Aumenta número de pacientes en el mundo que recurren a cirugias contra la obesidad

El alza se debe a la acumulación de evidencia sobre la seguridad y la efectividad de estos procedimientos.

"Ha habido una explosión en el número de cirugías bariátricas en todo el mundo", afirma Malcolm Robinson, cirujano de la Escuela de Medicina de Harvard (Estados Unidos), en un editorial sobre el tratamiento quirúrgico de la obesidad, publicado en la revista 'The New England Journal of Medicine' (Nejm).

Razón no le falta, pues sólo en ese país el número de estas operaciones en el 2005 fue diez veces mayor de lo que era en 1994: 171.000 contra 16.200. Se estima que hoy se practican unas 200.000 de estas cirugías cada año en ese país.

Aunque no hay estadísticas al respecto en países como Colombia y Argentina, los especialistas reconocen ese aumento. "Este es el resultado de que hoy son los médicos (clínicos, cardiólogos, diabetólogos), y no los cirujanos, como sucedía antes, los que operan", dice Óscar Brasesco, director del Programa de Cirugía Bariátrica de Fundación Favaloro y del Hospital Austral (Buenos Aires).

"Hace cinco años operábamos uno o dos pacientes a la semana; hoy en promedio son veinte", asegura.

"Antes, los procedimientos bariátricos implicaban un riesgo inaceptable. La pérdida de peso asociada era cuestionable y sus beneficios a largo plazo no estaban probados", escribe el doctor Robinson.

"Las cirugías actuales equilibran más juiciosamente los riesgos quirúrgicos y la pérdida de peso", afirma, y añade que hoy el peligro quirúrgico es equivalente al de cualquier operación mayor.

El estudio divulgado por Nejm comparó los procedimientos más frecuentes -el bypass gástrico, hecho en forma laparoscópica o mediante una cirugía abierta, y la banda gástrica- para concluir que el riesgo de muerte asociado a la operación fue de 0,3 por ciento, mientras que el riesgo de complicaciones mayores fue de 4,1 por ciento.

"Es importante aclarar que la cirugía es un recurso extremo, pues el tratamiento indicado para el obeso es un cambio en los estilos de vida (buena dieta y actividad física9", señala la investigación.
En cuanto a la efectividad de los tratamientos, el doctor Óscar Brasesco, director del Programa de Cirugía Bariátrica de la Fundación Favaloro y del Hospital Austral de Buenos Aires, aclaró que el objetivo es "que el paciente mantenga una reducción del 50 por ciento de su exceso de peso".

Relacionan obesidad con Alzheimer y demencia

La gordura conlleva la pérdida de entre un 4 y un 8 por ciento del tejido cerebral, también hace que se deteriore la masa cerebral, lo cual afecta la memoria, el movimiento y la socialización.

Estos son algunos de los resultados revelados por un estudio hecho por la Universidad de California en Los Ángeles (Ucla) y la Universidad de Pittsburgh. La investigación encontró que por estas causas las personas obesas son mucho más vulnerables a padecer males como la demencia y el Alzheimer.

Igualmente, los científicos establecieron que, como resultado del exceso de peso, el hipocampo (situado en el lóbulo temporal del cerebro) y los ganglios basales también resultan dañados y, con ello, se deterioran también la memoria a largo plazo y la capacidad de controlar los movimientos. "Estos resultados nos alertan sobre cómo la obesidad afecta al organismo", dijo Paul Thompson, profesor de neurología de Ucla y director del estudio.

Hay que prevenir el sobrepeso antes de los dos años

La alimentación que se recibe durante la gestación y los primeros años de vida es clave en el desarrollo cognitivo y en la aparición de enfermedades en la adultez.

"Durante la gestación se definen aspectos de la composición corporal que van a influir el resto de la vida. Una embarazada con una dieta baja en proteínas, minerales, omega 3 o vitaminas no apoya el crecimiento de su hijo", señala Francisco Mardones, profesor de Salud Pública de la Universidad Católica de Chile.
Esto ratifica la importancia de una nutrición adecuada para apoyar la vertiginosa multiplicación celular que ocurre en los primeros meses de vida.

Hoy la evidencia disponible indica que que el crecimiento fetal, y los dos primeros años de vida, son clave en el desarrollo de obesidad, diabetes y enfermedades cardiovasculares.

GDA / LA NACIÓN (ARGENTINA)