A erradicar el hambre, pero sin nuevos fondos, se compromete Cumbre Mundial de la Alimentación

Víctimas de las lluvias que han azotado a El Salvador reciben comida en el este del país. Los países centroamericanos son los más afectados por el hambre en América Latina.

Países latinoamericanos dicen que el acuerdo es insuficiente ya que no prevé más recursos.

"Nos comprometemos (...) para que deje inmediatamente de aumentar -y se reduzca considerablemente- el número de personas que sufren a causa del hambre, la malnutrición y la inseguridad alimentaria", sostienen los 193 países miembros de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) en el texto final firmado en Roma, Italia.

"Nos comprometemos a adoptar medidas encaminadas a erradicar de manera definitiva el hambre lo antes posible", agrega el documento, que reitera la necesidad de alcanzar para el año 2015 las metas del primer Objetivo de Desarrollo del Milenio de reducir a la mitad el número de personas -cerca de 400 millones- que padecen hambre. "Nos alarma que las personas aquejadas por el hambre y la pobreza sean ahora más de 1.000 millones. "Esta situación constituye una lacra inaceptable", sostiene la declaración sin fijar una fecha concreta para erradicar el hambre ni otorgar fondos especiales para lograrlo.

La cumbre, convocada oficialmente "para dar un nuevo impulso a la lucha contra el hambre y la desnutrición" tenía como objetivo establecer una nueva estrategia para frenar el aumento del número de personas que sufren la escasez de alimentos en el mundo, que pasó de 850 millones en 2008 a 1.020 millones este año.

Unos 60 jefes de Estado y de Gobierno, entre ellos los presidentes de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, y de Chile, Michelle Bachelet, junto al papa Benedicto XVI, asistieron a la jornada inaugural marcada por la ausencia de los líderes de las mayores potencias industrializadas.

"Se necesita voluntad y determinación política" para combatir el hambre en el mundo clamó el presidente de Brasil, quien recordó la experiencia exitosa de su país con el programa "Hambre Cero".

Como Lula, la presidenta de Chile considera clave que se combata la "inequidad social" como causa del hambre y la pobreza que padece el mundo y resaltó los logros obtenidos en América Latina al atacar la exclusión con programas de protección social. "Será imposible resolver el problema del hambre si no ponemos, de una vez por todas, el problema de la inequidad, al interior y entre los países, en el centro del debate mundial", afirmó Bachelet.

"Así como el mundo fue capaz de gastar trillones de dólares para evitar el desplome económico, ahora es necesario un esfuerzo similar para evitar un desplome social", solicitó la mandataria chilena.

El mismo pedido había hecho Lula pocos minutos antes durante su intervención en la plenaria de la FAO, sin obtener por ahora respuesta alguna de los países más industrializados. "El compromiso firmado es insuficiente, porque no se obtuvieron fondos nuevos. Hay una voluntad general, pero se percibe una suerte de mezquindad por parte de los países ricos", comentó el delegado de Colombia, Francisco Coy.

El "egoísmo" y la "especulación" con los alimentos considerados "mera mercancía", fueron denunciados por su parte por el papa Benedicto XVI, quien asistía por primera vez a la sede de la FAO.

Siguiendo los pasos de sus predecesores Pablo VI y Juan Pablo II, el pontífice alemán pronunció un discurso fuerte y directo en el que pidió que se "revisen" los mecanismos actuales para lograr la seguridad alimentaria.

La ausencia de fondos adicionales e importantes para combatir el hambre es notable si se tiene en cuenta que el director general de la FAO, el senegalés Jacques Diouf, había pedido inversiones por 44.000 millones de dólares al año para los cerca de 2.000 millones de campesinos de los países pobres con el fin de reactivar el sector.

Se trata de un dinero indispensable para alimentar a los más de 9.000 millones de habitantes que tendrá el planeta en el 2050.

Eso implicaría aumentar el porcentaje oficial de asistencia en agricultura a un 17 por ciento, volviendo a los niveles de 1980, desde el 5 por ciento actual. 

Sin el G-8

Con la ausencia de casi todos los dirigentes del G8, el grupo de los ocho países más industrializados del mundo, comienzó la Cumbre este lunes.

"Es una tragedia que los jefes de Estado del G8 no tengan la intención de asistir a la cumbre", comentó ayer Daniel Berman, de la organización humanitaria Médicos Sin Fronteras. 

