Grandes Avances Que Auguran Curas

Con predicciones de que la incidencia de cáncer aumentará un 50 por ciento en los próximos 20 años, conviene conocer los avances en tratamientos, algunos de los cuales ya son una realidad. En 1930 menos de una de cada cinco personas sobrevivía al cáncer durante los primeros cinco años, hoy muchos son tratables, como los tumores de testículo y las leucemias, sobre todo en niños. La tecnología ya permite, por ejemplo, detectar una célula cancerígena entre un millón de células sanguíneas y evaluar la respuesta a diferentes terapias.

Pese a que a los avances científicos en esta materia son lentos (desarrollar un nuevo medicamento puede tardar hasta diez años), el futuro promete: están en estudio más de 500 fármacos contra este mal. Estos son algunos adelantos que hay que destacar.

Nanotecnología contra tumores.

Ya se ha logrado el desarrollo de una especie de bala mágica que selecciona y destruye células cancerígenas elaboradas con nanopartículas de cristal, bañadas en oro y capaces de invadir un tumor. Estas, que se calientan a control remoto, tienen la capacidad de destruir solo la célula maligna. La clave de su alto grado de efectividad son las dimensiones de las partículas, que tienen un diámetro del rango de la millonésima parte de un metro. Eso les permite atravesar los vasos sanguíneos agujereados de los tumores y acumularse en los tejidos malignos, más que en otros. Ya hay ensayos clínicos exitosos con este tratamiento.

Destrucción por fotodinamia.

Se trata de un nuevo procedimiento que consiste en suministrar a los pacientes un elemento que hace a las células cancerosas más sensibles a ciertas longitudes de onda de luz específica.

Cuando se logra esto, a través de una longitud de onda definida y cualificada con rayos láser, se ataca directamente el tumor, haciendo que las células cancerosas se destruyan.

Podría decirse que es una forma evolucionada de radioterapia específica.

Tratamientos biológicos.

Existen y se desarrollan, cada vez más, medicamentos a base de proteínas producidas por el propio cuerpo humano, que tienen la capacidad de estimular los mecanismos de defensa para que combatan las células cancerosas, en su sitio y con mínimo daño de otros tejidos. También hay hormonas que actúan como mensajeros químicos que ayudan a controlar la actividad de células y órganos, y los anticuerpos monoclonales, que se usan para destruir ciertas clases de células cancerosas, sin causar mayores perjuicios a las células normales.

Células madre y trasplantes.

Las células madre embrionarias y las obtenidas del cordón umbilical han sido utilizadas, con éxito, en trasplates para tratar las leucemias y para lograr que los pacientes toleren dosis más altas de quimioterapia. Esto abre un amplio espectro para la cura de este mal. Los estudios con células madre han contribuido a entender que algunas de ellas también podrían ser generadoras de algunos tipos de cáncer. El cómo controlarlas permitiría evitar la aparición de algunos cánceres.

Destrucción por fotodinamia.

Se trata de un nuevo procedimiento que consiste en suministrar a los pacientes un elemento que hace a las células cancerosas más sensibles a ciertas longitudes de onda de luz específica.

Cuando se logra esto, a través de una longitud de onda definida y cualificada con rayos láser, se ataca directamente el tumor, haciendo que las células cancerosas se destruyan.

Podría decirse que es una forma evolucionada de radioterapia específica