Las Otras Influenzas
¿Si no es la famosa nueva gripa, entonces qué es? Esta es la pregunta
que se hacen miles de colombianos que hoy están afectados por la llamada
influenza estacional.
En algunos casos los síntomas son de tal severidad que los agripados se resisten a creer que la suya sea una gripa
común.
Luis Jorge Hernández, epidemiólogo de la Secretaría Distrital de Salud
de Bogotá, asegura que el país todavía está en el pico estacional de la primera
parte del año, en el que circula, principalmente, el virus sincitial
respiratorio, que afecta a niños y adultos.
“La gripa estacional tiene una gran variabilidad; hemos podido detectar
que la de esta temporada en particular tiene un comienzo rápido y agudo. La gente
se queja de dolor de cabeza y de garganta, fiebre, dolor muscular, aumento del
flujo nasal, diarrea en algunos casos y un malestar general que tumba a los
afectados”, explica Hernández.
De acuerdo con el epidemiólogo, el segundo pico epidemiológico se registra
hacia mediados de año (con la circulación del adenovirus) y para el segundo
semestre (septiembre, octubre) se espera cada año la influenza estacional.
Pese a que la gente suele restarle importancia a la gripa, se estima que
cada año en el mundo fallecen, a causa de complicaciones como las neumonías,
alrededor de 600 mil personas; 37.000 de ellas en Estados Unidos y entre 8.000
a 10.000 en Colombia. Valga decir que cada año aproximadamente el 15 por ciento
de la población (casi 6,5 millones de personas) la padece.
¿Qué es la gripa?.
Es una enfermedad infecciosa y epidémica, de origen viral, que ataca el
cuerpo humano (especialmente al aparato respiratorio), produciendo dolor de
cabeza, fiebre, incremento en la secreción nasal, tos, irritación en la nariz y
en las vías respiratorias y una sensación general de malestar. Es muy
contagiosa y está causada por un virus que se difunde mediante la saliva
expulsada con la tos y los estornudos.
¿Qué la causa?.
Los virus. Se conocen diferentes tipos, pero los que habitualmente
enferman a las personas son los virus de la influenza A y el virus de la gripa
B. Del A se conocen varios subtipos. Los que circulan entre la población desde
1977 son el H1N1 y el H3N2.
El virus de la gripa tiene una gran capacidad para experimentar cambios
antigénicos (mutaciones), lo que causa la aparición de nuevas cepas. Esta
variabilidad es lo que condiciona el surgimiento y las características de las
epidemias estacionales y son la razón por la que, cada año, debe replantearse
la composición de la vacuna.
¿Cómo se contagia?.
La forma más común de contraer la gripa es inhalando gotitas
provenientes de la tos y los estornudos. Con menos frecuencia, se propaga
cuando uno toca una superficie, como el mango de un grifo o un teléfono en el
que está el virus, y luego se toca la boca, la nariz o los ojos. Los síntomas,
que aparecen tras un período de incubación de uno o dos días, suelen
desaparecer entre los 3 a 5 días luego de manifestarse.
¿Cómo se diagnostica?.
No se necesitan pruebas de laboratorio para diagnosticar una gripa, que
se distingue de un resfrío común por la fiebre alta y la intensidad del
malestar. Además, la gripa es generalmente epidémica, lo que constituye una
especie de advertencia.
¿Quiénes están en mayor riesgo? .
Aunque cualquier persona puede contraer la gripa, ciertas poblaciones
tienen un riesgo más alto de contraerla y desarrollar sus complicaciones.
Estos grupos incluyen todos los niños desde los 6 meses a los 5 años,
los adultos de 50 años y más y cualquier persona con una enfermedad crónica,
como diabetes, asma o enfermedad cardiaca.
¿Cuando pasa a ser un problema grave?.
Una gripa puede complicarse levemente dando lugar a infecciones
respiratorias altas como la otitis, la sinusitis y las bronquitis agudas.
También puede desembocar en neumonías e infecciones respiratorias graves
normalmente ocasionadas por gérmenes distintos del virus de la gripa (bacterias
del tipo neumococo y estafiloco) o por el propio
virus –lo cual ocurre rara vez– dando lugar a una neumonía gripal igualmente
grave.
En estos casos el enfermo, al quinto o sexto día de evolución, en lugar
de mejorar sufre un brusco empeoramiento con una nueva subida de la fiebre,
dolor en el costado y tos con expectoración rojiza.
Cuando el examen médico y la radiografía resultan compatibles con el
diagnóstico de neumonía, a menudo es necesaria la hospitalización