Que los bebés viajen en brazos de
un adulto permite la norma que obliga uso de cinturón de seguridad
Esto,
para los expertos, es un grave error y algo contrario a las recomendaciones
internacionales.
Lucrecia
viajaba con su hijo de 25 meses sentado en sus piernas, en la silla trasera del
vehículo. Regresaban del jardín infantil con rumbo a su casa, mientras su
esposo, Enrique, conducía. Un descuido de segundos no le permitió reaccionar
ante la embestida de un camión; el carro se volcó, el pequeño salió disparado
por el panorámico y falleció.
Algo muy parecido le pasó a Luisa, una pediatra de urgencias, cuando viajaba
con su hija de 10 años por la frontera con Venezuela. El carro se salió de la
vía, producto del estallido de una llanta y cayó a un abismo. La niña, que
viajaba sin cinturón de seguridad, salió disparada y falleció. Su mamá, pese a
sus conocimientos no pudo hacer nada para salvarla.
El
tema está más vigente que nunca, pues desde los primeros días de agosto entró
en vigencia en Bogotá un importante decreto que convirtió en obligatorio el uso
del cinturón de seguridad para los menores.
Pero
según, varios expertos consultados por este diario, si bien la norma es
"muy positiva", en uno de sus apartes se cometió
un error potencialmente peligroso.
En la nueva normativa se recomienda que entre los 2 y los 10 años de edad se
usen métodos de retención, pero para el caso de los menores de 2 años se
permite que un adulto los lleve en los brazos, algo totalmente contrario a las
recomendaciones internacionales y de expertos nacionales.
El Boletín de Seguridad publicado por Cesvi, -Centro
de Experimentación y Seguridad Vial- recomienda: "Nunca viaje con el niño
en brazos ni comparta el cinturón de seguridad con él. Tenga en cuenta que, por
ejemplo a 60 km/h, el peso del niño se multiplicará
60 veces, lo que hará imposible que usted lo sostenga, y saldrá disparado".
Al respecto, William Camacho, ingeniero de Cesvi,
explica que esta entidad aclaró, con la entrada en vigencia del decreto que
"los bebés y los niños no deben viajar en los regazos de los adultos.
Siempre deben ir sujetos por un sistema de retención".
Olga Lucía Baquero, vocera de la Mesa de Seguridad de
la Sociedad Colombiana de Pediatría, asegura que "tal como está el decreto
no es una medida de seguridad, puesto que no se recomienda llevar objetos
sueltos dentro del vehículo. Y el niño, en este caso, se convierte en un
'objeto' suelto, de 12 kilos, que puede salir disparado".
En caso de accidente
Según cifras del Instituto Nacional de Medicina Legal, entre enero y junio de
este año, 2.333 niños sufrieron lesiones en accidentes de tránsito como
peatones o pasajeros.
Ángela Arenas, subsecretaria de Servicios de la Secretaría de Movilidad de
Bogotá asegura, con respecto al decreto, que el uso de las sillas de seguridad
es el ideal al que se quiere llegar, pero se siente satisfecha por lo que considera
un primer paso. "Entre un chiquitico que no
lleve cinturón ni silla, ahora en manos de un adulto, hicimos un avance. (...)
El tema de las sillas generó una polémica con las asociaciones de transporte
escolar (por su costo de implementación)".
"No se puede quitar peso al decreto porque las sillas sean caras",
dijo por su parte Olga Baquero.
La
legislación internacional
En
Europa y en Estados Unidos el tema de la silla especial para niños a partir de
los cero años, sencillamente no tiene discusión.
En
España, la Dirección General de Transporte señala explicitamente:
"Nunca llevar al bebé en brazos, ya que se ha demostrado que, en caso de
accidente, la energía cinética transforma a un niño, por ejemplo, de 25 kilos
en una masa de una tonelada (...) evite compartir el cinturón de seguridad con
usted o con otro niño. En caso de colisión, podría resultar despedido o
aplastado".
Las normas españolas establecen que, hasta los 12 años, los niños deben usar un
sistema de retención especialmente adaptado con el peso y el tamaño del menor.
En Estados Unidos, aunque las leyes cambian en cada estado, el uso de sillas de
seguridad y cinturones es obligatorio, so pena de multas de hasta 500 dólares.
De todas maneras, y a pesar de la discusión generada por el nuevo decreto, los
expertos recuerdan que los primeros responsables de la seguridad de los niños
son los padres, quienes más allá del tema económico o legal, deben priorizar la
defensa de la integridad y la vida de los menores.
El cuerpo se vuelve un arma de impacto letal
Si un niño sale disparado por el vidrio panorámico de un vehículo, tras un
choque, sufre lesiones similares a si hubiera sido lanzado desde un tercer
piso, según datos suministrados por Sofasa Renault.
El mismo informe asegura que los huesos de un bebé son débiles y los músculos
que soportan la cabeza no están completamente desarrollados, por lo que los
menores de cuatro años que van sin protección tienen el doble de probabilidades
de morir o sufrir traumas en caso de choque.
Si las sillas o los cinturones son empleados de manera correcta, la sujeción
que hace del cuerpo del menor tras un choque es esencial para evitar que salga
despedido del vehículo.
De acuerdo con Cesvi, Centro de Experimentación y
Seguridad Vial, si una persona de 75 kilos viaja en la silla de atrás sin
cinturón, en caso de accidente, su peso se multiplica hasta los 4.500 kilos, si
el vehículo que colisionó se movía a 60 km/h.
En Estados Unidos, según el NHTSA (National Highway Traffic Safety Administration) se estima
que 13.250 vidas de ocupantes mayores de cinco años fueron salvadas en el 2008
gracias al uso de elementos de seguridad.
Según Olga Baquero, pediatra experta en seguridad, los errores más frecuentes
de los adultos son no usar o emplear inadecuadamente los cinturones o las
sillas; no utilizarlos para trayectos cortos; no ajustarlos o dejarlos mal
puestos. Y en estas condiciones, y aun a baja velocidad, los niños pueden
sufrir daños irreparables.
JULIANA ROJAS HERNÁNDEZ*
REDACTORA ABC DEL BEBÉ