Hágales caso a los síntomas y signos con los que el organismo alerta sobre enfermedades

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Foto: Jupiter

Desórdenes corporales avisan su presencia a través de una serie de señales, más o menos intensas o duraderas, que no conviene pasar por alto, aunque pocas veces signifiquen problemas importantes.

Aunque son aliados de la salud, lo mejor es no alarmarse ni obsesionarse con ellos o poner el cuerpo bajo vigilancia constante: la mayoría de las veces son trastornos pasajeros o de escasa trascendencia.

Para tomar medidas oportunas y adecuadas, aprenda a reconocerlos, así como atender sus características, intensidad, persistencia y evolución.

* CON INFORMACIÓN DE EFE REPORTAJES.

FATIGA

Cuidado con la falta de aliento. Si se agita o siente que le falta el aire cuando camina trechos cortos o sube escaleras, es probable que haya una alteración cardíaca o pulmonar. Los médicos conocen esta condición como disnea.

ZUMBIDOS EN LOS OÍDOS

Aunque por lo general el tinitus puede tener otros orígenes, también puede ser una manifestación del aumento de la tensión arterial. La presión de la sangre sobre las paredes de las arterias no produce, por lo regular, señales físicas. Sin embargo, a nivel del sistema nervioso central, modificaciones pequeñas en las arterias y una variación mínima de este flujo pueden ser captadas por el oído interno. Así que si resulta con zumbidos en los oídos, no los enmascare con otros ruidos o música y acuda al médico.

CAMBIOS EN EL SUEÑO

El buen sueño es sinónimo de buena salud, así que es necesario prestar atención cuando, de repente, usted empieza a dormir mucho (hipersomnia) o poco (insomnio). El primer caso puede enunciar problemas hormonales, como el hipotiroidismo; alteraciones del sistema nervioso, problemas respiratorios, enfermedades crónicas o anemia, entre muchas otras. El insomnio puede ser consecuencia de problemas emocionales e hipertiroidismo, entre otros. Se considera que para un adulto el tiempo ideal de sueño oscila entre 7 y 8 horas diarias.

DOLORES DE CABEZA

Como es el dolor más común entre la gente, poco se le presta atención. De hecho, la gente prefiere manejarlo automedicándose. Es importante tener la claridad de que si este síntoma se prolonga por más de tres días, es necesaria la valoración médica. Aunque es cierto que la mayoría de las veces son el resultado, por ejemplo, de situaciones de estrés o de malas posturas, suele ser también señal de otras enfermedades sistémicas.

CAMBIOS EN HÁBITOS INTESTINALES

Si de repente el número de sus deposiciones aumenta o padece estreñimiento, acuda a consulta. La forma como funciona el intestino es reflejo del estado de salud. Los cambios pueden darse por simples indigestiones, por algo más complejo como el síndrome de intestino irritable o por cosas graves como un tumor.

PÉRDIDA DE PESO SIN RAZÓN

Si no está haciendo ejercicio ni dieta y empieza a perder peso, mejor consulte. Este síntoma está asociado a muchas enfermedades (benignas y malignas), entre las que también se cuentan alteraciones mentales.

OJOS ROJOS

Los ojos pueden enrojecerse por conjuntivitis, inflamaciones del iris, alergias e incluso glaucomas que pueden hacer perder la vista. Hay dos recomendaciones a seguir en estos casos: nunca automedicarse y acudir de inmediato al médico.

SANGRADOS

No es para nada normal que una persona sangre, así sea por la nariz o las encías; mucho menos por la deposición. Siempre, por pequeños e infrecuentes que sean los episodios, debe consultarse. Siempre es señal de que algo anda mal.

CALAMBRES

La sensación de hormigueo o los calambres en las manos y en los pies pueden indicar que algo anda mal, ya sea en su sistema circulatorio o en los pequeños nervios que transmiten la sensibilidad . Claro está que estos síntomas pueden ser una señal de otras condiciones, pero si se vuelven muy frecuentes y duran varios días, lo mejor es consultarle lo antes posible al médico.