Ciertos hábitos nocivos como
fumar o beber aceleran el proceso natural del envejecimiento
Los
expertos dan cada vez mayor importancia al control del estrés. Las técnicas
orientales ayudan.
Cuatro
teorías explican el por qué trasnochar y consumir drogas entre otras
actividades, son factores que hacen más rapida la
llegada de la vejez en las personas.
¿Qué
hace que una persona se vea más vieja para la edad que tiene?
Esta pregunta se hacen hoy los seguidores de Lindsay Lohan, actriz
estadounidense y asesora creativa de la casa de modas Emmanuel Ungaro. Tiene 23 años, pero la piel y el aspecto de una
mujer de 35 años, por lo menos.
Los
medios han calificado su apariencia como el resultado de una vida llena de
excesos: parrandas, alcohol, drogas, cigarrillo, trasnochos,
mala dieta y demasiado sol. ¿Qué hay de cierto en eso?
A
juicio de científicos, mucho más de lo que se cree.
Envejecer es normal: hay condiciones en la genética de las personas que
determinan este proceso. Sin embargo, algunas teorías señalan que estas pueden
ser desencadenadas, en forma temprana, por el influjo de varios factores.
Algo
más que genética
Se
sabe, por ejemplo, que los radicales libres, que son fruto de la oxidación
celular, alteran el material genético (ADN) de las células y les impiden
renovarse, a la vez que alteran su funcionamiento.
Pese
a que también es normal que ocurra, se sabe que el acúmulo
temprano de ellos, por factores como la mala dieta, el sedentarismo o el
consumo de cigarrillo, aceleran este proceso. A esto
se atribuye el inicio temprano de algunas enfermedades degenerativas, como la osteoartrosis.
Este
mal hace que las articulaciones pierdan su movilidad; el resultado es que el
cuerpo va adoptando ciertas posturas y perdiendo habilidad. Las personas en
esta condición tienden a caminar encorvadas y a pasos cortos, un signo de
vejez.
Otra
teoría sobre el envejecimiento temprano es la inmunológica. Cuando el sistema
de defensas del organismo se deteriora por la falta de sueño, el consumo de
sustancias tóxicas o el mal manejo del estrés, el cuerpo queda expuesto a
enfermedades infecciosas, lo que lo obliga a dedicar todas las energías a
defenderse: esto marchita el funcionamiento de todos los sistemas y hace que
las personas se vean desgastadas.
La
tercera hipótesis es la del colágeno. Esta es una proteína fibrosa que
les da consistencia a la piel y a los tejidos de soporte del organismo. Con el
paso del tiempo, la capacidad de las células para producirlo disminuye, lo que
hace que aparezcan arrugas, que se dificulte la cicatrización y que se
debiliten los huesos y el corazón (que también tiene colágeno). El exceso de
radiación solar, la falta de descanso y la mala hidratación aceleran la pérdida
de colágeno.
La
cuarta teoría tiene relación con el más reciente Premio Nobel
de Medicina. Los tres genetistas galardonados (Elizabeth H. Blackburn,
Carol Greider y Jack W. Szostak) descubrieron que
para mantenerse jóvenes, los organismos necesitan que sus células se
multipliquen (para que las jóvenes remplacen a las viejas); según esta teoría,
cada persona nace con un número definido de divisiones.
Si
dicho proceso de división se acelera, el desgaste del organismo también: el uso
de drogas y el consumo de cigarrillo contribuyen con eso.
A
punta de malos hábitos, Lindsay Lohan, al menos eso muestra el seguimiento que de su
vida hacen medios y fanáticos, ha logrado reunir todas esas condiciones.
Ayúdese
con buenos hábitos
Coma
bien: siga una dieta baja en grasas saturadas (animales,
industriales y procesadas), harinas y azúcares refinados y
rica en verduras, frutas y pescado fresco; es necesario utilizar aceites
mono y poliinsaturados (oliva, canola,
ajonjolí y maíz, entre otros) e hidratarse bien.
Ejercítese: se
recomienda hacer por lo menos dos horas y media de actividad física en
condiciones aeróbicas (trotar, correr, montar en bicicleta, nadar, patinar,
bailar), a lo largo de la semana.
Diga
no: el cigarrillo, el alcohol y otras drogas causan efectos
nocivos en el organismo y se cuentan entre los principales factores de riesgo
de males crónicos como los cardiovasculares y el cáncer.
Relájese: el
estrés causa una sobrecarga a todos los órganos y tejidos del cuerpo,
condicionada por factores hormonales que ponen al organismo en un estado de
alerta que, de mantenerse, puede lesionar las células. Técnicas orientales como
el Tai Chi se recomiendan.
Gimnasia
mental: distintos estudios han concluido que en las personas más
cultas y educadas el deterioro de las funciones mentales y la progresión de
enfermedades como el Alzheimer es mucho más lento.
Fíjele retos al cerebro: trate de recordar nombres, direcciones y teléfonos sin
anotar; llene crucigramas y haga cálculos mentales.
Medicina
preventiva: consulte con el médico periódicamente y sométase a
análisis y chequeos que permitan establecer cuál es su estado de salud e
incluso detectar enfermedades en forma temprana.
Siempre
tenga en cuenta
Además
del deterioro biológico y de los cambios en el organismo, hay otros factores
que envejecen más el aspecto de las personas:
Manos
descuidadas: la resequedad, las manchas y las uñas descuidadas agregan años.
Hidrátelas, use protector solar y guantes cuando utilice detergentes.
Mirada
cansada: la falta de sueño apaga, enrojece e hincha los ojos.
Duerma siete horas al día.
Obesidad:
los kilos de más hacen que las personas se vean mayores. Manténgase en su peso.
Maquillaje: si
es muy colorido y brillante, avejenta.
FUENTE:
ACADEMIA AMERICANA DE ANTIENVEJECIMIENTO.