatarla será motivo para cancelarlos.
La medida establece que los colegios deberán incrementar la oferta de
alimentos saludables e inocuos (que no producen daño), al tiempo que disminuyan
la oferta de alimentos con alta densidad calórica y
bajo valor nutricional.
Este proceso se debe darse en un plazo de seis meses una vez se publique el
acuerdo y se estima que un año la estrategia debe aplicarse completamente.
La Secretaría de Gobierno contará con una unidad operativa que a través de
rondas periódicas se encargará de vigilar el cumplimiento de la norma, al
tiempo que la Secretaría de Salud determinará qué están comiendo los más pequeños.
Pero el control no será solo de las vitrinas. Las instituciones educativas
deberán incluir en las asignaturas básicas los hábitos nutricionales saludables
y tendrán que elaborar un manual de nutrición, que permita conocer el menú que
se ofrece a los niños.
Luis Carlos Tenorio, presidente de la Asociación de Colegios Privados de
Cali, dice que desde antes de que empezara a concretarse la norma los colegios
privados ya venían trabajando en el tema. “Dentro del grupo de cafetería ya se
cuenta con nutricionistas en muchas instituciones. El consumo de comida
chatarra es un tema que empezó a preocupar al ver niños con gordura exagerada y
en alto riesgo de enfermedades como la hipertensión o la diabetes”, precisa el
educador.
La concejala Julie del Pilar Reina, ponente del
proyecto en la Comisión de Plan y Tierras, espera que la primera semana de
octubre esté lista la reglamentación para darle inició a esta medida que es
considerada urgente.