Sin Importar Qué Actividad Se Haga, Hay Que Calentar Siempre Antes De Empezar Ejercicio Y Buena Postura, Clave Contra Las Contracturas

¿CÓMO SE TRATAN?.

El manejo inicial de las contracturas se orienta a tratar el dolor con analgésicos prescritos por el médico.

Luego, en fisioterapia, se aplican medios físicos como calor húmedo, corrientes de onda corta o ultrasonido, que mejoran la circulación, disminuyen los espasmos y acondicionan el músculo. La idea es poder hacer estiramientos y técnicas de relajación, así como movilizaciones y ejercicios posturales progresivos y orientados a través de un plan.

Hay que evitar que estas molestias se vuelvan crónicas, por lo cual se debe incluir un plan permanente de actividad física, regulación de los tiempos de descanso, un buen patrón de sueño y adecuación del sitio de trabajo.

REDACCIÓN SALUD Las tensiones cotidianas a menudo se reflejan en el cuerpo bajo la forma de contracturas musculares. Se trata de un aumento persistente e involuntario de la contracción de los músculos, que puede manifestarse con dolor en diferentes partes del cuerpo, sobre todo en el cuello y en la cabeza; alteraciones en la postura y, a veces, limitación completa del movimiento.

A esto se llega cuando las personas someten sus músculos a cargas intensas durante tiempos prolongados y sin darles tiempo para relajarse.

El primer signo de una contractura es el temblor del músculo cuando se está llevando a cabo la actividad; si la situación persiste vienen fuertes dolores seguidos por el bloqueo del músculo y su imposibilidad para funcionar.

Ese es el típico caso de molestias que la gente conoce como ‘tortícolis’ o las lumbalgias, que son dolores de espalda severos. Se estima que ocho de cada diez personas sufren, en algún momento de la vida, problemas de este tipo.

De acuerdo con Mariana Tovar, médica fisiatra del Hospital Universitario del Valle, hay dos tipos de contracturas musculares: las que pueden afectar un grupo completo de músculos, como ocurre con la espalda, y las localizadas, que la gente describe como nódulos que aparecen en los músculos sobrecargados.

“Ambos tienen características parecidas. Lo primero es que hay un endurecimiento del músculo y un acortamiento del mismo con una disminución de la capacidad para funcionar; además, cuando se palpa o se estira hay dolor”, dice Tovar.

Aunque la sobrecarga de los músculos es la causa principal (como el entrenamiento excesivo y los movimientos repetitivos), la tensión continuada (isométrica) también se cuenta como un factor importante. Ese es el caso de las malas posturas.

Eso no quiere decir que el estrés, el nerviosismo y el miedo no hagan su parte: estos producen una tensión permanente en unos músculos que, ante la influencia de factores ambientales, parecieran estar siempre alerta.

Cómo evitarlas La clave para evitar esas molestias es mantener el cuerpo activo, conservar el peso adecuado (el sobrepeso agrega cargas al músculo) y hacer estiramientos a diario de todos los grupos musculares, en especial de aquellos que más se usen. También es importante tener en cuenta que es nocivo someter el cuerpo a cargas excesivas sin una preparación que permita una adaptación progresiva.

Hay que hacer ejercicios que mantengan las articulaciones con todos sus rangos de movimiento, estirar siempre después de cada actividad y, en caso de que existan imbalances musculares, seguir un programa orientado a fortalecer los más débiles: “Por ejemplo, para que la espalda duela menos es necesario fortalecer los músculos abdominales. Como estos últimos se ejercitan poco, los de la espalda soportan cargas excesivas que, con el tiempo, causan contracturas y dolores incapacitantes”, explica Tovar. De igual forma, es importante tener en cuenta que independientemente de la actividad que lleve a cabo una persona, deben adecuarse las posturas, no solo en el trabajo, también para descansar e incluso para dormir.

Esto se logra a través de una evaluación funcional de cada grupo muscular en estas situaciones por parte de una fisioterapeuta que debe actuar cuando ya se ha presentado el problema o cuando hay situaciones de riesgo.

FUENTE: ÁREA DE FISIATRÍA Y FISIOTERAPIA DEL HOSPITAL UNIVERSITARIO SAN IGNACIO.