Emplearse, seguir estudiando, formar empresa e irse al exterior son las
alternativas que se plantean los jóvenes una vez reciben su diploma
universitario.
Entrar a formar parte de la fuerza laboral del país no es, sin embargo, una
labor fácil.
De acuerdo con el seguimiento a los egresados que realizan las
universidades, el promedio de desocupación de los profesionales es cercano al
10 por ciento.
Ronda el desempleo Es la situación que viven los ex alumnos de la
Universidad de la Sabana, donde, según estudio del Centro de Egresados, solo el
90 por ciento manifiesta tener empleo.
Aunque las tasas varían de una región a otra. En la Universidad Icesi, de
Cali, el desempleo entre los recién graduados llega al 7 por ciento, mientras
que en la Universidad del Norte, en Barranquilla, apenas alcanza el 2 por
ciento.
En esa institución, además, hay un 21 por ciento de los graduados recientes
que manifiesta tener su propia empresa; y un 19 por ciento que logra emplearse
como alto directivo de una compañía.
En la Sabana, de los que están trabajando, hay un 15 por ciento que se
declara independiente, y en la Universidad Nacional, casi un 12 por ciento
trabaja por su cuenta.
Pero esa suerte no es para todos. Algunos ni siquiera consiguen empleos que
se ajusten a su conocimiento.
Apenas se gradúo, Aníbal Marín, comunicador social recién egresado, encontró
un trabajo de tres meses en una interventoría en la que tuvo una función que
calificó como “muy administrativa” para lo que había estudiado.
Trabajos no adecuados Durante ese tiempo, el joven entró a hacer parte del
29 por ciento de egresados que no se desempeñan en cargos relacionados con su
profesión.
Según una encuesta realizada por el Ministerio de Educación (MEN) entre 5
mil graduados, el 71 por ciento se ubica en un trabajo acorde con la profesión
que escogió.
Y en cuanto al tipo de contrato laboral que firman al emplearse, solo el
34,7 por ciento lo tiene a término fijo, el 32 por ciento con la figura de
prestación de servicios, el 22,7 por ciento a término indefinido, el 9,30 por
contrato de aprendizaje y el 1,30 por medio de empresas de servicios
temporales, según la U.N.
- ¿Cómo están los salarios? Para los profesionales “la remuneración es
buena, si se tiene en cuenta la situación del país”, dice Gabriel Burgos,
viceministro de educación superior.
Pero el salario, que de acuerdo con cifras del Ministerio de Educación
Nacional, es en promedio de un millón 333 mil pesos mensuales para recién
graduados, no es considerado justo por los jóvenes.
Sobre todo cuando ni siquiera se emplean por ese valor.
En la Universidad Nacional, del total de ex alumnos empleados, el 63 por
ciento dice recibir menos de dos salarios mínimos al mes.
Y eso que, según un estudio del Departamento de Economía de la Icesi, la
rentabilidad de tener título profesional es cercana al 26 por ciento. “Son
ganancias adicionales por tener un diploma”, dice James Mora, jefe de la
investigación.