Un medicamento utilizado contra la hipertensión resultó útil además para
prevenir la reaparición de recuerdos traumáticos en los seres humanos.
Con una dosis del fármaco se rompe el proceso de reconsolidación de la
memoria, de manera que los eventos desa-fortunados desaparecen o se quedan en
el olvido.
Este avance en el manejo de la memoria fue posible gracias a investigaciones
sobre estrés postraumático que desarrollaron científicos del Departamento de
Psicología Clínica de la Universidad de Amsterdam (Holanda), y fue publicado en
la edición de Internet de la revista Nature Neuroscience.
Estudios previos habían demostrado que durante los primeros momentos de
formación de los recuerdos es posible hacerlos desaparecer, porque durante años
se creyó que los ya consolidados en la memoria permanecían ahí para siempre.
Para la investigación de los científicos holandeses se hizo una prueba con
dos grupos de personas que padecían aracnofobia. Les mostraron imágenes de
arañas con el objeto de crearles un recuerdo traumático, y posteriormente les
suministraron un placebo o el bloqueador propanolol (medicamento contra la
hipertensión), sin que los pacientes supieran si se trataba de uno u otro.
En el grupo que consumió propanolol decreció de manera significativa la
respuesta traumática a las imágenes de las arañas al volver a verlas, 24 horas
después.
Pero lo más sorprendente fue que en los tratados con el propanolol no se
producía una restauración de la respuesta traumática, lo que sugiere que se
logró borrar por completo su recuerdo aterrador. Es “un resultado muy
prometedor para el tratamiento de memorias intrusivas (aquellas persistentes e
indeseadas), tales como las que suceden en el síndrome de estrés
postraumático”, le dijo a elmundo.es Joseph LeDoux, catedrático de neurociencia
y sicología en la Universidad de Nueva York.
Traumas de alto estrés Este trastorno se origina tras haber sufrido u
observado un acontecimiento altamente traumático, un atentado, una violación,
un asalto, un secuestro, un accidente, etcétera.
Las imágenes de la situación traumática vuelven a experimentarse una y otra
vez (flashback), en contra de la voluntad del individuo y a pesar del paso del
tiempo. Ven la situación con todo lujo de detalles, acompañada de intensas
reacciones de ansiedad.
Todo ello genera un fuerte estrés, agotamiento, emociones intensas y
pensamientos irracionales.
Merel Kindt, director del estudio, señaló a elmundo.es que “estos hallazgos
muestran que podremos desarrollar técnicas capaces de reducir permanentemente
miedos como los del estrés postraumático, fobias y otros trastornos de ansiedad”