Trastornos por uso múltiple de
drogas, primera causa de consultas por salud mental en Cúcuta
Foto: Archivo / EL TIEMPO
Los casos han sido detectados en sectores populares en
desarrollo del programa de salud mental entre los escolares. La Policía de
Norte de Santander ha incautado 78,8 kilos de heroína este año.
El Hospital Mental Rudesindo Soto ha atendido a 190
menores con adicciones farmacodependientes en la
frontera. Seis menores de 14 años debieron ser tratados por consumo de heroína.
Mauro*, un joven que hoy tiene 15
años, ya sabía desde los 8 años qué era una borrachera y lo que
sentía al fumarse un 'taco' de marihuana.
Ese fue el comienzo de su experiencia por el bajo mundo del alcohol y de las
drogas en las calles de Cúcuta, donde terminó recluido en la Correccional de
Menores, tras ser acusado de asesinar a un hombre durante una gresca callejera,
hace apenas cuatro meses.
Al momento del problema, Mauro acababa de terminar el segundo proceso de
rehabilitación y había pedido la salida voluntaria del hospital.
"Su entorno no le colaboró en el tratamiento, porque vivía en un hogar
donde no tenía orientación. Se fue a vivir con una señora a la que llama
abuela, pero ella no tenía ningún vínculo familiar con él. Entonces continuó en
su cuento", explica la psicóloga Miriam Eucaris
Rada.
La mayoría de casos de menores con adicción a la heroína y a otras sustancias
han sido conocidos este año en visitas hechas por un grupo interdisciplinario
del Hospital Mental a doce escuelas y colegios situados en comunas de barrios
populares del área metropolitana de Cúcuta, en desarrollo del programa 'Salud Mental
Infanto-Juvenil', que arrancó el año pasado.
"El consumo de heroína se ha detectado no sólo en adultos, sino en
niños", dice Juan Bittar, director del hospital,
y explica que los casos de alcoholismo en niños y adolescentes -los cuales son
tratados en forma ambulatoria con los padres- ya fueron superados por los de
heroína, que requieren un manejo integral dentro de la institución.
Aunque este año la Policía de Norte de Santander ha incautado 78,8 kilos de
heroína en el área metropolitana de Cúcuta, aún no ha sido posible acabar con
la venta de ese alucinógeno, que se consigue con facilidad en lugares como el
barrio Chino, junto al canal Bogotá, donde regularmente pernoctan habitantes de
la calle, así como en reconocidos bares y sitios nocturnos de la ciudad.
Un gramo de heroína cuesta 25.000 pesos, mientras el de cocaína se consigue en
5.000 pesos y la marihuana, desde 1.000 pesos.
La heroína, incluso, dicen autoridades locales, se puede adquirir a domicilio.
Expertos en atención a estos pacientes aseguran que se caracterizan por haber
sido maltratados, no tienen una meta específica ni manejo adecuado del tiempo
libre, carecen de interés por realizar o focalizar una acción definida, la
comunicación con los padres es nula o inadecuada, son hijos de padres separados
y han sido víctimas de abuso.
Basado en esos aspectos, el Hospital Mental trabaja en el proceso de
rehabilitación de los menores a través de la Unidad de Atención a Pacientes o
Conductas Adictivas (Uaica), que dura en promedio
tres meses, pero en muchos casos el paciente manifiesta su necesidad de
continuar durante un año.
El centro médico dispone de 107 camas para hospitalización de pacientes farmacodependientes, con alcoholismo y ludopatía (adictos a
los juegos), y para quienes están diagnosticados con problemas psiquiátricos.
* Nombre cambiado
'Salpicón' de drogas, mayor causa de
consultas
De las sustancias alucinógenas, la heroína es de las
preferidas en Cúcuta. No obstante, los menores de edad la consumen en menor
proporción que los adultos. Así lo demuestra el hecho de que en los últimos
tres años han sido atendidos 350 casos por heroína, de los cuales 81
correspondieron a menores de 18 años.
Sin embargo, el uso múltiple de drogas (marihuana, cocaína, bazuco y heroína)
es la mayor causa de consultas y hospitalizaciones que registra el Hospital
Mental este año.
De enero a octubre de 2008, 189 pacientes fueron atendidos por combinar drogas,
de los cuales 20 eran menores de 14 años. En cambio, las personas internadas
por mezclar alucinógenos fueron 65, de las cuales cinco estaban por debajo de
los 18 años.
ARTURO PEÑALOZA P.
CORRESPONSAL DE EL TIEMPO
CÚCUTA