¿Es verdad que algunas mujeres pueden menstruar durante el embarazo?

Paute fácil

Aunque pareciera obvio decir que a las mujeres no les llega el periodo durante la gestación, se hace necesario reafirmarlo para desmitificar una falsa creencia que se ha ido difundiendo.

“Estaba embarazada y aún así me llegaba el periodo. Fue el crecimiento de la barriga y otros síntomas del embarazo los que me hicieron sospechar que estaba esperando un bebé”, esa frase ha empezado a tener eco últimamente entre las mujeres.

Sin embargo, los especialistas coinciden en que se trata de un mito que ha ido difundiéndose y cobrando fuerza, pues bajo ninguna circunstancia normal las gestantes menstrúan.

“No es una situación frecuente en las mujeres embarazadas, y en las adolescentes crea una grandísima confusión y angustia, porque ellas permanentemente piensan que les viene la regla, pero que están embarazadas. Por eso, hay que ser enfáticos en que se trata de un mito, y de presentarse sangrados nunca son tipo regla, sino más oscuros, más escasos y, a veces, pueden durar más tiempo que la menstruación normal. Pero, si es una regla normal en cantidad y duración, y que cumple sus intervalos (cada 28 o 30 días), definitivamente no se trata de un embarazo”, comenta Juan Carlos Vargas, asesor científico de Profamilia.

El especialista añade que cuando se presentan sangrados en el tiempo de la gestación, estos no responden a los cambios hormonales que inducen la menstruación, pues las mujeres embarazadas no presentan dichos cambios.
Precisamente, el ginecoobstetra Álvaro Cano Quiñones explica que la menstruación ocurre cuando caen los niveles hormonales de estrógenos y progesterona del ciclo, y el endometrio (que es el tejido que recubre la cavidad del útero y se ha preparado para un embarazo) se desprende en lo que llamamos menstruación, precisamente porque no hay embarazo.

 

Otros motivos
Entonces, cuando tienen lugar estos sangrados, implica que pueden ser otras las causas que los producen y las mujeres deben buscar atención médica porque pueden ser signo de una amenaza de aborto:

1. En las primeras cuatro semanas se presenta la implantación; es decir, el óvulo fecundado por el espermatozoide se empieza a dividir y forma una masa de varias células que se va a ‘enterrar’ en el endometrio por debajo del cuerno de alguna de las trompas.
“En algunas ocasiones esta implantación ocasiona sangrado escaso, que se interpreta como una amenaza de aborto temprana o como que llegó la menstruación”, sostiene Cano.
Esto no se repite en el mismo embarazo, así que sólo ocurre una vez en el periodo de gestación.
Sin embargo, si se implanta normalmente, el embarazo debe continuar normal.
El sangrado de implantación no tiene manejo, puede ser normal y todo sigue adelante sin problema.

2. Otra posibilidad es que la paciente tenga un desprendimiento de placenta y presente un hematoma que se va drenando poco a poco con episodios de sangrado que generalmente son de color oscuro.
“Esto tampoco es una menstruación, sino un desprendimiento y si crece demasiado o se mantiene por mucho tiempo puede comprometer el desarrollo normal del bebé y llevar a que se presente un aborto y se pierda el embarazo”, subraya el ginecoobstetra.

3. Hay mujeres que a veces tienen sangrado a nivel del cuello uterino, por inflamación, congestión o porque presentan un embarazo ectópico extrauterino, que si se deja progresar, pone en peligro la vida de la mujer.

4. Si es una amenaza de aborto, se debe buscar la causa: que podría consistir en una infección urinaria o vaginal, una deficiencia de progesterona o presencia de miomas o lesiones que producen contracciones.

 

Métodos anticonceptivos
Cuando las mujeres interpretan este tipo de sangrados como su periodo menstrual y continúan con sus métodos de planificación (píldoras, inyección, parches, etc.), es probable que tengan dudas acerca de la posibilidad de que estos hayan interferido con el desarrollo normal del bebé; a propósito, el doctor Cano afirma que los anticonceptivos son hormonas estrogénicas y progestégenas similares a las del ciclo. “Así que con los nuevos anticonceptivos de bajas dosis es muy poco probable que las hormonas vayan a alterar al feto y más aún si tenemos en cuenta que generalmente la mujer se entera de que está en embarazo antes de la mitad de embarazo; por lo tanto, de ahí no va a pasar la exposición a los anticonceptivos. Ahora bien, cuando se mantienen por más tiempo, el cuerpo lúteo produce hormonas y se refuerza el embarazo”, afirma Cano.

Certeza
Juan Carlos Vargas, asesor científico de Profamilia, reitera que la prueba más contundente que tienen las mujeres para saber que no están gestando es la menstruación.
Así que cualquier rumor que contradiga esa afirmación es un mito que, entre otras cosas, hace que las mujeres incurran en gastos innecesarios porque aún después de que han tenido su menstruación continúa la incertidumbre sobre un posible embarazo; entonces, se hacen varias pruebas de embarazo caseras (que van desde los 8.000 hasta los 20.000 pesos) y, no contentas con ello, se practican una de sangre para quedar completamente tranquilas (esta puede valer alrededor de 30.000). Pero, los resultados de esta última se dan en cifras que las mujeres comúnmente no saben interpretar, así que deben asistir a una consulta ginecológica para que el especialista les lea y dé los resultados. Igualmente, las mujeres que asumen que siguieron menstruando en el embarazo son las que no han tenido contacto con personal de la salud con experiencia en ginecología y obstetricia que identifique el problema que puede estar causando sangrados.

 Por Melissa Serrato Ramírez

Redactora ABC del bebé