No saber limpiar los lentes de contacto genera pérdida de vista y perforaciones en la retina

Los malos cuidados provocan que virus y bacterias se reproduzcan en los lentes e infecten rápidamente distintas partes del ojo.

En lo que va del año 3.000 estadounidenses sufrieron perforaciones en la retina o cicatrices en el ojo y otros 150 perdieron la vista por no saber cómo limpiar sus lentes de contacto permanentes.Así lo destacó un informe de la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA), de Estados Unidos.

"La mayoría de las infecciones se dan porque la gente no utiliza bien la solución para limpiar los lentes. Esta debe desecharse al terminar la limpieza; siempre hay que usar una nueva; pero muchos utilizan el mismo líquido varias veces, cuando los químicos que combaten hongos y bacterias ya no funcionan", aseguró Bernard Lepri, de la División de Revisión de Dispositivos Oftalmológicos de la FDA.

Por eso la FDA diseñó un reglamento para los fabricantes de limpiadores, que les obliga a incluir en su etiquetado el tiempo máximo que puede durar el líquido antes de perder su vida útil.

El oftalmólogo Diego Mena señaló que "hay gente que no lava el dispositivo donde se guardan los lentes. Hay que lavarlo al menos una vez a la semana, lavarse las manos y cambiar el líquido una vez al día. No basta con echar el líquido y ya, hay que cuidarlo; si se expone a mucha luz, altas temperaturas o se reutiliza, pierde la eficacia", dijo.

Tratamiento láser contra la presbicia

Una nueva operación se ha ensayado en varios pacientes con buenos resultados.

La presbicia, más conocida como la enfermedad de la vista cansada, es el proceso natural de envejecimiento de una parte del ojo denominada cristalino. Los síntomas consisten en una dificultad para enfocar bien de cerca y comienzan a acentuarse en torno a los 45 años, más en hombres que en mujeres.

El 40 por ciento de la población del mundo padece presbicia, en Latinoamérica hay 115 millones de personas con ella y cada año aumenta en 3 millones. Se dice que en el 2010 habrá aproximadamente 145 millones de personas con presbicia en el mundo.

Las estadísticas también indican que un gran porcentaje de personas mayores de 45 años no utilizan ningún sistema de compensación visual, a pesar de que los oftalmólogos insisten en que todos los que superen esa edad deberían usarlos, precisamente por llegar a la época de la vida en la que se padecen más enfermedades y dolencias visuales.

En cuanto a los jóvenes, sólo un 45 por ciento acude a revisiones periódicas o utiliza gafas de protección solar. El oftalmólogo español Humberto Carreras es más radical en relación con el problema y considera que la presbicia afecta al "ciento por ciento de la población", a partir de los 40 ó 45 años, sin hacer distinciones de sexo o de raza.

El especialista explica que el debilitamiento progresivo del músculo que acomoda el cristalino para el enfoque no es una cuestión patológica sino un fenómeno fisiológico del que "nadie escapa porque sobreviene con la edad".

La evolución de la vista cansada, según Carreras, llega hasta los 65 años, cuando se necesitan gafas de cerca de tres dioptrías, porque el músculo ha perdido totalmente su capacidad de enfoque.

Es por ello que los pacientes comienzan a usar gafas de poca graduación, pero se ven obligados a actualizarlas cada año con dioptrías que se suman a otras deficiencias anteriores, como miopía o astigmatismo. De ahí que necesiten dos gafas (de lejos y de cerca) o unas bifocales. 

Una nueva alternativa

Pero no todo son malas noticias en torno a esta condición. La nueva técnica para solucionarla, presentada recientemente, se practica con un láser de fentosegundos, con el que se crean una serie de anillos concéntricos en el estroma (tejido conjuntivo) de la córnea para modificar su curvatura y posibilitar así que el paciente pueda ver de cerca.

Es algo así como si en vez de introducir un lente en el ojo, como se hace en otros casos, ese lente se creara con láser dentro de la córnea. En un congreso oftalmológico en Alicante (España), se aseguró que la medicina visual más avanzada se enfrenta en la actualidad al doble reto de conseguir que "el ojo normal vea mejor y que el dañado vea bien". Un desafío aceptado por los especialistas.

El estadounidense Raymond Applegate, uno de los máximos especialistas en cirugía refractiva, comentó que es muy importante la profundización en el "conocimiento de la biomecánica del ojo, ya que es un tejido vivo que cambia con los años y un campo desconocido". "El sistema visual humano se inicia en el ojo, pero termina en el cerebro, y cada cerebro es distinto. Por ello, hay que llegar a esa fase neural para saber cómo se percibe la visión por parte del ser humano", señala Applegate.

Cuando hay que usar lentes

Mientras tanto, y a falta de un protocolo común, el mercado ofrece más de mil lentes distintos para combatir los problemas oftalmológicos. Los más populares son los monofocales, para ver de lejos; los multifocales, para ver de cerca y de lejos, y los llamados 'tóricas', que corrigen el astigmatismo.

Los últimos lentes que han salido al mercado son los ajustables, que pueden modificar la graduación del lente si no se ha podido corregir del todo una miopía en la operación. En el congreso de Alicante se hizo también referencia a lentes utilizados en la ingeniería espacial y desarrollados para ver mejor las estrellas y los planetas. De acuerdo con los expertos, en el futuro podrían aplicarse al estudio de la visión

LA NACIÓN (COSTA RICA)                                                           Efe Reportajes