Fuerte debate por cierre
de centros de salud en Cali
Redacción de El País
Comunidad pide que se reanude el servicio. Alcalde dice que los puntos de
atención no eran indispensables.
Cierre. Aunque desde el pasado 6 de febrero se canceló el servicio en el
centro de salud Porvenir, la comunidad todavía visita el lugar para averiguar
cuándo se reabre.
Jorge Orozco / El País
El cierre de varios puestos y centros de salud del norte de Cali, debido a la
crisis financiera que enfrenta la de ESE Norte, que opera en esta zona, ha
generado una fuerte controversia.
Mientras la comunidad sostiene que estos sitios de atención eran
indispensables, la Administración Municipal asegura que el servicio se canceló
porque la mayoría de los habitantes hace parte del régimen contributivo, es
decir, que puede acceder a las EPS.
Hasta el momento permanecen cerrados los centros de salud Álamos, Porvenir,
Sena, Salomia y los puestos de Chiminangos y Petecuy III, aunque se dice que hay otros catorce puntos
que han reducido su paquete de servicios.
El País hizo un recorrido por estos sitios, en donde la comunidad dice sentir
un gran dolor, porque “ahora parece que ya no tenemos derecho a enfermarnos”.
Doña Carlota, de 74 años, asegura que su salud empeoró desde el 31 de diciembre
del 2008, cuando se cerró definitivamente el centro Los Álamos de la Comuna 2.
“Me siento muy enferma y me cuesta mucho trabajo caminar o coger un bus hasta
otro lugar. Mi columna cada vez está peor y por eso necesito que me vuelvan a
atender aquí en el barrio porque no estoy afiliada a ningún régimen”.
Y es que según el presidente de la Junta de Acción Comunal de los Álamos, Hugo
García, cerca de 50 personas al día requerían el servicio del centro.
En el barrio Porvenir, las quejas de la comunidad tampoco se han hecho esperar.
Para Carlos Humberto Figueroa las autoridades cometieron un atropello al
cancelar el servicio médico, pues esto ha puesto en riesgo la vida de ancianos,
niños y madres cabeza de familia.
“Nosotros no tenemos dinero, no es posible que nos digan que se cerró porque no
estaba dando ganancias, cuando el Gobierno debe entender que la salud no puede
ser rentable. Ahora mi familia y yo tenemos que caminar más de doce cuadras
para conseguir un doctor”, dijo.
“El servicio no era indispensable”.
El alcalde de Cali, Jorge Iván Ospina, insistió en
que la mayoría de los centros y puestos de salud que se cerraron atendían a
población asegurada y por eso el impacto no es tan grave.
“Los puntos de salud que se cerraron no se pueden mirar bajo la misma lupa. Hay
que entender que hay unos que se encontraban a escasas cuadras de otra
institución, así como hay otros que tenían una proporción mayoritaria de
habitantes que podían ir a un centro de atención privada”, declaró.
Sin embargo, el Mandatario local reconoció que el puesto de salud de Petecuy III, que ahora atiende a través de una unidad
móvil, se debe reabrir, por lo que se revisarán los problemas de redes de
acueducto que ha tenido.
Con respecto a los otros puntos, el médico Ospina
recordó que algunos se transformarán en Cariños, centros que atenderán a
población infantil, entre los 1 y 5 años.
Por su parte, el gerente de la ESE Norte, Alber
Giraldo, respaldó la posición del Alcalde y agregó que la mayor parte de los
barrios en donde se canceló el servicio era de estratos 4 y 5, “mientras que
nuestra población objetivo es de 1 y 2”.
Giraldo explicó que la decisión del cierre se tomó a raíz de la crisis
económica que enfrenta esta red de salud, que requería de una reducción de
gastos.
“Hicimos un estudio y vimos que se podía cancelar el servicio en algunas
partes, sobre todo porque la Administración nos redujo $1.600 del presupuesto,
entre el 2008 y el 2009, al tiempo que la población pobre que atendemos aumentó
de 69.000 personas a 98.000”.
No obstante, el Gerente de la ESE Norte anunció que se revisará de nuevo cada
uno de los puntos que fue cerrado para verificar cuáles deberían reabrirse.
Entre tanto, en el barrio Salomia algunos ciudadanos
aceptaron que hacían parte del régimen contributivo, pero aún así utilizaban el
centro de salud, pues “las citas en la EPS tardan más de ocho días”.
Frente a esta situación, el Alcalde indicó que se trata de un problema
geográfico que no está es sus manos, “pues estas entidades deberían atender en
puntos cercanos a la comunidad”.
Polémica con el HUV
El alcalde Jorge Iván Ospina desmintió las
declaraciones de la directora del Hospital Universitario del Valle (HUV), María
Lucero Urriago, quien aseguró que la institución se
había congestionado a causa del cierre de los centros y puestos de salud en
Cali.
El médico Ospina, quien fue director del hospital,
afirmó que “la población que atiende el HUV es muy distinta a la de los centros
de salud. La saturación del hospital se debe a personas que requieren atención
por traumas o heridas con arma de fuego, y éstas provienen de la Ladera y el
Oriente y no del Norte”.