Dos de cada cinco mujeres mayores
de 35 años padecen de incontinencia urinaria
La
incontinencia urinaria suele afectar la vida social de las personas. Existen
diversos tratamientos para enfrentarla.
La
mitad de las personas afectadas no consultan por vergüenza, aun cuando hay
tratamiento para todos los casos. Según con la OMS, más de 200 millones de
personas tienen esta condición.
Y si
bien incontinencia urinaria -que consiste en una pérdida involuntaria de la
orina al caminar, correr, reírse, toser, hacer ejercicio o cambiar de posición-
puede afectar a cualquier persona, las mujeres tienen el doble de posibilidades
de desarrollarla que los hombres.
El
urólogo Jorge Carbonell González, presidente de la Sociedad Colombiana de
Urología (SCU), sostiene que el 25 por ciento de las mujeres entre los 35 y los
55 años la padecen, frente a un 15 por ciento de los hombres mayores de 50
años.
La
pérdida involuntaria de orina puede presentarse como una condición temporal o
ser el resultado de una enfermedad. Los síntomas de esta disfunción, que
aumenta con la edad, pueden variar desde la fuga de algunas gotas hasta la
salida abundante e incontrolable de ésta.
Lo
curioso es que si bien este problema de salud puede llegar a afectar en forma
severa la calidad de vida, muy pocas personas consultan con el urólogo para
solucionarlo.
Al
parecer, la vergüenza, el temor a hacer inversiones riesgosas y costosas y las
falsas creencias de que esto no tiene arreglo o que la incontinencia es parte
normal de la vida, a partir de cierta edad, evitan que la mayoría de los
afectados reciban tratamiento oportuno, señala el urólogo Mauricio Plata
Salazar, secretario ejecutivo de la SCU.
No
tratarla -insisten los especialistas- puede restringir la vida social de quien
la padece y desembocar en depresiones, úlceras e infecciones urinarias,
generadas por la humedad permanente.
Mujeres,
las más afectadas
La
vejiga es el órgano que contiene la orina. La incontinencia urinaria ocurre
cuando se pierde el control de la vejiga. Esto sucede, en la mayoría de los
casos, cuando los mecanismos de sostén o soporte de este órgano se pierden,
generando escape de orina con el esfuerzo.
En
otras palabras, si los músculos que mantienen la vejiga cerrada se debilitan se
produce incontinencia urinaria de esfuerzo. Según el urólogo Mauricio Plata
Salazar, el que este mal se presente más en mujeres, sobre todo a edades
avanzadas, se relaciona con antecedentes de partos y la menopausia.
En
el caso de los hombres, las operaciones de próstata, las infecciones urinarias,
la disminución de los niveles de estrógeno y la ansiedad o nerviosismo pueden
producirla.
También
puede presentarse en personas que tengan problemas neurológicos, como
esclerosis múltiple, Parkinson, enfermedad cerebrovascular
y diabetes.
¿Y
el tratamiento?
Hoy
existen herramientas diagnósticas para determinar las causas y el tipo de
incontinencia y establecer el tratamiento más adecuado.
Este
puede incluir la práctica de ejercicios para fortalecer los músculos del piso
pélvico, electroestimulación de esta zona, uso de fármacos específicos,
aplicación de toxina botulínica y cirugías ambulatorias con incisiones mínimas.
Consulte
con el urólogo si...
-
Tiene sensación de pérdida involuntaria de orina asociada a una urgencia de ir
al baño por miedo al escape.
- Sufre
pérdida de orina al hacer algún esfuerzo (caminar, correr, toser, ejercicios
físicos o cambios súbitos de posición) o sin él.
- Debilidad
del chorro urinario.
- Sensación
de no evacuar completamente la orina después de haber orinado.
- Despertarse
varias veces en la noche para ir al baño.
REDACCIÓN
SALUD