Otra Consecuencia De La Crisis Económica Y Los Altos Precios De Los Alimentos El Hambre Agobia A Más De Mil Millones De Personas En El Mundo

ROMA (Efe y AFP) Una de cada seis personas en el mundo vive con hambre, es decir 1.020 millones de seres humanos en todo el planeta, la mayor cifra en toda la historia.

Así lo anunció ayer la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) al divulgar un preocupante informe realizado con el Programa Mundial de Alimentos (PMA) y del Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA).

Según afirmó Jacques Diouf, director de la FAO, gracias a la “peligrosa mezcla de crisis económica y altos precios de los alimentos” el año pasado 100 millones de personas entraron en la categoría de hambrientos, lo que supuso “un incremento del 11 por ciento”.

Diouf aseguró que en el 2008 creció el número de hambrientos “en todas las regiones del mundo”, incluido el grupo de los países desarrollados donde el incremento, del 15,4 por ciento, fue el mayor del planeta.

Campesinos, los más afectados Sin embargo, las estimaciones, basadas en un estudio del Departamento de Agricultura de Estados Unidos, señalan que “la mayoría de las personas desnutridas viven en países en vías de desarrollo”.

Unas 53 millones de personas ingresarán en el 2009 al umbral de aquellos que sufren hambre en América Latina y el Caribe, pese a que era esta la única región donde se habían registrado señales de mejoría en los últimos años.

Las cifras llegan a 642 millones de hambrientos en Asia y el Pacífico, 265 millones en África subsahariana, 42 millones en Medio Oriente y África del Norte y 15 millones en los países desarrollados.

“Muchos de los que sufren pobreza y hambre en el mundo son pequeños campesinos” y agricultores, señaló, por su parte, Kanayo Nwanse, presidente de Fida.

El hambre llega a su límite Estos datos dan muestras de “la fragilidad y vulnerabilidad del sistema alimentario mundial”, que ha llegado a una situación “más allá de las proporciones humanitarias”, señaló Diouf.

Por eso, “la lucha contra el hambre debe ser una prioridad de la agenda internacional”, advirtió por su parte Josette Sheeran, directora ejecutiva del PMA.

Ante el hambre, explicó, existen tres opciones: “protestar, migrar o morir”.

Por eso, Diouf diagnosticó necesario crear “un nuevo orden alimentario mundial” y puso su esperanza en una conferencia mundial sobre alimentos que se desarrollará en noviembre de este año.

Sube más el precio de alimentos Este es “un problema político”, dijo, ya que en el 2050 habrá que “alimentar a la población mundial”, que entonces alcanzará los “9.200 millones de personas”.

Y de acuerdo con el informe de perspectivas para el período entre el 2009 y el 2018 de la FAO y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (Ocde), en los próximos 10 años los alimentos básicos serán, en promedio, al menos un 20 por ciento más caros en términos reales de lo que lo fueron entre 1997 y el 2006.

En ese sentido, la FAO estima que, ante las proyecciones demográficas y de ingresos, habrá que elevar la producción mundial de alimentos en más del 40 por ciento de aquí al 2030 y en un 70 por ciento en el horizonte del 2050.

En otras palabras, esto significa que se deberían cultivar 1.600 millones de hectáreas más que se añadirían a los 1.400 millones actuales.

“El repunte de la inseguridad alimentaria pone de relieve la necesidad de encarar las causas profundas del hambre con rapidez y eficacia”, señala la organización, porque, como dice Sheeran, de PMA, “un mundo con hambre es un mundo peligroso”.

Los desastres naturales como las crisis económicas y políticas llevan a millones de personas a correr tras la ayuda humanitaria para calmar el hambre. Esta imagen es de Haití.

AFP / Archivo -EL TIEMPO.

PREOCUPA SITUACIÓN DE PRIMERA INFANCIA EN EL PAÍS.

La Encuesta Nacional de Situación Nutricional en Colombia (Ensin, 2005) mostró la necesidad de que se mejore la disponibilidad de alimentos y el acceso a ellos.

El estudio, hecho entre 117.205 personas menores de 70 años, halló datos preocupantes relacionados con la seguridad alimentaria de los colombianos y sus problemas nutricionales. El 40,8 por ciento de los 17.740 hogares estudiados presentan niveles leves a severos de inseguridad alimentaria, es decir que al ser encuestados dijeron no tener dinero suficiente para alimentar a todos los miembros del hogar.

Esta situación fue evidenciada en seis de cada diez familias de las áreas rurales. El hallazgo explicaría las severas deficiencias nutricionales que, de acuerdo con Ensin, afectan a la primera infancia.

En Colombia el 33 por ciento de los pequeños de uno a 4 años padece anemia, lo mismo que el 38 por ciento de los niños entre 5 y 12 años. El 33 por ciento de las mujeres en edad reproductiva, y el 45 por ciento de las gestantes, presentan deficiencias de este tipo, lo cual influiría en el hecho de que el 53 por ciento de los bebés de un año también sean anémicos.

Recientemente Paul Martin, representante de la Unicef en Colombia, aseguró que en el país fallecen cada año cerca de 5.000 niños por causas asociadas a la desnutrición. El dato no se aleja de lo manifestado por Hernando Villamizar, presidente de la Sociedad Colombiana de Pediatría, quien estima que este problema es el responsable de la mitad de los males que matan a los menores de 5 años en el país.

La directora de Bienestar Familiar, Elvira Forero, se atiene a cifras arrojadas por el último censo del Dane según las cuales entre el 2003 y el 2005 se presentaron en Colombia entre 580 y 700 muertes de menores de 5 años por desnutrición. Otra cifra oficial reporta 370 muertes por desnutrición en menores de un año, en el 2006.

Mientras las cifras se aclaran, un proyecto de ley que busca establecer un marco legal que garantice la seguridad alimentaria y nutricional para los colombianos, superó su primer debate en el Senado. El senador Arturo Char, coautor de la iniciativa, dijo que el objetivo es garantizar una alimentación adecuada y saludable para la primera infancia.

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millones de personas en Latinoamérica y el Caribe pasan hambre crónica, de acuerdo con el informe presentado por la FAO.