Reducir el consumo de sal en personas hipertensas es una de las medidas no
farmacológicas más recomendadas por los médicos, pues ha demostrado ser útil
para bajar la presión arterial.
¿Pero les habló el médico a esos pacientes sobre la importancia de bajar los
kilos de más, mantener un peso saludable y optar por una alimentación rica en
vegetales? “Es cierto que la reducción del consumo de sal tiene un efecto
positivo sobre la presión arterial, pero ese efecto no es tan grande como el
que tienen bajar de peso y adoptar una dieta rica en frutas y verduras, y en la
que los productos lácteos sean descremados”, dijo Suzanne
Oparil, ex presidenta de la Asociación Americana del
Corazón y de la Asociación Americana de Hipertensión (EE.UU.).
Se considera que la presión arterial normal de un adulto es de 80 milímetros
de mercurio (mm/Hg).
Mientras que la reducción del sodio permite bajar la presión arterial entre 2 y
8 mm/Hg, cada diez kilos
que baja de peso un hipertenso que está excedido redunda en una reducción de
entre 5 y 20 mm/Hg.
En cuanto a la adopción de una dieta como la mencionada por Oparil, su impacto es una caída que oscila entre 8 y 14 mm/Hg.
De acuerdo con Oparil, la razón por la cual se
hace más énfasis en la reducción del consumo de sal que en medidas tan
efectivas como mejorar lo que la gente come, es que “adoptar una dieta más sana
demanda más esfuerzo que bajar el consumo de sal, y siempre se ha buscado hacer
llegar mensajes fáciles de adoptar a la gente. Además, reducir la ingesta de
sal es de gran importancia en hipertensos con otras afecciones cardíacas o
renales”. Sin embargo, agregó Oparil, “en el paciente
hipertenso medio es mucho más importante bajar de peso”.
Buena parte de las evidencias en favor de lo dicho por Oparil
provienen del llamado estudio Dietary Approaches to Stop Hypertension, Dash (Abordaje
Dietario para Detener la Hipertensión).
Ese estudio del Instituto del Corazón, el Pulmón y la Sangre de E.U. mostró que adoptar una dieta a base de frutas y verduras,
que incluya productos lácteos descremados, con pocas grasas saturadas, es una
gran aliada contra la hipertensión (ver recuadro).
“De algún modo ese -dice Pablo Rodríguez, director del Consejo Argentino de
Hipertensión Arterial- este tipo de dieta presupone un bajo contenido de sal,
pues se basa en alimentos frescos, no procesados”.
- ALGUNOS PASOS PARA EMPEZAR A CAMBIAR LA DIETA La dieta Dash
busca reducir el protagonismo de carnes rojas, grasas animales, dulces y
bebidas azucaradas y pone énfasis en los granos enteros, el pollo, el pescado y
las nueces.
Si come una o dos porciones de vegetales al día, agregue una más en el
almuerzo y otra en la comida.
Si no come fruta, incorpore una como postre o entre comidas.
Reduzca a la mitad su consumo de mantequilla o margarina.
Incremente su consumo de productos lácteos descremados. Remplace con estos
las gaseosas y los refrescos entre comidas.
Reduzca poco a poco la ingesta de comidas rápidas o procesadas.
Recuerde que estas medidas sirven incluso a quienes toman fármacos para la
hipertensión; hay casos en los que podría reducirse la cantidad de medicamentos
a tomar