Estudio
revela que la infertilidad se puede adquirir desde la formación en el útero
Con esta investigación de células ováricas adultas y
células embrionarias, además, se encontró que la inestabilidad en los
genes se transmite.
El
daño en las células del ovario pasa de una generación a otra. De igual modo, en
el periodo fetal las células que darán origen a los ovarios o a los testículos
son expuestas a un ambiente adverso que puede generar inestabilidades genéticas
que aumentan de forma progresiva con el paso del tiempo y que en la edad
reproductiva darían lugar a cáncer o a infertilidad.
Estas
son las conclusiones de una investigación adelantada por la genetista Clara
Inés Esteban y el ginecoobstetra Harold
Moreno Ortiz, quienes adelantan un doctorado (Ph. D.)
en genética reproductiva en la Universidad de Mississippi
(Estados Unidos).
Dado
que las investigaciones ligaban siempre la infertilidad al cáncer, el foco de
estudio de estos expertos se basó en dicha premisa y estuvo dirigido al estrés oxidativo; es decir, al daño celular provocado por el medio
ambiente que nos rodea (radiación solar y química, alimentos con exceso de
preservativos, medicamentos, consumo de alcohol y cigarrillo).
En
el laboratorio, los doctores Esteban y Moreno quisieron verificar la
sensibilidad de células adultas ováricas normales y cancerosas al estrés oxidativo, para lo cual las expusieron a diferentes
concentraciones de peróxido de hidrógeno (agua oxigenada) –componente que rompe
el ADN–. Este se produce cuando las mitocondrias (organelos
de la célula) no metabolizan bien las sustancias y
nutrientes que llegan al cuerpo (es decir, no las transforma en energía y agua
y esta última se une al oxígeno y se convierte en peróxido) debido al mal
funcionamiento de genes relacionados con dicha función.
Para
indagar lo que pasaba a nivel embrionario, usaron embriones de ratones y
extrajeron las células que dan origen al ovario o al testículo.
Falla
genética
“A bajas concentraciones de peróxido se inicia la inestabilidad genómica y a altas concentraciones, se acumula. Si todo
funciona perfectamente, hay otras sustancias que la metabolizan.
Los ratones que utilizamos son deficientes en dos proteínas que sintetizan
dicho componente”, explica la doctora Esteban.
“Son
dos hallazgos importantes e interesantes y, a la luz de estos resultados, hemos
establecido que existe una falla total de la maquinaria de reparación del
genoma en este tipo de células fetales y adultas.
“En
cuanto al desarrollo de cáncer, descubrimos que ciertas mutaciones –producidas
por el estrés oxidativo– en genes encargados de
prevenir la enfermedad pueden hacer que se silencien y la célula se reproduzca
de forma descontrolada y desarrolle cáncer. En la infertilidad, esas mutaciones
se presentan en genes que tienen que ver con la producción mensual del óvulo”,
explica el doctor Moreno.
Si
falla o no es viable un gen involucrado en la reparación del ADN, producto del
daño celular secundario al medio ambiente nocivo, los mecanismos de
identificación del daño no van a ocurrir y la mutación se va a mantener o a
aumentar.
Con el estudio se busca diagnosticar el riesgo que tiene una persona de
presentar cáncer o infertilidad.
Otras
causas de infertilidad
Hábitos como el cigarrillo, el ejercicio en exceso, las dietas restrictivas,
los trastornos alimentarios y la promiscuidad están afectando la capacidad
reproductiva de las mujeres.
Según la Encuesta Nacional de la situación nutricional en Colombia (Ensin), del 2005, hasta el 50 por ciento de las mujeres
colombianas tiene trastornos de peso.
“Hoy en día, la mujer sufre de infertilidad por obstrucción de las trompas de
Falopio debido a infecciones adquiridas por transmisión sexual... También
ciertas patologías ginecológicas benignas, como los miomas en el útero, que
evitan que el óvulo, en caso de ser fertilizado, se pueda implantar” , dice el ginecoobstetra Harold Moreno.
En el caso de los hombres, las mutaciones o pérdida de genes en el cromosoma Y,
daño genético que queda en el ADN y que pasa de una generación a otra, es una
de las causas de infertilidad.
Por
Andrea Linares G. .
Redactora ABC del bebé