El Cono Sur es el nuevo gran destino de los universitarios colombianos

Los bajos costos y la calidad de posgrados y maestrías dispararon una migración con fines académicos. Una de las pocas desventajas puede ser el sostenimiento.

"Es más económico y la calidad es superior. Por eso me voy para Argentina."

Esas son las razones de David García, un joven ingeniero que en enero próximo emprenderá su viaje rumbo al país del sur para adelantar una maestría en administración de negocios.

Ese es el mismo argumento de los que están allá y de los que ya volvieron. Y también lo que afirman las autoridades migratorias, que han registrado, en los últimos cinco años, un incremento de los colombianos en Argentina, sobre todo de estudiantes, según explica Carlos Catella, agregado cultural de la Embajada de Argentina en Colombia.

El auge se presentó tras la crisis económica que sufrió ese país en el 2001, pero la llegada masiva se ha extendido a lo largo de esta década, pese a que en el último año el costo de vida ha vuelto a subir.

Así lo percibe Iván Castiblanco, quien cursa un doctorado en la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso), de Buenos Aires.

Y lo dice porque los gastos de vivienda y alimentación pueden resultar excesivos. "Tengo un par de amigos que debieron devolverse para Colombia porque no les alcanzó el dinero para su mantenimiento acá", afirma.

Pero esos no son los casos más comunes. Para muchas familias resulta, incluso, más barato mantener a un hijo viviendo y estudiando en Argentina que pagar una universidad en Colombia.

Las carreras de pregrado de las universidades públicas argentinas son gratuitas para nacionales y extranjeros. Y de las privadas, "hasta las más costosas resultan más baratas que las colombianas", señala Catella.

En cuanto a posgrados, no los hay gratuitos, pero los costos son, también, sustancialmente menores.

La decisión de David, por ejemplo, está basada en este cálculo que hizo después de cotizar aquí y allá: "En Colombia una especialización está entre 20 y 25 millones de pesos, mientras en Argentina la maestría cuesta el equivalente a 9 millones".

Además, en algunas áreas la calidad educativa en el Cono Sur está por encima del nivel nacional, de acuerdo con el viceministro de Educación Superior, Gabriel Burgos. Él ve, en el auge de las migraciones educativas hacia esos países, una razón que se suma a los bajos costos y a la calidad: hablamos el mismo idioma.

Garantías para estudiantes

Para el agregado cultural de la Embajada, la decisión del gobierno de Argentina de suspender desde el 2006 la solicitud de visa para los estudiantes ha incrementado notoriamente el éxodo.

La medida, conocida como Patria Grande, les permite a los interesados viajar con visa de turista y adquirir, una vez inscritos en la universidad, una residencia temporal que les da acceso a los mismos servicios y derechos de los que gozan los ciudadanos argentinos.

En el 2006, último año en que se expidieron visas de educación, se entregaron alrededor de 800 (únicamente para pregrados) y desde entonces el número ha crecido sustancialmente, dice Catella, quien calcula en 3.000 el número de estudiantes colombianos solo en Buenos Aires.

El boom también se hace evidente con las cifras de los créditos para estudios en Argentina otorgados por el Icetex en los últimos años, que pasaron de 31 beneficiarios en el 2004 a 193 el año pasado.

¿Qué se estudia?

La demanda de cursos y carreras profesionales está concentrada en diseño, publicidad, cine, fotografía y otras artes, mientras en posgrados el interés se concentra en las ciencias sociales y de la salud.

Para los jóvenes, Argentina resulta atractiva también porque, ante las ganas de salir del país, es un destino que se acerca a lo europeo sin ser tan costoso, dice Mateo Gómez, quien acaba de regresar a Colombia tras adelantar sus clases de fotografía en Buenos Aires.

Y porque "quienes están allá, dicen, viven bien", señala, por su parte, David García.

Así que motivos hay para estudiar en la tierra del mate y por eso no falta quien diga "yo" cuando se pregunta quién conoce a un estudiante colombiano en Argentina.

También se van a Chile

El reconocimiento internacional de la calidad de las universidades chilenas ha convertido a ese país en un nuevo foco de recepción de estudiantes colombianos.

El año pasado se expidieron 210 visas de estudio para ese destino, y "las solicitudes han ido creciendo a un ritmo de 5 por ciento en los últimos cinco años", señala el cónsul en Bogotá, Carlos Bonomo.

El desarrollo y la producción científica de Chile atrae a los investigadores colombianos, que buscan, principalmente, estudios agroindustriales.

En cuanto a los créditos aprobados por el Icetex, se pasó de 18 en el 2003 a 72 el año pasado.