Alerta Por Brote Del Mal De Chagas

A un brote y no a una epidemia de Chagas atribuyeron las autoridades sanitarias de Bucaramanga la muerte de una menor y el contagio de cuatro de sus familiares detectado la semana pasada en esa ciudad. (VER INFOGRAFÍA: ¿QUÉ ES? EL MAL DE CHAGAS)

“A diferencia de una epidemia, que se ve en todas partes –explicó Alba Nury Ramírez Cano, coordinadora de Vigilancia Epidemiológica de la Secretaría de Salud de Santander– lo que tenemos en este momento es un grupo de personas que se enferman”.

Con la muerte de la niña, de un año, ya son tres las vidas que ha cobrado ese mal en ese departamento en los últimos setenta días.

La menor murió el 16 de febrero. Entre el 7 de diciembre del 2008 y el 6 de enero pasado, Armando Moreno y Julio César Reyes, quienes laboraban en el aeropuerto Palonegro, de Lebrija, también fallecieron como consecuencia de la enfermedad.

Además, cuatro familiares de la menor muerta están infectados de Chagas, enfermedad transmitida por el insecto conocido popularmente como pito, que es portador del parásito tripanosoma cruzi, que origina la patología.

Funcionarios de las secretarías de Salud de Bucaramanga y Santander se reunían anoche para elaborar un plan de contención que podría incluir la fumigación en sitios periféricos de la ciudad.

María Leonor Jaimes, secretaria de Salud de Bucaramanga, dijo que aún se desconoce la manera en que la niña y sus familiares contrajeron la enfermedad, pues en los barrios donde viven (Campohermoso y Bucaramanga) no han caído pitos en las trampas que allí se ubicaron tras la muerte de la menor.

Según estudios de patología, la niña murió por una miocarditis (inflamación del músculo cardíaco) que produce el Chagas en etapa crónica.

Frente a la muerte de los funcionarios del aeropuerto, los primeros estudios señalan que habrían muerto por la ingesta de mandarinas infectadas con el parásito. Seis personas más que comieron de la fruta en una vereda de Lebrija también están infectadas.

El cardiólogo preventivo, Juan Carlos Villar, especialista en fisiología cardiovascular y director del Proyecto Chicamocha, que desde hace doce años estudia el Chagas, dijo que el pito se ha detectado en Bucaramanga en barrios como Pan de Azúcar, Cañaveral y La Universidad, entre otros.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en América se estima en 12 millones el número de personas infectadas por este mal.

Villar, basado en sus estudios, precisó que entre 20 y 30 por ciento de los infectados muere tras llegar a la etapa crónica, en la que el parásito se introduce en los músculos y produce meningoencefalitis, miocarditis e inflamación del hígado y el vaso.

Según la revista Biomédica, en su edición 25 del año 2005, Casanare es el departamento donde hay más personas con esta enfermedad