Golpes Que Marcan De Por Vida

Una persona que sufre un golpe tan fuerte que le cause aturdimiento, pérdida de memoria e inconsciencia, así sea breve, corre el riesgo, con el tiempo, de desarrollar problemas de atención, de memoria y lentitud o alteración de algunos movimientos.

A esa conclusión llegó un equipo de investigadores de la Universidad de Montreal (Canadá), que se dio a la tarea de estudiar a un grupo de atletas retirados de entre 50 y 60 años. Encontraron que algunos de ellos tenían antecedentes de una o más conmociones cerebrales en su juventud, la mayoría de ellas ocurridas hacía más de 30 años. También observaron en ese grupo a personas que no tenían antecedentes de este tipo de lesiones.

Aunque todos contaban con un buen estado físico y seguían haciendo algún tipo de ejercicio, los que habían sufrido una o dos conmociones mostraron un rendimiento más pobres cuando se sometieron a pruebas de memoria y también un retardo importante cuando el cuerpo debía responder a eventos súbitos, como un susto o correr.

La mayoría también mostró dificultades para completar pruebas en las que se exigía habilidad con las manos.

Con estos resultados, los científicos –cuyo estudio publicó la revista Brain– sugieren que las conmociones cerebrales sufridas en la juventud pueden dejar lesiones funcionales que se llegan a identificar incluso 30 años después.

Eso no es lo peor. Según Louis de Beaumont, director del estudio, resulta que estas funciones alteradas, motoras o cognitivas, son más evidentes con el envejecimiento.

Además, el estudio plantea la hipótesis de que esas conmociones podrían hacer más vulnerables a las personas a desarrollar males degenerativos, como el Alzheimer y el Parkinson.

Queda la duda de si estos efectos tardíos se relacionan de alguna manera con la forma en que se atienden estas lesiones en el momento en que ocurren. Es necesario, a partir de ahora, profundizar en los verdaderos efectos.

- ¿QUÉ ES LA CONMOCIÓN CEREBRAL? Según Javier Torres Zafra, médico neurólogo de la Clínica Shaio, la conmoción cerebral se refiere a un estado de inmediata y transitoria pérdida de la conciencia; este se acompaña de un breve período de amnesia.

La pérdida temporal de la memoria se atribuye a mecanismos de rotación que interrumpen de manera transitoria la comunicación neuronal de la parte alta del tallo cerebral con la base de los hemisferios cerebrales, en lo que se conoce como sistema reticular activador y que es el encargado de mantener a las personas alertas o despiertas.

“La amnesia generada por la conmoción puede causar dificultades para retener nueva información después del golpe o para evocar recuerdos inmediatamente antes del trauma que, en algunas ocasiones, puede ir a varios días antes”, explica Torres.

Puede ocurrir que, al golpearse, la persona presente un breve episodio convulsivo, lo que no implica que sea epiléptica.

- ¿Qué manejo se debe dar a estos casos? De acuerdo con Javier Torres Zafra, neurólogo de la Shaio, ninguna conmoción debe tomarse a la ligera. Asegura que siempre hay que llevar al afectado a urgencias.

Sin embargo, los casos de mayor riesgo, y que en muchas ocasiones necesitan estudios médicos, son: Dolor de cabeza intenso o vómito posterior al golpe.

Edad mayor a 60 años.

Si el afectado está bajo efectos del licor o intoxicado.

Si la amnesia sigue, especialmente en datos recientes.

Si hay lesiones en tejidos blandos o huesos por encima de las clavículas.

Si hubo convulsión.

Si hay alteraciones de la coagulación.

Si tras la conmoción la persona recupera rápido la conciencia, el período de amnesia es corto y no hay déficit en el examen neurológico, puede ser observada en urgencias por dos horas. Su pronóstico es favorable.

No es necesario privar al paciente de sueño para observarlo, pero sí se recomienda despertarlo de manera periódica para evaluar su conciencia y condición neurológica.

Si el afectado se torna somnoliento o la amnesia se prolonga más de 30 minutos, hay confusión mental, mayor dolor de cabeza, vómito o alteraciones en el examen neurológico, debe permanecer bajo observación y cuidado médico.

Si la conmoción ocurre en un práctica deportiva, se debe suspender el ejercicio e ir a evaluación medica. Un segundo impacto es más riesgoso, por lo que se recomienda un tiempo prudencial para volver a la actividad deportiva.

Algunos desarrollan un cuadro posconmoción y presentan cefalea, mareo, irritabilidad, ansiedad, depresión, labilidad emocional, alteraciones en la concentración, fallas de memoria o preocupación excesiva por la enfermedad.

Estos casos requieren manejo especializado del neurólogo y, según el caso, de un psiquiatra.

Traumas craneanos repetidos, como los del boxeo, pueden llevar a demencia o movimientos anormales, como el parkinsonismo.

* CON INFORMACIÓN DE BBC CIENCIA .

‘ ‘ La amnesia por conmoción puede causar dificultades para retener datos después del golpe o para evocar recuerdos inmediatamente antes del trauma”.

Javier Torres Zafra, médico neurólogo de la Clínica Shaio