Circuncidarse ayuda a prevenir
infecciones de transmisión sexual
Pese
al temor que esta operación despierta entre la mayoría de los hombres, esta
cirugía es ambulatoria, poco dolorosa y útil para prevenir infecciones en el
futuro.
Estudios
clínicos hechos en África han probado que la circuncisión reduce en cerca del
50 por ciento el riesgo de transmisión del VIH de la mujer al hombre.
Hace
unos días investigadores austríacos encontraron que
la parte interior del prepucio contiene una concentración más alta de células
de Langerhans, objetivo inicial del VIH, que
cualquier otra parte.
Debido
a que esta condición del prepucio hace que sea más susceptible al virus,
eliminarlo mediante la circuncisión ayudaría a reducir el riesgo de contraer el
VIH en el hombre.
Como medida
Y
es que es tanta la preocupación que el sida causa en Botswana, que el gobierno
de ese país surafricano decidió, esta semana, anunciar una medida de salud
pública para ayudar a frenar la propagación del virus de inmunodeficiencia
humana (VIH): la circuncisión.
Con ese propósito lanzó un programa para circuncidar al 80 por ciento de su
población masculina, es decir a 460.000 hombres, en cinco años.
Pese a que la medida suena drástica, no les falta razón a las autoridades sanitarias
de ese país, que vive azotado por la pobreza y el sida.
Las dudas más frecuentes
Pese
a que también se atribuye a esta cirugía la disminución del riesgo de
transmisión de otras infecciones, como la sífilis, el herpes, el virus del
papiloma humano y la uretritis, persisten entre los hombres dudas sobre el
tema.
¿En
qué consiste?
Es
una cirugía para los hombres, que consiste en cortar o extirpar una parte del
prepucio o piel que cubre la punta o cabeza del pene (glande). Entre las causas
que con más frecuencia se citan para la práctica de este procedimiento están
las razones religiosas, culturales o médicas.
¿Tiene
límite de edad?
Puede
practicarse a cualquier edad.
¿Cuándo
se recomienda?
Entre
las indicaciones médicas se cuentan la estrechez de la mucosa del prepucio
(fimosis), que impide retraerlo sobre el glande; las infecciones repetidas del
prepucio (balanopostitis); prevenir la reaparición de
infecciones por el virus del papiloma humano, como los condilomas
genitales; el trauma del prepucio o cuando este tiene un aspecto redundante o
el frenillo sufre laceraciones, cicatrización y acortamiento.
¿Cuándo
no se recomienda?
No
debe hacerse cuando la persona tiene problemas serios de coagulación, riesgos
anestésicos o cuando hay alteraciones peneanas, como
la hipospadia (enfermedad congénita en la que el
orificio urinario desemboca en un sitio diferente al extremo, y requiere del
prepucio para corregirse).
¿Es
cierto que previene ciertos cánceres?
La
incidencia de cáncer de pene en circuncidados es prácticamente de cero,
mientras que en los demás es de 2,2 por 100.000. Del mismo modo, la incidencia
de cáncer de cuello uterino es menor en las parejas de circuncidados.
¿Duele
mucho?
Esta
cirugía es practicada generalmente en forma ambulatoria y bajo anestesia local.
Al quedar el glande expuesto, los dos primeros meses posteriores a la operación
suele haber algunas molestias a causa del roce. Luego esta hipersensibilidad se
va.
¿Y
la recuperación?
Como
las suturas utilizadas son absorbibles (no es necesario quitarlas) la
recuperación dura entre siete y diez días. No obstante, el hombre puede
reincorporarse a su actividad laboral antes de ese tiempo.
¿Afecta
el desempeño sexual?
Por
lo general no. Al contrario, cuando el prepucio se convierte en una limitante
mecánica para un buen desempeño, la circuncisión es un factor favorable. No
obstante, después de la cirugía se recomienda evitar las relaciones sexuales
durante al menos tres semanas.
También
ayuda a proteger contra otras infecciones
A
fines de marzo se publicaron en la revista científica The
New England Journal of Medicine los
resultados de un estudio de la Universidad Johns Hopkins, de Baltimore, y la Universidad Makerere
de Kampala. Este se hizo en Uganda, a lo largo de 2 años, con 3.398 adultos.
Aun con el suministro regular de condones e información sobre prácticas
sexuales seguras, hubo una transmisión de herpes genital que resultó ser un 20
por ciento menor en los circuncisos que en los no circuncisos. Y la transmisión
del virus del papiloma humano, responsable en un cierto porcentaje de cáncer de
pene pero, sobre todo, de cáncer de cuello de útero en sus parejas femeninas,
fue un 35 por ciento menor en los circuncisos.
Cabe
recordar que estas infecciones de transmisión sexual, a diferencia del VIH, que
se contagia a través de la sangre, el flujo vaginal y el semen, pueden
contraerse por contacto con lesiones que se encuentran en la periferia de la
zona genital.
REDACCIÓN
SALUD
CON INFORMACIÓN DE GDA, LA NACIÓN (ARGENTINA) Y EFE.