Padres de niña con síndrome de down denuncian que colegios de Manizales no quieren recibirla

Antonio Alzate y Carmenza Henao, padres de Manuela, aseguran que en la Secretaría de Educación tampoco los han atendido para exponer su caso. Sólo un colegio les dijo que sí, pero les queda muy lejos.

Aunque su profesora de jardín y otros expertos dicen que, pese a su discapacidad, la menor está muy avanzada, sus padres aseguran que ha sido rechazada en 7 colegios la capital caldense.

En el salón de transición del Jardín Burbujitas, de Manizales, Manuela es una más de los 19 alumnos de la profesora Rosa Moreno. Los pequeños, de jardinera azul y ojos vivaces, atienden a clase por igual, incluida Manuela, quien tiene síndrome de Down.

Donde esta niña de siete años, tierna y vivaracha, es vista de otra manera, es en los colegios, públicos y privados, donde su mamá, Carmenza Henao, ha intentado infructuosamente conseguir un cupo para el año entrante. "En todas partes la rechazan y ni siquiera se dan la oportunidad de conocerla", contó.

He ido -agregó Henao- a siete colegios, y de una me dicen no, aunque los colegios están obligados a recibir a niños como mi hija porque existen normas con respecto a la inclusión. En un colegio me dieron un sí, pero nos queda muy lejos.

Manuela está en el jardín desde los 2 años y medio y, según sus profesoras, ha evolucionado a la par de sus compañeritos. "La niña está apta para iniciar su etapa escolar, tiene un desarrollo socio-afectivo y cognitivo buenos. Su única dificultad es el lenguaje, la comunicación, pero es propio de las personas con esta discapacidad", dijo Moreno.

Para la fonoaudióloga Janeth Márquez Cobo, quien ha tratado a Manuela desde que era bebé, ella "es una niña superadelantada, tiene un lenguaje estructurado y funcional, aunque con fallas de articulación, que son entendibles. Además, ya inició los procesos de prelectura y pre-escritura".

El terapeuta ocupacional, Luis Eduardo Correa trata a Manuela desde comienzos de este año. Este es su diagnóstico: "Ella es una niña con las características típicas del síndrome de Down, pero avanza a un paso más rápido que otros niños en su misma situación, está en un nivel superior en su parte motora e intelectual".

Lo que dice la Secretaría

A pesar de estos conceptos, los niños con Down deben luchar contra los paradigmas. Cuando EL TIEMPO quiso conocer la opinión de la Secretaría de Educación al respecto, lo atendió, casualmente, la jefe de la Unidad de Calidad, Luz Dary Calvo, quien dijo, sin conocer a Manuela, que aunque existe la inclusión, casos como el de ella "requieren atención especializada".

Sulay Rocío Echeverri, coordinadora del Programa de Necesidades Educativas Especiales de la misma Secretaría, afirmó que ningún colegio privado ni mucho menos público, puede negarle el cupo a la niña "porque existe toda una normatividad del Ministerio de Educación y, lo más importante, una filosofía en torno al derecho a la educación, en el cual se enmarca el tema de la inclusión".

La funcionaria dijo que los padres de Manuela pueden acercarse a la Secretaría para recibir asesoría. Sin embargo, ellos aseguraron que han ido tres veces y no los han atendido.

Los papás de Manuela desean conseguir un cupo en un colegio cercano a su residencia, en el barrio San Jorge, donde hay planteles oficiales y privados. Este medio visitó dos de ellos, uno de cada clase. En el colegio Los Ángeles, de una congregación religiosa, no lo atendieron, y en el San Jorge la rectora, María Nazareth Cañón, respondió que desconocía el caso y de haber un cupo se lo daría. La mamá asegura que la rechazaron.

"Nosotros podemos instaurar una tutela y muy seguramente la ganamos, pero no queremos eso, deseamos que reciban a Manuela con gusto, con cariño", comentó Antonio Alzate, padre de la niña.

Fernando Umaña Mejía
Corresponsal de EL TIEMPO
MANIZALES