02 Jun
Una investigación hecha por la Organización Mundial de la
Salud (OMS) encontró una tasa general de cesáreas de 35 por ciento en América
Latina. La tasa óptima, según el organismo, está entre 15 y 20 por ciento.
Aunque la cesárea es una cirugía indicada para un parto
con un riesgo específico –embarazo múltiple, bebé que viene muy grande o en una
posición inadecuada (de nalgas), problemas en la implantación de la placenta o
alguna situación que afecta el bienestar del feto– cada vez es más frecuente
que las mujeres la pidan por miedo al dolor del parto vaginal o por comodidad.
Algunas, incluso, solicitan la cesárea por el temor que
sienten de que el bebé sufra alguna complicación durante el trabajo de parto,
afirma Fabio Quijano, jefe de la Unidad Materno Fetal de la Fundación Santa Fe
de Bogotá.
En el país, la mayoría de hospitales universitarios tiene
tasas de cesáreas entre 25 y 30 por ciento, pero en las clínicas privadas estas
pasan del 50. En instituciones como la Fundación Santa Fe, por ejemplo, la tasa
alcanza entre el 60 y el 70 por ciento.
“En Estados Unidos es del 30 por ciento, cuando hace 12
años era solo del 18 y se estima que en 10 años llegará al 50 por ciento”,
explica Quijano. Las causas son la cesárea iterativa (la que se practica
después de una que se hizo previamente) y la electiva, aquella que se realiza
por solicitud materna.
Vista
como otra ‘opción’
“Tanto en la comunidad como en ciertos núcleos médicos se ha considerado la
cesárea como una alternativa de parto, cuando se trata de una intervención en
casos que lo ameriten. Desde el punto de vista científico, no es aceptable que
una cesárea se haga por deseo de la paciente”, señala Jimmy
Castañeda, presidente de la Federación Colombiana de Asociaciones de
Obstetricia y Ginecología.
En ocasiones, hay razones inadecuadas por parte del
médico para practicarla –agrega–. Si este ve que el bebé tiene un problema leve
y puede nacer por vía vaginal, prefiere acudir a una cesárea para que no lo
demanden.
Existe la creencia de que cuando una mujer tiene antecedentes de cesárea, su
siguiente parto también debe ser por esta vía, pero, según Castañeda, ello no
es una indicación absoluta, pues depende de cada paciente.
Cifras
en Colombia
Según cifras del Dane de 2006, ese año se atendió el
97 por ciento de los partos en instituciones de salud y se practicaron 236.954
cesáreas. Antioquia, Atlántico, Bolívar, Córdoba y Norte de Santander fueron
los departamentos con las cifras más altas.
En un Plan Obligatorio de Salud (POS) estándar, una
cesárea cuesta 400.000 pesos más que un parto vaginal, según el doctor
Castañeda. A un médico le pagan 80.000 pesos por atender un parto vaginal y
100.000 pesos por una cesárea. Esta se hace en una hora, mientras que el
primero puede durar de 12 a 24 horas.
Otras razones que ameritarían realizar esta cirugía:
sospecha de ruptura uterina, preeclampsia severa con
cuello uterino desfavorable y ausencia de una progresión adecuada de la
dilatación.
Las
complicaciones derivadas de una cesárea
“Los riesgos serios de realizarla son para el siguiente embarazo, pues la
posibilidad de ruptura del útero se incrementa de dos a tres veces”, dice Fabio
Quijano, jefe de la Unidad Materno Fetal de la Fundación Santa Fe de Bogotá.
Según él, el mayor riesgo de hacer tantas cesáreas es el acretismo placentario; es decir, que la placenta se adhiera
más de la cuenta a la cicatriz previa de esta cirugía, lo que desencadena un
sangrado masivo.
- Riesgos de la cesárea para la madre: sangrados, infecciones (no cierra bien
la herida), lesiones de órganos (como la vejiga o el intestino) o de arterias y
venas que se encuentran en la vía quirúrgica, y complicaciones anestésicas.
-Para el bebé: dificultad respiratoria (el parto vaginal es necesario para una
buena adaptación a la respiración) y riesgo de agua en el pulmón.
Cuándo
y cómo se realiza
La cesárea es una incisión en el abdomen y en el útero. Para llegar a este,
deben abrirse varios tejidos.
Generalmente se hace entre las 37 y 41 semanas de embarazo, cuando el bebé está
a término. Se debe efectuar en pacientes sin riesgo a la semana 39 y en
pacientes con factor de riesgo a la semana 38. Una cesárea programada debe
hacerse idealmente de lunes a viernes, cuando hay más personal médico. La
intervención dura entre 40 minutos y 1 hora.