El drama de la infertilidad masculina
Junio 28 de 2009


En un porcentaje alto la causa de la imposibilidad de engendrar es culpa de los hombres.

La reveladora cifra salva de toda la culpa a la mujer y pone en evidencia una incapacidad que a menudo se ocultaba o pasaba alegremente por alto porque lastimaba el orgullo masculino.

Pero la verdad es que según la Red Latinoamericana de Reproducción Asistida las causas de infertilidad, en un 35%, se atribuyen al hombre. Así en Colombia, como en el resto del mundo.

Y lo peor de todo es que el dato tiende a aumentar por cuanto cada vez es más frecuente que la pareja aplace la concepción mientras cumplen otro tipo de metas como culminar carrera y conseguir un determinado respaldo económico. Por si fuera poco, de 100 parejas que intentan tener hijos, entre el 10 y el 15 % presentan problemas para lograrlo.

Para el ginecobstetra y andrólogo del Centro Médico Imbanaco, Enrique Herrera, entre los factores que más propician alteraciones en la fertilidad de los hombres se destacan las paperas mal atendidas, los pantalones y calzoncillos muy ceñidos, golpes en los testículos, inflamación testicular, el consumo de licor, cigarrillo y sustancias psicoactivas, infecciones, quimioterapia y el varicocele (inflamación en el escroto causada por venas varicosas por lo cual la sangre no puede retornar bien desde los testículos al organismo).

Fuera de lo anterior, la diabetes, el exceso de peso y algunas medicaciones antihipertensivas también suelen afectar la erección y la fertilidad varonil.

El mismo especialista Herrera anota que “aunque el hombre puede fecundar hasta los 65 años, lo cierto es que el problema radica en la calidad y en el número de los espermatozoides”.

A juicio de la genetista Paula Hurtado, los traumas en la fertilidad del hombre se “pueden dividir en alteraciones cromosómicas puntuales, que afectan el número de espermatozoides, y en síndromes genéticos como la fibrosis quística: una enfermedad con mutación en el gen CFTR, que puede llevar a ausencia congénita de los conductos deferentes, por los cuales pasa el semen”.

De modo que bien por un número insuficiente de espermatozoides como por una calidad deficiente de los mismos, provocan el drama de la infecundidad en ellos.

Pero no todo está perdido para los aplazados y no menos esforzados parejos. Como la ciencia y la técnica corrigen casi todo, Rafael Camacho, especialista en infertilidad, Jefe de Unidad de Medicina Reproductiva del Centro Médico Imbanaco, advierte que existen diversos tipos de tratamiento para recuperar la fertilidad. Algunos de ellos son los hormonales, a partir de medicamentos que estimulan la espermatogénesis. Los quirúrgicos, como por ejemplo corrección del varicocele.

Otros métodos contemplan las cirugías reconstructivas para problemas de obstrucción y las técnicas de reproducción asistida (inseminación artificial, fertilización in Vitro).

Entre el 10 y el 15% de las parejas en Colombia están siendo afectadas por el problema de la infertilidad. El 40% tiene origen en la mujer, mientras que el 35% corresponde al hombre.
De otro lado, los expertos recomiendan seguir ciertos hábitos sanos de vida que les permitan a los hombres mantener una pauta preventiva.


Por eso es fundamental tener una dieta balanceada, compuesta por verduras y vegetales que incluyan las vitaminas C, B y D, sustancias estas antioxidantes que mejoran las espermatogénesis. Y definitivamente, insiste Paula Hurtado “evitar el consumo de alcohol y tabaco”.

Desde el punto de vista laboral, es aconsejable no estar muy expuesto a radiaciones, químicos y pesticidas.

Así que la infertilidad masculina no es precisamente el acabose, pues de acuerdo con el ginecobstetra Eduardo Otero, en cerca del 80% de los casos se puede identificar la causa, y con un diagnóstico adecuado la pareja puede intentar su práctica sexual con el fin de engendrar.

Si lo anterior falla, las técnicas de reproducción asistida son el último y seguro recurso para fundar una familia.

Un milagro in Vitro

La fertilización in Vitro con micromanipulación consiste en estimular a la mujer con medicamentos para que produzca varios óvulos (normalmente produce un óvulo). Cuando los óvulos alcanzan un tamaño determinado, la paciente se lleva a cirugía y bajo visión ecográfica se extraen en laboratorio.

El hombre, a su vez, ofrece una muestra de semen a través de masturbación para luego tomar un espermatozoide

y microinyectarlo en el óvulo. A las 24 horas se visualiza la fertilización para entonces transferir los embriones al útero.

¿Qué exámenes se recomiendan?

El examen más importante para combatir la infertilidad es el espermograma, que sirve para hacer el diagnóstico de oligospermia o azpoospermia; se recomienda a los hombres que no han podido tener hijos, para conocer si el problema de la pareja es de tipo masculino. Si la pareja desea consultar por problemas de fertilidad, generalmente es la mujer quien inicia el control con su ginecólogo y éste a su vez ordena el examen de semen del marido. El hombre debe ser controlado por un especialista. En estos casos se recomienda un urólogo, sobre todo cuando se encuentra un factor marcado de infertilidad.

No es lo mismo

Infertilidad y esterilidad son dos conceptos distintos. El primero tiene lugar cuando la pareja intenta engendrar un hijo en un período determinado, con la frecuencia de relaciones suficientes y no se logra la concepción.

La esterilidad es la imposibilidad de llevar a término un embarazo, es la incapacidad total de concebir un hijo. En este caso la opción es recurrir a un donante de semen anónimo.