Comisión Nacional de Bioética
La
Bioética se ocupa de asuntos fascinantes, complejos, nuevos, de múltiple
aplicación para el presente y el futuro de la Humanidad y del planeta Tierra.
Por citar algunos: con respecto a la genética, la eugenesia, la ingeniería
genética, la genómica, las células madre, la
clonación y otras más. Con respecto a la vida humana, todo lo relacionado con
la procreación, como regulación de la natalidad, métodos anticonceptivos,
fecundación artificial, interrupción del embarazo, y lo referente al final de
la vida, como los cuidados intensivos y paliativos, la eutanasia, la distanasia, el derecho a morir dignamente y otros más. Con
respecto al planeta Tierra, el calentamiento global, la crisis alimentaria, el medio ambiente, la conservación de los
recursos básicos, como el aire, los bosques, el agua, las fuentes de energía, y
otro centenar de problemas, que reclaman la responsabilidad humana para que su
aplicación sea saludable física y moralmente para el Hombre y su hábitat
terreno.
Sobre
todos estos asuntos, de consecuencias gigantescas e imprevisibles, que superan
con mucho la ciencia y prudencia de una sola persona, deben ocuparse los
gobernantes, para planificar el futuro próximo y remoto de sus pueblos y del
planeta.
Cuanto
más avanzado en tecnología y riqueza es un país, tanta más Bioética necesita:
ciencia y ética. La ciencia sin ética lleva a la ruina del hombre, advirtió
seriamente Juan Pablo II.
Los
científicos ofrecen la técnica, la Bioética aporta la ética, la orientación
humana y responsable de la aplicación de la ciencia y la técnica.
De
ahí que desde la aparición de estos grandes avances biotecnológicos, los
gobiernos hayan nombrado comisiones de bioética, para recibir orientación y
asesoría en el uso y aplicación de la biotecnología.
Precedieron
con el ejemplo los Estados Unidos, que ya en la década del 70 del siglo pasado
nombraron la Comisión Nacional para Asuntos de Bioética, frecuentemente
consultada por el Presidente. Un caso notable tuvo lugar a raíz de la clonación
de la oveja 'Dolly', a finales del siglo pasado,
cuando los científicos pensaron en obtener dineros federales para la
investigación sobre la posible clonación de seres humanos. Clinton,
por entonces presidente de E.U., consultó a su
Comisión de Bioética y esta respondió oportuna y sensatamente que no convenía
clonar seres humanos, como si fueran ovejas o ratas, y que, por lo tanto, los
dineros federales debían aplicarse a otras investigaciones más útiles a los
seres humanos.
Colombia,
ya entrado el siglo XXI, se encuentra rezagada con respecto a sus pares de
América Latina en el nombramiento de la Comisión Nacional de Bioética (CNB); y
con todo, la biotecnología avanza en nuestro país y requiere ética so pena de
convertirse en la ruina de los colombianos y de la tierra.
No
obstante, desde hace más de cinco años, la Comisión Intersectorial de Bioética,
nombrada por el presidente Pastrana en el 2001, viene trabajando en la
cuidadosa redacción del proyecto de ley que crea la CNB, que se encuentra ad
portas de ser aprobado en segunda instancia por el Senado de la República. A
última hora, la Universidad Nacional de Colombia y la Unesco
van a dar un impulso importante a la aprobación de dicho proyecto de ley, que
crea la Comisión Nacional de Bioética, con un taller que tendrá lugar el 20 y
el 21 de abril en el Centro de Convenciones Alfonso López de la Universidad
Nacional. Va mucho de un simple decreto presidencial a una ley del Congreso.
Esta le reconoce la debida importancia a la Comisión y le da la necesaria
estabilidad. Once expertos en ciencia y Bioética estarán alerta para asesorar a
los hombres de Estado en los asuntos fascinantes pero peligrosos de la
biotecnología.
La
Bioética avanza en forma arrolladora. Sigue fiel a la orientación de sus
fundadores en entenderla como diálogo entre ciencia y ética. Hoy se podría
definir como el uso creativo del diálogo interdisciplinar
entre biotecnología y ética para valorar y resolver algunos de los problemas
planteados por la tecnología al Hombre, a la vida, al medio ambiente y al
planeta Tierra.
COLETILLA.
Mañana, 20 de abril, se cumplen 10 años de la muerte de un gran hombre:
Hernando Santos Castillo. Una flor a su memoria y una oración a su espíritu. R.I.P.
Alfonso Llano Escobar, S.J.