El problema es que el encuentro se hará "en medio de un clima de escepticismo", por la ausencia de los líderes de las mayores potencias industrializadas, según fuentes diplomáticas. El único líder de un país del G8 que estará presente es el primer ministro italiano Silvio Berlusconi

"No hay nada nuevo con respecto a los compromisos adoptados hace cinco años ni en el 2008, cuando acordaron reducir a la mitad para el 2015 el número de personas desnutridas", explicó Francisco Coy, delegado de Colombia ante la FAO.

Algunas ONG, entre ellas ActionAid y Oxfam, han criticado la celebración de la cumbre por ser un "mero derroche de tiempo y dinero", así como el método y los recursos usados para promover una salida de la crisis alimentaria.

"La declaración final es sólo una repetición de viejas declaraciones", comenta Francisco Sarmento, coordinador de derechos alimentarios de ActionAid.

La escasez de alimentos y la desnutrición cobraron nueva importancia política después de que el año pasado, un aumento en el precio de los alimentos provocó violentos disturbios en casi 60 países.

Lo más grave es que los expertos de la ONU no sólo creen que no se logrará el objetivo del 2015, sino que la meta podría permanecer inconclusa hasta mediados del 2040, como mínimo.

REDACCIÓN INTERNACIONAL
Con información de agencias

 

 

Brasil, El Ejemplo A Seguir En África Y América Latina Hoy Comienza Encuentro Mundial De La Fao En Roma (Italia) Cumbre Contra El Hambre, Sin Los Líderes De Los Países Más Ricos

BRASILIA (AFP) La lucha contra el hambre en Brasil, eje de las políticas sociales del país desde la llegada al poder del izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva en el 2003, ha recibido varios elogios de la FAO y es un ejemplo adoptado en África y América Latina.

Lula defenderá hoy un mayor empeño del mundo contra el hambre y pondrá como ejemplo los programas aplicados en su país, en la Cumbre sobre Seguridad Alimentaria convocada por la FAO en Roma, ante la tragedia de las mil millones de personas que pasan hambre en el mundo.

En el 2003, Brasil aglutinó bajo el lema “Hambre Cero” decenas de programas que van desde la construcción de cisternas en áreas de sequía, hasta el crédito rural y la distribución de alimentos. Los más importantes, adoptados luego en países de África y A. Latina son el Bolsa Familia, complemento de renta de 55 dólares mensuales para las familias más pobres, que está condicionado a que los hijos no dejen el colegio, y meriendas para 37 millones de niños en las escuelas. Del Bolsa Familia se benefician 12,4 millones de familias, que equivalen a más de un cuarto de los 190 millones de brasileños.

Según datos de la FAO y del relator especial de la ONU para el Derecho a la Alimentación, Olivier de Schutter, en seis años, la desnutrición en Brasil cayó un 73 por ciento y la mortalidad infantil, un 45 por ciento.

Los mejores 16 La FAO acaba de poner a Brasil en una lista de 16 países –Colombia entre ellos– que redujeron el número de personas con hambre y la ONG ActionAid la consideró la nación en desarrollo que más avanzó en el combate contra la desnutrición y malnutrición en el mundo.

“El gobierno brasileño movilizó a autoridades locales y a organizaciones de la sociedad civil para apoyar sus programas, que incluyen la transferencia de fondos en efectivo para incrementar el poder adquisitivo de los pobres e inversiones en la agricultura familiar”, subraya el último informe de la organización.

“Esperamos que cuando acabe la cumbre de la FAO y presidentes y primeros ministros vuelvan a casa, lancen su propio Hambre Cero y ayuden a otros países a hacer lo mismo. Lula puede mostrar a otros gobiernos que, con compromiso político, es posible obtener rápidos progresos”, opina Andrew Macmillan, ex director de la División de Operaciones del Campo de la FAO.

Gigante de la producción de alimentos y todavía uno de los pocos países del mundo con grandes extensiones de tierra aptas para el cultivo, Brasil sigue siendo, irónicamente, una de las naciones más desiguales del planeta y con mayor concentración de la propiedad.

