Johnson tiene 12 años y un serio
problema por el que vive frustrada y no puede ir al colegio: no puede parar de
estornudar.
La niña, que vive en
Virginia (E.U.), sufre una extraña enfermedad que no
le permite dejar de estornudar desde hace dos semanas. Ella dice que su vida
cambió cuando lo que parecía un resfriado normal se convirtió en una rara
patología.
El resfriado pasó, pero los estornudos siguieron. Descartada la gripa AH1N1,
la madre de Lauren, Lynn Johnson, la llevó a seis médicos diferentes, pero ninguno
ha sabido detectar la enfermedad.
La familia, incluso, ha probado tratamientos como la hipnosis, sin mejoría.
Ahora, Lauren estornuda hasta 12 mil veces al día, es
decir, un promedio de hasta 20 veces por minuto. Cuando descansa en su cama por
las noches, asegura la menor, es el único momento en el que deja de estornudar.
"Es terrible para mi hija -dice Lynn
desconsolada-. No puede llevar una vida normal".