Jóvenes pasan menos de una hora a
la semana con sus padres, dice encuesta que será revelada hoy
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Archivo-EL TIEMPO
Un
57 por ciento dijo que ha copiado en algún examen escolar.
El
estudio, realizado por la Organización One Hope, con el apoyo del Ministerio de Educación, da cuenta
de que eso sucede con el 70 por ciento de los muchachos consultados.
El
estudio, titulado 'Creencias y comportamientos de la juventud en Colombia',
indagó a 3.668 muchachos de zonas urbanas y rurales de 9 ciudades (entre ellas
las principales capitales), con edades entre los 13 y los 18 años.
Según Gloria García, psicóloga e investigadora que coordinó el estudio, los
resultados indican que los jóvenes ya no ven a los adultos como orientadores y
esto los está poniendo en problemas ante la cantidad de información y de
opciones a las que tienen acceso, a través de los medios de comunicación y los
grupos sociales.
"Sobre todo los chicos que viven en la ciudad tienen un nivel muy bajo de
comunicación con sus padres y están más influenciados por factores externos,
que si bien contienen información valiosa, deben estar orientados",
manifestó García.
En la investigación también se encontró que el 70 por ciento de los encuestados
piensan que infringir la ley está bien y que el 26 por ciento de los menores,
entre los 13 y los 15 años, ya ha tenido relaciones sexuales.
Otro de los datos preocupantes que encontró el estudio es que el 24 por ciento
de los jóvenes había tenido pensamientos suicidas durante los tres meses
anteriores a la encuesta y un 16 por ciento había intentado consumarlo.
García también se mostró preocupada porque los jóvenes tienen costumbres no muy
sanas, pues el 57 por ciento afirmó que había copiado en algún examen, el 35
había apostado dinero y el 30 había bebido alcohol hasta emborracharse.
Para ella, la carencia de modelos de vida, generada por la falta de tiempo de
los padres para estar con ellos, es contraproducente.
"El problema es que los jóvenes tienen una gran libertad, aparatos
electrónicos para comunicarse y acceso a mucha información, pero están
sumamente solos en medio de todo esto y eso es lo que desemboca en los
pensamientos suicidas y otros comportamientos peligrosos", dijo.
Sin embargo, la experta aseguró que la respuesta no es "taparles los ojos,
ni amarrarlos a la cama" y agregó que tanto la represión como el abandono
son extremos desalentadores, que llevan a los menores a la confusión.
"Lo que tenemos que hacer es volver al papel de orientadores, sin dejar de
lado el de amigos. Los padres tienen que retomar el liderazgo de las familias
para indicarles los caminos correctos y para que ellos tomen decisiones
responsables sobre su vida".
MEDELLÍN