19 Mayo
Ausencia de acuerdos, poca comunicación, distanciamiento emocional, intromisión de terceros y manipulación de los hijos para intereses propios es un común denominador de las parejas separadas.
Aunque la decisión de romper el vínculo genera crisis familiar, “el problema se presenta cuando no existe un manejo adecuado de la situación y se olvidan de sus roles parentales”, afirma Yalile Villalobos, decana de la Facultad de Sicología de la Universidad Manuela Beltrán.
Algunas veces los hijos quedan en medio de un campo de batalla y vienen los problemas. “Algunos comienzan a ser agresivos; otros, depresivos y hay quienes se refugian en la fantasía para aislarse de la realidad”, afirma la sicóloga María Carolina Sánchez Thorin.
Con el fin de indagar cuáles son los
efectos en los niños después del divorcio de sus padres, la Universidad Manuela
Beltrán entrevistó a 50 infantes entre 7 y 12 años, de cuatro colegios de
Bogotá, hijos de parejas separadas.
Ansiedad, depresión, rebeldía, regresión a conductas infantiles, problemas de
atención, ausencia de disciplina e inconformidad por las nuevas parejas de sus
padres fueron algunas de las manifestaciones halladas.
“Encontramos que para los pequeños no es fácil compartir con las novias (os) de turno de sus padres, quienes, por congraciarse con los niños, muchas veces les permiten cosas que no deberían hacer, saltándose normas”, comenta la sicóloga Yalile.
Al interrogar a los infantes, también se evidenció que sus necesidades emocionales y de acompañamiento las llena solo uno de sus progenitores, pues el otro se aísla después de cierto tiempo.
“Generalmente, las mamás se asocian con
eje normativo y los papás, con eje de satisfacción”, dice Villalobos.
Los pequeños –agrega la sicóloga– tampoco tienen claridad acerca de por qué sus
padres tomaron la decisión de separarse. Esta confusión hace que piensen que
son ellos.
Custodia compartida
Por los niveles de conflicto que presenta el país en el orden familiar, afirma
la abogada María Eugenia Gómez Ch., resulta peligroso ‘generalizar’ la custodia
compartida, como lo propone un proyecto de ley.
“La mayoría de las parejas en el
momento de su separación no cuenta con la condiciones sicológicas, emocionales
ni económicas que exige esta medida y lo que se muestra como un logro en las relaciones
familiares representa, de no adoptarse las previsiones necesarias, una
violación de los derechos de nuestros niños”, dice la abogada.
“Esta custodia debe verse como una las posibilidades que tiene el juez para
garantizar la protección integral de los niños, pero no como la regla general
cuando los padres están separados”, concluye.
‘Manual para padres separados'
La sicóloga infantil Paula Bernal sugiere:
- Hacer y respetar acuerdos para evitar una guerra de poder.
- Tener comunicación directa sobre lo que es importante para el hijo.
- No utilizar al niño para agredir al otro.
- Tratar todos los temas relacionados con el divorcio en ausencia del menor.
- El menor no debe ser el mensajero.
- No hablar mal del ‘ex’ con o frente al pequeño.
- Nunca competir por el afecto del infante.
- Mantener a la familia y a las nuevas parejas al margen de la relación .
- Procurar asistir juntos a eventos que se relacionen con el hijo.
- Si uno de los padres tuvo un mal comportamiento, no hacer comentarios negativos
frente al menor.