Cómo
criar a niños felices / La importancia de la lactancia como lazo afectivo
Por María Carolina Sánchez T. /
Sicóloga especialista en primera infancia
Al
nacer, el bebé busca instintivamente el pecho de la madre no sólo para saciar
su hambre, sino también para buscar su calor y cercanía.
Ella,
por instinto, le dará protección incondicional a su hijo. La lactancia materna,
además del sinnúmero de beneficios físicos para madre e hijo, es el camino
seguro para un desarrollo físico y sicológico sano y
para un inicio de la vida con la protección adecuada para el desarrollo del
bebé.
La
lactancia, más allá del aspecto nutricional, es un estilo de vida en donde
prima el apego del bebé con sus padres, como motor de la vida familiar.
Varios
estudios han demostrado que cuando este apego a través de la lactancia se da de
forma armoniosa, la incidencia de maltrato infantil por parte de los padres se
reduce drásticamente, ya que este primer vínculo, o bonding,
crea un lazo de protección para toda la vida.
Amamantar
le permite a la madre brindarle al pequeño las herramientas primordiales para
un desarrollo emocional con una base segura.
Una
buena nutrición y un buen desarrollo de defensas comienzan con la práctica de
la lactancia, fundamento de una crianza basada, además, en la prevención y
promoción de la salud física y mental del bebé en el futuro.
La
sociedad actual, a pesar de los cambios y virajes del siglo XXI, se beneficia
indiscutiblemente de la promoción de la lactancia materna en todos los sectores
sociales.
Sin
embargo, las múltiples demandas a la mujer y a la familia promueven, en algunas
ocasiones, la cultura del “desapego”. Prontamente,
las mujeres dejan de amamantar, optan sin necesidad por los biberones, dejan a
los bebés al cuidado de personas diferentes y se evita el contacto físico.
Este
tipo de situaciones van en contra del instinto natural de la madre y del bebé
de estar juntos y representan contradicciones y dificultades emocionales tanto
para ella como para su hijo.
En
este sentido, se ponen en tela de juicio los tiempos de licencias y los
estándares sociales que apuntan a que ambos se separen más pronto de lo
conveniente.
El
escenario ideal para una sociedad como la nuestra es buscar el respeto por este
primer apego, primordial para la gestación de niños y adultos sanos
sicológicamente.