Colonoscopia no detecta todos los tumores según un estudio canadiense

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Foto: Archivo / EL TIEMPO

La prueba sigue recomendándose, especialmente para aquellas personas con riesgo alto de sufrir alteraciones en el colon.

Se encontró que la prueba es mucho menos precisa de lo que se pensaba y no identificaría a cerca del 40 por ciento de los cánceres colorrectales, aunque sigue siendo recomendable.

La conclusión es que en lugar de prevenir el 90 por ciento de los cánceres, como se creía, las colonoscopias podrían prevenir en realidad entre el 60 y el 70 por ciento.

La investigación, publicada en 'Annals of Internal Medicine', causó revuelo entre los gastroenterólogos, ya que hasta hace poco se creyó que la colonoscopia era una prueba infalible para detectar tempranamente este tipo de cáncer, uno de los más frecuentes en países como Colombia.

De acuerdo con el diario El País, de España, en este estudio la prueba no detectó casi ningún cáncer situado en el colon ascendente, donde los tumores son más difíciles de localizar, pero donde aparece el 40 por ciento de ellos. Tampoco detectó un tercio  de los tumores malignos del colon descendente.

Para David F. Ransohoff, gastroenterólogo de la Universidad de Carolina del Norte (Estados Unidos), el resultado es "dramatico". No obstante asegura que las personas que presentan algún riesgo deben seguir practicándose la prueba cuando su médico la  ordene.

El especialista hace referencia a aquellos pacientes que presentan algún signo o síntoma que demuestre alguna alteración en el colon. Esto va desde enfermedades benignas, como algunos pólipos, hasta la presencia de masas, divertículos y perforaciones.

De hecho, pese a los resultados de esta nueva investigación, la Sociedad Americana del Cáncer no modificará sus recomendaciones respecto a la periodicidad de las colonoscopias. De todos modos los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades  (CDC), de Atlanta, insisten en la necesidad de desarrollar controles de calidad para que los médicos que hacen colonoscopias puedan autoevaluarse y mejorar el nivel de detección.

William Otero, gastroenterólogo y jefe del departamento de gastroenterología de la Universidad Nacional de Colombia, asegura que hay mucha evidencia que demuestra que la colonoscopia es el examen ideal para diagnosticar e incluso prevenir enfermedades  del colon, especialmente el cáncer: "Existen estudios que muestran que esta prueba ha sido un factor importante en la disminución de la mortalidad por cáncer", aseguró.

Otero insiste, sin embargo, en que la colonoscopia hace parte de ese tipo de exámenes cuyo éxito depende del entrenamiento y de la experiencia que tenga el especialista que los toma: "Incluso a personas muy bien entrenadas se les pasa hasta el 5 por  ciento de las lesiones más pequeñas", dice.

Resultados fueron "una sorpresa", dice la autora principal

Nancy N. Baxter, cirujana colorrectal de la Universidad de Toronto, asegura que cuando los vio pidió al analista que volviera a procesar los datos.

El nuevo estudio asociaba a cada una de las 10.292 personas que habían muerto de cáncer de colon con cinco personas que vivían en la misma zona y eran de la misma edad, sexo y clase social. Se investigó cuántos pacientes y sujetos a control se habían  sometido a colonoscopias y si se les había extraído algún pólipo. Luego se compararon los grupos y se calculó la disminución de la mortalidad por cáncer de colon entre quienes se habían sometido a la prueba.

Ahora el reto es averiguar por qué hay tantos cánceres que la prueba no detecta, especialmente los del colon ascendente, y si el problema se puede solucionar.

La colonoscopia está indicada en los siguientes casos:

·                     Anemia por déficit de hierro, sin causa aparente.

·                     Pérdida de peso, sin una razón establecida y sin presencia de enfermedad intestinal.

·                     Dolor abdominal bajo de más de dos meses de duración y sin que haya una enfermedad intestinal conocida.

·                     Cambios en los hábitos intestinales, sobre todo estreñimiento con más de dos meses de duración.

·                     Diarreas no complicadas y sin causa aparente.

·                     Como parte de los controles de las colitis ulcerosas o de otras enfermedades, como la de Crohn.

·                     Para la búsqueda de cáncer de colon en personas sanas con riesgo potencial (screening).

·                     Cáncer de colon o colitis ulcerativa.

·                     Como medida de control después de la extirpación de pólipos.

·                     Después de tratamiento del cáncer colorrectal.

·                     En casos de diverticulitis (bolsillos o pliegues en la pared del intestino) y endometriosis (tejido que responde a cambios hormonales, ubicado por fuera del útero).