Exceso de comida 'chatarra'
produce depresión, revela investigación realizada en el Reino Unido
El
consumo permanente de alimentos procesados y grasosos favorece los trastornos
depresivos en la cotidianidad de las personas.
El
estudio confirma que al comer sano se tienen menos posibilidades de desarrollar
la enfermedad.
El
estudio, llevado a cabo por científicos de la Universidad de Londres y
publicado en el BBC, analiza los datos de cerca de 3.500 empleados públicos con
una edad promedio de 55 años. Cada participante completó un cuestionario sobre
sus hábitos de alimentación y un autoanálisis sobre
su riesgo de depresión, y esos datos fueron comparados cinco años después con los niveles de depresión de los participantes.
"Nuestros
resultados sugieren que consumir frutas, vegetales y pescado podría ofrecer
protección contra el desarrollo de síntomas depresivos", dicen los autores
en la Brisith Journal of Psychiatry (Revista Británica
de Psiquiatría). "Sin embargo, una dieta rica en carne procesada,
chocolates, postres azucarados, comida frita, cereales refinados y productos
lácteos altos en grasa podría aumentar la vulnerabilidad de la gente a esa
enfermedad", agregan.
En
la investigación, los participantes fueron divididos en dos grupos: los que
consumían una dieta basada en alimentos completos, que incluyen frutas,
vegetales y pescado, y los que ingerían principalmente comida procesada.
Después de tomar en cuenta factores como el género, la edad, la educación, los
niveles de actividad física, el tabaquismo y las enfermedades crónicas, los
científicos detectaron una 'diferencia significativa' entre ambas dietas y el
riesgo de depresión en el futuro.
Los
que comían mayoritariamente alimentos completos mostraron un riesgo de
depresión futura 26 por ciento menor que aquellos que ingerían menos alimentos
completos. En cambio, los que consumían una dieta alta en comida procesada
exhibieron un riesgo de contraer la enfermedad 58 por ciento mayor que quienes
se alimentaban con muy pocos productos procesados. Según los científicos, hay
varios factores que podrían explicar estos resultados: en primer lugar, el alto
nivel de antioxidantes en las frutas y vegetales podrían tener un efecto
protector, así como el folato, que se encuentra en
vegetales y legumbres podría tener también un efecto similar.
Los
investigadores creen que el consumo de productos procesados podría estar
asociado al riesgo de depresión debido a la asociación que existe entre esta
dieta y el mayor riesgo de enfermedades coronarias e inflamación, que -se sabe-
juegan un papel en el desarrollo de la depresión.