REDACCIÓN INTERNACIONAL* Con la ausencia de casi todos los dirigentes del G8 –el grupo de los ocho países más industrializados del mundo–, más de 60 jefes de Estado y de Gobierno inaugurarán hoy en Roma una cumbre de tres días sobre una de las mayores tragedias que azotan al mundo: el hambre, un problema que se ha agudizado en los últimos dos años por la crisis económica.

“Es una tragedia que los jefes de Estado del G8 no tengan la intención de asistir a la cumbre”, comentó ayer Daniel Berman, de la organización humanitaria Médicos Sin Fronteras.

La Cumbre Mundial sobre Seguridad Alimentaria, convocada por la Organización de la ONU para la Agricultura y la Alimentación (FAO) “para dar un nuevo impulso a la lucha contra el hambre y la desnutrición”, deberá establecer una nueva estrategia para frenar el aumento del número de personas con hambre en el mundo, que pasó de 850 millones en el 2008 a 1.020 millones en el 2009.

El problema es que el encuentro se hará “en medio de un clima de escepticismo”, por la ausencia de los líderes de las mayores potencias industrializadas, según fuentes diplomáticas. El único líder de un país del G8 que estará presente es el primer ministro italiano Silvio Berlusconi.

En la jornada de hoy, los 193 países miembros de la FAO adoptarán una declaración –consultable por Internet–, que ha sido tildada de “decepcionante” por varias ONG y expertos.

“Nos comprometemos a adoptar medidas encaminadas a erradicar de manera definitiva el hambre lo antes posible”, sostiene el texto, sin fijar una fecha concreta ni otorgar fondos especiales ante la nueva ola de hambrunas.

“No hay nada nuevo con respecto a los compromisos adoptados hace cinco años ni en el 2008, cuando acordaron reducir a la mitad para el 2015 el número de personas desnutridas”, explicó Francisco Coy, delegado de Colombia ante la FAO.

El director general de la FAO, Jacques Diouf, pide inversiones por 44.000 millones de dólares anuales –hoy se invierten casi 7.900 millones– para los cerca de 2.000 millones de campesinos de los países pobres con el fin de reactivar el sector agrícola, clave para alimentar a los más de 9.000 millones de seres humanos que, se calcula, tendrá el planeta en el 2050.

Eso implicaría aumentar el porcentaje oficial de asistencia en agricultura a un 17 por ciento, volviendo a los niveles de 1980, desde el 5 por ciento actual.

Algunas ONG, entre ellas ActionAid y Oxfam, han criticado la celebración de la cumbre por ser un “mero derroche de tiempo y dinero”, así como el método y los recursos usados para promover una salida de la crisis alimentaria.

“La declaración final es sólo una repetición de viejas declaraciones”, comenta Francisco Sarmento, coordinador de derechos alimentarios de ActionAid.

La escasez de alimentos y la desnutrición cobraron nueva importancia política después de que el año pasado, un aumento en el precio de los alimentos provocó violentos disturbios en casi 60 países.

Lo más grave es que los expertos de la ONU no sólo creen que no se logrará el objetivo del 2015, sino que la meta podría permanecer inconclusa hasta mediados del 2040, como mínimo.

* Con información de agencias .

Esta crisis silenciosa del hambre, que afecta a una de cada seis personas, es un serio riesgo para la seguridad y la paz mundiales”.

Jacques Diouf, director general de la FAO.

AYUNO SIMBÓLICO.

ROMA (AFP) El director general de la FAO, Jacques Diouf, decidió hacer una huelga de hambre de 24 horas el sábado pasado en Roma, para “sensibilizar a la opinión pública” sobre una de las “mayores tragedias” del siglo XXI.

Instalado en un colchón en la sede de la organización en la capital italiana, Diouf quería, según la FAO, mostrar su solidaridad con los mil millones de seres humanos víctimas de malnutrición crónica.

De acuerdo con la organización, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, hará también una huelga de hambre simbólica antes de que hoy comience la cumbre.

El alcalde de Roma, Gianni Alemanno, se unió a la iniciativa de Diouf ayer al mediodía.

1.020.

millones de personas padecen hambre en el mun- do este año, según la FAO. En el 2008, eran 850 millones.

44.000.

millones de dóla- res al año pidió la FAO para dar asistencia agrícola a los 2 mil millones de campesinos de los países pobres.

12.

de cada 100 niños en Colombia tienen desnutrición crónica, según la Unicef.